miércoles, 29 de septiembre de 2010
CAPITULOS 9 Y 10
IX
A la mañana siguiente se levantó tarde, y con todo y eso, de verdad se asombró de no encontrar a casi nadie. El baile había terminado de madrugada y casi todos estaban durmiendo aún. Aunque… a lo lejos, en el jardín, debajo de un gran árbol vio sentado a Isaac, quien parecía estar leyendo algo.
Sin que él lo notara se acercó por detrás, se inclinó un poco y casi en su oído, dijo suavemente:
_ ¡Buenos días profesor!
A Isaac se le cayó el libro de las manos y se quedó sorprendido; al volverse a ver quien era su cara quedó demasiado cerca de la de Alix. Los ojos azules de ella penetraron hasta el fondo de sus pensamientos.
“_ ¡No te atrevas, es solo una estudiante! No importa que la ames desesperadamente, no debes hacerlo.”_ pensó. _ Alix… ¿Qué estás haciendo levantada tan temprano? ¿Es que no estás cansada? Yo te vi en el baile anoche_ dijo. “_ ¡Sí te vi en el baile con aquel joven de la Orden de la Luz! Seguro que lo amas, para mi mala suerte”_ pensó.
_ ¡Sí! Estuve con un amigo, Lucas. El fue quien me rescató en el bosque.
_ ¿Es tu novio? _dijo con tristeza.
_ Creo que sí, ¡Talvez! Pero… es que me gusta alguien más_ dijo. “_ Esta es mi oportunidad_ pensó_ a él le puedo quitar más magia que a nadie porque él es un elfo, ¡Y Dios sabe que tienen una buena cantidad en ellos!”.
_ ¿Ah? ¡Ya veo! Talvez uno de los compañeros de clase_ dijo. “_ ¡Maldición!_ pensó_ ¡Ya está enamorada de otro!... Pero ¿Qué estoy diciendo? ¡Es solo una niña! Debo controlarme”.
_ No… ¡De hecho, no! Es alguien mayor que yo, y no tengo esperanza alguna, porque seguramente cree que soy muy niña para él… Yo se que talvez se reiría de mí si le dijera… Lo que no sabe es que yo haría todo por él como que si fuera una mujer adulta… _ lo miró a los ojos fijamente_ ¡Yo haría todo lo que él quisiera! Y nadie tendría que enterarse de nada, para no perjudicarlo.
_ ¿Lo conozco?
_ ¡Sí, mejor que nadie!... ¿Por qué finge, profesor? ¡Sabe bien que estoy hablando de usted! ¡Sí, yo estoy enamorada de usted y se que talvez no le soy indiferente! ¿O acaso me equivoco?
_ ¡Alix! … Yo… ¡Me da miedo! ¡Si se llegaran a dar cuenta me echarían para siempre! ¡No te volvería a ver nunca!
_ ¡Tú no me quieres ni me deseas como yo a ti!
_ ¡No, no es eso! Yo te amo desde la primera vez que te vi, pero es que es una situación tan difícil.
_ ¡Nunca lo sabrán! No tienen por qué. ¡Lo prometo! Déjame intentar hacerte feliz. ¿Es que acaso no valgo el riesgo?
_ ¡Al demonio con todo! ¡Yo ya no puedo más! No quiero perderte. ¡No voy a perderte! Peo, ¿Será correcto? Eres una niña.
_ ¡Tú me harás mujer! Además no creo que seas tan mayor y si lo fueras ¡No me importa!
_ ¡Tengo ciento cinco años!
_ ¡No me importa! ¡Aún así te quiero! “_ Yo tengo ciento diecisiete”_ pensó. _ Tú me enseñarás lo que yo no sepa. Serás mi amante y mi maestro.
_ ¿Y el chico que te rescató?
_ ¡Déjalo! Él será una fachada y nadie sospechará nada. Como ya te dije, nadie tiene por qué enterarse… Hay algo que quiero hacer desde hace tiempo_ dijo.
Y acerándose a él lo besó fuerte. Fue un beso un poco largo, en el que su imagen se vio reflejada de mil y un maneras diferentes, algunas obscenas, otras inocentes, otras tímidas y otras idealizadas. La cantidad de magia que absorbió fue sorprendente. Nunca se imaginó que llegara a traspasarle tanta. Él completaría rápidamente la cuota de magia para volver a la normalidad y entonces ya verían todos de qué era capaz.
_ No puedo creer que esto esté pasándome_ dijo Isaac_ Nunca pensé llegar a hacer algo así, al menos no con una de mis alumnas.
_ Debes dejar de verme como una. Solo cuando estemos en clases serás mi profesor y delante de los otros. Cuando nadie nos vea serás solo Isaac, la persona a la que amo. Será nuestro secreto… ¿Dónde queda tu dormitorio?
_ En el domo de cristal en el último piso del ala norte, cerca de la Biblioteca Sagrada. No te perderás, es la única habitación en ese lugar, y solo van a buscarme cuando tienen dudas y consultas. Casi nunca llega nadie, ni siquiera a la biblioteca. A nadie le gusta el lugar.
_ ¿Por qué?
_ Bueno, es que hace cien años, era l parte del colegio donde estaban los dormitorios de los niños. Cuando la hechicera oscura hizo su ataque, fue uno de los primeros lugares que destruyó y mató a muchos de los niños que estaban ahí… Pero… ¿Para qué quieres saber dónde queda mi dormitorio?
_ ¡Hoy en la noche lo sabrás!_ dijo sonriendo pícaramente.
_ ¿Qué vas a hacer?
_ Nada que no te guste Isaac. ¡Nada que no te guste! ¡Te lo prometo! Ahora debo irme. ¿Oyes ese ruido? Ya todos están despertando.
Y dándole un beso de despedida, entró al Instituto dejando a Isaac en el jardín.
X
Esa noche Alix se las apañó para pasar del nivel catorce del ala oeste al último nivel, el diecinueve, del ala norte sin que otras personas la descubrieran. Sabía muy bien lo que iba a hacer.
Ya se había preparado tomando una pócima para evitar quedar en cinta que tenía duración de un año. Vestía un camisón de lino color ciruela al igual que su bata de levantarse y sus sandalias. Al llegar vio al frente, tras unas puertas de vidrio, la gran Biblioteca Sagrada, al final del pasillo vio una pequeña puerta. Ese debía ser el cuarto de Isaac. No pudo evitar mirar al cielo y ver las estrellas en todo su esplendor, ya que el techo al igual que el domo sobre la biblioteca era de cristal y era imposible no mirar hacia arriba. Empujó la puerta, entró y la cerró tras de sí.
_ ¡Cerrato!_ dijo.
Y la puerta quedó sellada con el conjuro. No vio a Isaac de momento. Vio una luz detrás de una pequeña puerta a un costado del cuarto. Tranquilamente se sentó en la cama y se echó para atrás con los brazos abiertos. La luna se veía bellísima desde ahí. Pero, ¿Y si alguien los veía de alguna manera?
_ Ilussio_ dijo señalando el cielo.”_ ¡Ya está!_ pensó_ Ahora cualquiera que vea desde arriba lo verá a él durmiendo en su cama, y desde aquí, podremos seguir viendo las estrellas. Él no tiene por qué saber que los conjuros fueron aplicados.”
Estaba todavía contemplando el cielo acostada en la cama de Isaac, cuando este salió del baño y se quedó sorprendido y anonadado.
_ ¡Sorpresa!_ dijo Alix_ ¡Apuesto a que no esperabas verme aquí, por la cara que tienes!
_ ¡Alix! ¡Por Dios! ¿Estás loca acaso? ¿Qué crees que pasará si se dan cuenta que estás aquí?
_ ¡No finjas! ¡Yo se que no te disgusta la idea de que esté aquí! Tú sabías que iba a venir a buscarte, o sino, ¿Para qué me dijiste dónde estaba tu alcoba? Tú sabes a lo que vine, no lo niegues, ¡Y se que es algo que tú también quieres! ¿O me equivoco?
_ ¡No! ¿No te equivocas! Sí quiero que esto pase, y, en cierta forma me alegra que estés aquí, pero es solo que el riesgo es demasiado grande.
_ ¡Créeme! ¡Yo se que nada va a pasar! ¡Lo prometo! ¡Déjame complacerte!
_ No se quien está más loco; si tu por venir aquí o yo, ¡Por estar enamorado de ti!
_ ¡Vamos! ¡No es para tanto el susto! Yo vine porque quise. Quiero ver que tan buen profesor eres, ¡Y qué cosas nuevas puedo aprender de ti!
_ No lo se_ dijo sonrojado_ No me atrevo ni a tocarte. “_ Y no es que me falten ganas, ni que no sepa qué hacer, ¡Es solo que te ves tan niña! Me siento mal por estar enamorado de ti, ¡Pero no puedo evitarlo! ¡Solo siento! Y encima tú vienes a verme aquí, dispuesta a todo.”
_ ¿Sabes Isaac? Yo no soy tan niña como de seguro crees. Déjame enseñarte lo que se. No tengas miedo, ¡Yo se lo que hago!
Lo acostó en la cama y se sentó a horcajadas, le quitó la camisa y comenzó a besarlo despacio; primero en la boca, luego en el pecho, después en su abdomen. Isaac tragaba hondo y apenas se lo podía creer. Su alumna no era tan inocente como él creía, pero eso era lo de menos. Lo de más era lo que lo hacía sentir, algo que nunca había sentido con nadie antes. Sin saber cómo, se atrevió a desvestirla y a tocarla. Su cuerpo era suave y cálido. Ella sonrió y terminó de desvestirlo a él, para instantes después empezar a tener sexo con él. Era increíble para él, ver como esa chica tan ligera y frágil, tenía tanta energía y pocos escrúpulos para frotarse contra su cuerpo de la manera en que lo hacía. Pasado un rato llegaron al clímax. Como Alix lo predijo, una enorme cantidad de magia pasó del cuerpo de Isaac al suyo, tanta que ella se transformó en hada de golpe y sus hermosas alas brillaron en su espalda y el cuarto se llenó de polvo de hadas resplandeciente.
“_ Esto es magnífico, podría morir ahora y tener por satisfecha toda mi vida.”_ pensó Isaac mientras abrazaba a Alix, que ya había dejado de ser un hada.
“_ No te preocupes, si morir es lo que quieres, yo lo solucionaré después.”_ pensó Alix leyendo su mente. _ ¡Es usted un magnífico amante profesor!_ dijo.
_ No me digas así que me haces sentir mal y me arruinas el momento.
_ ¡Bueno! ¡Eres un magnífico amante Isaac!
_ Tú no eres nada de lo que yo pensaba; pero está bien, igual te amo y me gustas más así_ dijo Isaac sonrojándose.
_ No debes apenarte. Cumpliste al cien por ciento. Además, yo también te amo. No hay nada malo en esto. Me gusta estar contigo_ dijo Alix.
Y se apoyó en su pecho. Al pasar la mano cerca del hombro, sintió una cicatriz bastante grande y se incorporó para verla.
_ ¡Dios! ¿Dónde te hiciste esta cicatriz?
_ Es algo difícil de hablar_ dijo él algo perturbado.
_ ¡Dímelo! Talvez te sientas mejor y ya no tengas temor de hablar del asunto.
_ ¡Verás! … Hace cien años, yo tenía cinco y ese año comencé mis estudios aquí. ¡Te acuerdas que te dije que los cuartos de los niños estaban en este lugar y que durante el ataque de la hechicera oscura muchos murieron? … Yo era uno de los niños que dormían aquí; estaba aterrado, porque vi a muchos de mis compañeros muertos y a muchas personas corriendo horrorizadas. Uno de los cristales rotos del techo me cayó encima, cortándome bastante profundo. No se cómo hice para quitármelo y empecé a sangrar bastante. En eso, voltee hacia el cielo y la vi, en el cielo, ¡A Neela, la hechicera oscura! Lanzando ráfagas de magia como rayos oscuros de sus manos. Sus cabellos negros larguísimos flotaban en el aire… Y sus alas de fuego negro. Me escondí detrás de un armario, pero supongo que ella cuando bajó me vio esconderme, porque segundos después estaba levantando el armario y con su telequinesis me había hecho levitar. Era impresionante, tenía sus labios pintados de negro. Sus ojos azul mar profundos; y debajo de ellos dos marcas negras a lo largo de sus mejillas. Su sonrisa era maligna. Dijo que iba a matarme y sostuvo una esfera de energía negra para hacerlo. Si uno de los caballeros de la Orden de la Luz no la hubiera distraído, probablemente yo hubiera muerto. Después, creo que se olvidó de mí, porque sentí que caía fuertemente desde muy alto y seguramente perdí el conocimiento, porque días después estaba en la enfermería y con esta cicatriz entre el hombro y el pecho.
_ ¡Debe haber sido terrible para ti!
_ ¡No tienes idea cuánto! Todavía en ocasiones tengo pesadillas. La veo y la oigo en mis sueños y me despierto muy asustado. No puedo volver a dormirme de la impresión después de estos sueños.
_ Yo estoy contigo ahora. No temas. Yo te protegeré. ¡Estarás bien!
_ ¿Pasarás la noche aquí conmigo? ¿Y si te descubren; si nos descubren?
_ Haré un conjuro de teletransportación a mi cuarto. Lo leí en un libro hace un tiempo y lo practiqué y creo que me sale bien. Nunca me ha fallado antes.
_ ¡Eres increíble! Aparte de lo hermosa que eres tu magia es bastante buena. Te amo Alix.
_ Y yo a ti. Ahora descansa, y olvida por el momento a la hechicera oscura_ dijo Alix besando sus ojos _ ¡Duerme! Necesitas descansar.
Y sin que Isaac lo notara, lanzó un conjuro de sueño que lo hizo dormir de manera instantánea.
“_ Si supieras que yo soy la hechicera oscura, de seguro morirías de la impresión_ pensó Alix_ Y pensar que cuando eras niño casi te mato… Y ahora dices que me amas sin saber realmente quien soy…. Eres una buena persona, ¡Ojalá nunca tengas que confrontarme, no me gustaría esta vez tener que matarte!”.
Se vistió y salió del cuarto; antes de salir eliminó el hechizo del sonido y el de la ilusión y cerró la puerta normalmente.
“_ ¿Sabes?_ pensó- Podría amarte, si no me tuvieras tantísimo miedo como para revelarte la verdad y no enloquecerte. Casi es una lástima, porque de veras me gustas”.
Y con una sonrisa en sus labios murmuró “transportem” y llegó a su cuarto. Pensó en Isaac y comprendió que también tenía sentimientos por él, talvez aún más de los que sentía por Lucas; pero que sería algo imposible `por el miedo tan grande que él sentía por su verdadero ser. Esa noche durmió algo intranquila; algo cambiaba de manera inevitable dentro de ella, sin poder hacer nada, aunque no le gustara. Ojalá pudiera mantener su carácter y destruirlos a todos. Ahora, ya no estaba tan segura de poder o de querer lograrlo. Era una meta que aunque fuera cada vez más fácil de alcanzar, deseaba cada vez menos. Sus sueños eran una total confusión, al igual que su vida ahora.
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Hola!
ResponderEliminarAcabo de leerme los seis capítulos que tenía atrasados del tirón. Es fantástica esta historia, me está gustando mucho. El enredo de sentimientos que está experimentando ahora Alix, que la hace dudar de sus planes de veganza va a dar mucho juego. Y ni pensar quiero cuando Lucas e Isaac se enteren de que ella es el Hada oscura. ¡Ay ay ay!
Y lo peor de todo, que hasta la semana que viene no volverás a publicar!!!!!!!
Cuidate!!
Besos!!