lunes, 29 de agosto de 2011
CUARTA PARTE: SOLO PARA TUS OJOS HARRY
TODOS LOS PERSONAJES DEL MUNDO DE HARRY POTTER SON INVENCION DE LA MARAVILLOSA J.K.ROWLING, QUIEN TIENE TODOS LOS DERECHOS SOBRE ELLOS. A ZORA ME LA INVENTE YO, Y ESTA HISTORIA ES SIN NINGUN ANIMO DE LUCRO
Mientras se disponía a dormir Harry repasaba en su mente las cosas que habían sucedido ese día. Porqué Ginny odiaba tanto a Zora? Si, está bien, ella le había dicho que estaba enamorada de el, pero Zora no tenía la culpa de que el gustase de ella. De dónde rayos había salido la serpiente que atacó a Ginny y por qué, en especial esto, por qué no le había hecho caso cuando el le había hablado? Las serpientes siempre le habían obedecido, no entendía porqué esa no, y lo peor, no entendía como Ginny había pensado que el podría ser capaz de decirle a la serpiente que lo atacara. Qué acaso no lo conocía? Y bien que mal, aunque Ron no le armó bronca por lo sucedido, si estuvo como muy serio toda la tarde y casi no le habló. Estaba casi seguro de que a Hermione no le gustaba Zora pero que a su vez era muy discreta y prudente y por lo mismo no decía nada.
_ Ah!!! Zora!!!_ pensó_ Es tan hermosa!!! No puedo creer que hicimos el amor hace unos días. Es maravillosa, no quiero perderla. Ahora parece ser mi novia. A Snape no le va a gustar ni tanto pero igual no pienso dejarla. Cómo estarás ahora? Estarás dormida acaso? No se bien de donde saliste pero estoy seguro que contigo siempre voy a ser muy feliz. Que se mueran los otros de envidia, nadie puede superarte mi amor.
Ahhh Zora, de dónde vienes? Mientras Harry duerme en su cama, Zora recuerda en la suya con los ojos entrecerrados porqué estaba ahí.
__________OoO__________
Hace mucho tiempo….
Era una noche oscura, llovía a cantaros. El Señor Oscuro esperaba con ansías el nacimiento de una criatura. Su pobre madre, estaba en un estado de casi inconciencia total, aunque pujaba más para aliviar el dolor del parto que para dar a luz a su bebé. El Señor Oscuro la miró con detenimiento. De la mujer hermosa y poderosa que había deseado y poseído hacía algún tiempo no quedaba nada. Recordó en ese momento con una sonrisa maligna en sus labios como había puesto la maldición de imperius para que ella se decidiera a seguirlo y a hacer todo lo que el quería y había resultado bien. La mujer demostró ser su digno par. Era más cruel y más trastornada incluso que la misma Bellatrix Lestrange quien por cierto la había odiado por, según ella, robar la devoción del Señor Oscuro para si. Pero como al final, lograra intentar poner fin a este dominio sobre ella había sido torturada hasta el punto de perder la razón y su espíritu. En este momento era como un caparazón que albergaba a un ser viviente dentro de ella sin tener conciencia plena del mismo.
En medio de un último grito nació la criatura. Era blanca y hermosa, totalmente perfecta y tenía una pequeña marca en forma de serpiente en la base del cuello. Sus ojos eran azules penetrantes, como alguna vez fueron los de su madre, y tenía el cabello negro como alguna vez hace muchisimo tiempo atrás lo había tenido su padre.
La madre pareció recobrar por un segundo la lucidez en sus ojos cuando oyó llorar al bebé, hizo ademán con sus manos como para que alguien se la diera. En ese momento un rayo de luz verde le dio en el pecho y con la misma rapidez que había sobrevenido el brillo en sus ojos, los mismos se opacaron.
La bruja que había atendido el parto alzó con cuidado a la niña, tanto que casi se podría decir que existía afecto de ella hacia el bebé, pero aquello era imposible, esa niña era el fruto del amor si era que se le podía decir así de su Señor con aquella maldita desdichada, y ella había sido su rival, y había ganado, inclusive cuando su voluntad estuviera fuera de sus manos.
El señor oscuro tomó la criatura entre sus manos, y conjurando un hechizo introdujo parte de su alma en ella. Ahora, ella sería una extensión de el. Mientras ella viviera el nunca moriría, porque esa parte de su alma que vivía en ella estaría viva. Ella sería la lider que llevaría una nueva generación a su dominio.
_ Ahora tu!_ dijo señalando a Bellatrix_ Silencio para siempre. Borrarás estas imágenes de tu cabeza y no recordarás que la niña es mi hija. Puedes irte.
Y al instante había desaparecido y en lo sucesivo nunca recordó lo que había pasado esa noche. Y luego mandó a llamar a uno de sus mortífagos, que aunque era un poco joven ya había conseguido colocarse en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería como profesor de pociones.
_ Severus!
_ Sí mi señor_ dijo el haciendo una leve reverencia.
_ Cuidarás a esta niña como si fuera de tu familia. No podrá faltarle nada y no podrás negarte a obedecerme en esto. Cuando sea mayor y tenga la edad requerida, has de llevarla a que reciba una instrucción adecuada. Vigila que sus poderes se vayan incrementando conforme pase el tiempo.
_ Pero mi señor, seré capaz?¨
_ Te atreves a desafiarme Severus?
_ Claro que no mi señor, es solo que nunca había tenido niños en casa. Y de quien es?
_ Esta niña será tu mayor tesoro, es mi hija y ella ha de mandar a mi lado cuando llegue el momento.
_ Si, mi señor vuestros deseos son ordenes… Pero, cómo he de llamarla?
_ No me importa que nombre le des.
Snape abrazó a la recién nacida que en ese momento dormía tranquilamente. Pobre niña, desde ya tenía un futuro oscuro escrito para ella. Sería una criatura maléfica y poderosa, creada para sumir a las personas en el dolor y la muerte. Por un momento pensó, “_No tiene porqué ser así. Yo te cuidaré y te trataré como si fueras mi hija, y si llegado el momento la maldad se cierne sobre ti, intentaré hacerte ir por el buen camino, aún a costa de mi vida.
La niña creció y conforme pasaba el tiempo iba desarrollando cada vez más y más habilidades mágicas, tantas que a veces asustaban al mismo Snape, como por ejemplo, una vez, en medio de un arranque de cólera rompió en pedazos un jarrón que estaba en la mesa solo por desearlo, como cuando habló una vez con una serpiente o mató a un pájaro cuando este no se dejó atrapar por la niña, entonces solo contaba con 5 años.
Cuando hubo entrado al colegio por supuesto que cayó en la casa de Slytherine, casi no hubo ni que ponerle el sombrero seleccionador, y resultó ser una de las alumnas más avanzadas que hubo en el colegio, ni siquiera Dumbledore que en ese entonces era director le encontraba fallo alguno.
El día en que ella desapareció temió lo peor. Pensó en que acaso el Señor Tenebroso hubiera venido por ella y se la hubiera llevado. No dudaba en que Zora era buena, pero en ese momento era una mente muy vulnerable y dados sus antecedentes familiares temió que la chica se hubiera ido sin más miramientos. Para su fortuna cuando se reunió con Voldemort pudo constatar dos cosas: la chica no había ido a ese lugar, lo cual lo tranquilizó y lo alarmó a la vez porque no sabía que había pasado con ella; y dos, el Señor Oscuro no sabía que ella había desaparecido. Tiempo después cuando se dieron los ataques y los padres de Harry murieron la misma noche en que Voldemort desapareció sintió un dejo de alivio. Extrañaba a la chica, a la cual cuidaba como su hija, pero el hecho de que ella hubiera desparecido y de que su padre también eran innegablemente un hecho que le permitía al menos dormir mejor.
Cuando ella había aparecido de nuevo le pareció algo increíble, sobre todo porque ella no había envejecido a pesar de haber pasado el tiempo. Ella parecía ser la misma que en aquel entonces, ignorante de la realidad de su existencia. Solo que parecía que ahora estaba muy unida a Harry Potter y eso no le gustaba mucho que digamos, no fuera a ser que desencadenara algo en ella que hiciera que pasaran cosas fatales. Se lo mencionó a ella el segundo día de su llegada a Hogwarts pero ella simplemente lo volvió a ver de un modo que lo petrificó del miedo y le dijo seriamente: “_ No te metas en mi asuntos. Eres mi tío querido, pero no voy a permitirte que me digas que debo hacer!” y dando media vuelta quedó sanjada la discusión. Desde entonces no había vuelto a mencionar el asunto ni a hablar casi con ella. Sería acaso la misma niña que el crió o habría cambiado tanto? Ni siquiera se atrevió a preguntarle como hizo para regresar o donde estuvo todo ese tiempo. Creía que era mejor así. En cierta forma le tenía miedo.
_________OoO________
Zora estaba cansada de pasar todos esos años en la oscuridad. No había dejado que nadie la viera desde que le sucedió el incidente con la poción del libro, pero un día escucho una voz que se le hacía tremendamente familiar.
_ Si quieres volver a la normalidad debes buscar la manera de obtener algo que sea parte de Harry Potter.
“_Harry Potter!!!_ pensó ella _ No veo que tiene de especial, solo se salvó del Señor Oscuro porque la maldición rebotó en el. En que podría ayudarme Harry Potter a mi?”
_ No seas majadera y hazme caso_ dijo la voz que apenas si sonó como un silbido _ Busca la manera de que el traspase parte de el a ti y volverás a la normalidad.
_ Qué carajos es ser normal? No creo que nada pueda ayudarme, yo podría bañarme en su sangre y nada pasaría. En fin, por probar nada pierdo.
Voló hasta donde Harry se encontraba, le pareció que el chico no era tan feo y de ahí que se le ocurriera una forma mejor de obtener algo de el sin bañarse en su sangre. Y para su sorpresa había funcionado.
Ahora estaba dormida en su cama. Múltiples imágenes entraban en su cabeza. Imágenes que le mostraban cual era su origen y su fin en este mundo. Serían acaso reales? No creía que su tío quisiera aclararle nada referente al tema si era cierto lo que temía. Esa voz, la voz que había escuchado aquel día, la que parecía un silbido, pertenecía al Señor Oscuro, y el estaba ligado a ella, no sabía bien cómo pero era algo innegable. Temió por lo que ella llevara dentro de si misma y temió por lo que podría pasarle a Harry si seguía cerca de ella. Sería ella acaso la que lo destruiría a el? No quería que eso pasara.
Se despertó de golpe y se sentó en su cama, el sudor le perlaba la frente. Algo malo habría de pasar si ella continuaba cerca de Harry, pero… Cómo hacerlo a un lado? El le gustaba mucho. Debía ser fuerte y resistirse a el. Así ninguno de los dos sufriría ningún daño. Esa noche no volvió a dormirse, le dolía mucho la cabeza y se sentía pesarosa por lo que sentía que era su deber hacer.
Mientras tanto en la torre de Gryffindorf, Harry dormía con sueño plácido y el nombre de Zora murmurado en sus labios.
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