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lunes, 7 de marzo de 2011

XVII: DIA DÉCIMO: FIN DEL TORNEO Y DESPERTAR A UNA NUEVA VIDA.



XVII
DIA DÉCIMO: FIN DEL TORNEO Y DESPERTAR A UNA NUEVA VIDA.


Ese día el torneo se finalizaba mediante una ceremonia de premiación para el ganador. Caleb estaba que no cabía de la emoción. La cantidad obtenida era increíble. Los otros también se sentían satisfechos. Esa chica Lux o Gía como fuera que se llamase los había hecho ganadores de una suma considerable y eso la convertía a ella en algo así como la diosa personal de cada uno. A las chicas eso no les hacía mucha gracia, en especial a Silvana que seguía ardida por todo lo sucedido y la verdad, ya no le veía caso a luchar contra Gía, sabía que no tenía oportunidad alguna: esta se veía como un ser invencible y además intocable porque los chicos jamás dejarían que ella le pusiera las manos encima. En la ceremonia todos le aplaudieron entusiasmados al momento en que la premiaron como ganadora. A ella, la verdad, no le importaba. Ella no había vencido a Cheng para ganar el torneo, lo había hecho por Yoshi, por venganza contra Cheng; el torneo no tenía la más mínima importancia.
Cuando hubo descendido de la tarima, contendientes de otros equipos se acercaron a felicitarla.

_ ¿Cuándo nos darás la revancha?_ le preguntó uno.
_ ¡Nunca! ¡No volveré a pelear!_ dijo ella sonriendo.
_ ¿Por qué?_ preguntaron otros.
_ ¡Voy a tener un hijo y él será mi única preocupación!
_ ¿Quién es el padre?_ preguntó alguien.
_ ¿Qué no es obvio que es Yoshi?_ contestó alguien más_ ¿Es Yoshi verdad?_ le preguntó a Gía.
_ ¡Sí, es Yoshi!_ dijo ella sonriendo.
_ ¡Ya veo porque mataste a Cheng de una manera tan brutal!_ dijo alguien.
_ ¡Él se lo buscó!_ dijo ella con sequedad.
_ Pero, ¿Yoshi estaba muerto, no? ¿Quién lo revivió entonces?
_ ¡Ella, por supuesto!_ dijo Yoshi que recién llegaba, tomándola por la cintura_ Ahora si nos disculpan, debo llevarla a descansar_ dijo, y se la llevó con él_ Tenemos que empacar todo, hoy es el último día que estaremos en el hotel_ le dijo a Gía_ Te quedarás conmigo después. ¿Verdad?
_ ¡Claro que sí! ¡No seas tontito! La cosa es , ¿Dónde vamos a vivir?
_ No lo se la verdad_ dijo él.
_ ¡No pienso ni de broma regresar al bosque!... No te preocupes, ya encontraremos un lugar para vivir, y mientras yo esté contigo, lo demás me sale sobrando_ dijo ella_ Además, tenemos dinero suficiente para establecernos y vivir cómodamente donde queramos.

Al llegar al hotel, ya los chicos habían acabado de empacar, y las chicas casi acababan. Ellos entraron al cuarto y recogieron lo poco que traían con ellos en cuestión de unos minutos.

_ ¡Listo!_ dijeron las chicas sacando unas cuantas maletas bastante grandes.
_ ¿Y Silvana?_ preguntó Aaron.
_ Dijo que había visto a una conocida, que nos adelantáramos; en fin, esperemos que no se moleste porque le empacamos sus cosas sin que estuviera presente_ dijo Helena.
_ ¿Ustedes dónde van a ir?_ dijo Caleb.
_ No sabemos_ dijo Yoshi_ La verdad es que ni Gía ni yo queremos seguir peleando. Tenemos suficiente dinero para vivir con nuestro hijo en paz.
_ Pero… ¡Es que ya somos como una familia!_ dijo Caleb_ ¿Por qué no seguimos juntos? No tienen que pelear si no quieren. ¡Quédense con nosotros!
_ ¿Y Silvana?_ ¡Ella nos odia!_ dijo Yoshi.
_ ¡Ella no va a hacerles nada! Si quiere vivir con nosotros, va a tener que aguantarse porque nadie aquí le va a tolerar sus majaderías y lo mejor, nadie va a dejar que les haga daño y si ella no está de acuerdo, va a tener que irse.

Yoshi miró a Gía; quería ver si ella aprobaba o desaprobaba lo que Caleb acababa de proponer, pero como no viera respuesta en sus ojos, en los cuales se vio reflejado como en un espejo le preguntó por lo bajo.

_ ¿Qué dices Gía? ¿Nos vamos con ellos?
_ Solo si tú quieres_ dijo ella.
_ Son mis amigos.._ dijo él.
_ ¡Lo se! No pienso quitártelos separándote de ellos. Yo iré a donde tú quieras que vaya, yo solo quiero estar contigo.
_ Entonces, ¿Vamos con ellos?
_ Sí.
_ ¡Decidido!_ dijo Caleb sonriendo_ Ahora estaremos juntos. Seremos una verdadera familia y lo mejor; su bebé tendrá muchos tíos que lo querrán y lo cuidarán, y lo mimarán… Y lo malcriarán.
_ Bueno, tampoco para tanto_ dijo ella.
_ Les avisaré a los otros.

En ese preciso momento Silvana entró en la habitación. Se veía nerviosa, como distraída, totalmente ausente y muy pálida.

_ ¡Qué dicha que llegaste, nos tenías preocupadas!_ dijo Helena_ Ojalá que no te importe, empacamos tus cosas.
_ ¿Qué?_ dijo Silvana como despertando de un sueño_ ¿Qué?... ¡Ah sí, está bien!
_ ¿Te sientes bien?_ dijo Darian_ Te ves muy mal.
_ ¡No es nada, tranquila!_ dijo sentándose.

Se veía extenuada, como a punto de caer.

_ Oigan todos, ¡Les tengo una noticia!_ dijo Caleb con entusiasmo y sin prestar atención a Silvana_ ¡Yoshi y Gía van a venir con nosotros! ¡Seremos una familia!

Todos se pusieron muy alegres y se acercaron a ellos.

_ ¿Qué? ¡No puede ser!_ decía en voz muy baja Silvana.

Solo Helena la oyó. De veras se veía muy mal.

_ ¡Jack!_ dijo Helena tomándolo por el brazo y sacándolo del grupo_ Silvana está mal… ¡Y esto la pone peor! No tengo nada en contra de ellos dos pero; ¿No crees que es algo precipitado vivir todos juntos, aún sabiendo que ella se enferma y sufre?
_ Helena, en eso no te metas ¿Ok? Primero, es cosa de ellos, ¡Está decidido! Y la verdad a mi me alegra; segundo, sabes que no soporto a Silvana…
_ ¿Por qué?_ dijo ella molesta.
_ ¿Cómo que por qué? Talvez esté enamorada de Yoshi, pero originalmente venía a matarlo ¿Te acuerdas? ¡Y no digas que no, ni me veas así, ella lo admitió aquí, delante de todos! ¡Y además y como si fuera poco, es hermana de él! ¡Sí, hermana y biológica!... No se tú, pero aparte de mentirosa, yo creo que está perturbada.
_ Pero, ¡Pobrecita!
_ ¡Ningún pobrecita, ella se lo ha buscado todo! No te metas en esto, porque no hay forma posible de que puedas ganar. Después no te quiero oír quejándote porque te lo estoy advirtiendo_ le dijo y se reunió de una vez con los otros.
_ Debemos irnos_ dijo Caleb.
_ ¿Dónde?_ dijo River_ ¡Si no tenemos a dónde ir!
_ ¡Claro que sí! Hice las reservaciones de una villa, eso sí, tenemos que llegar antes de que anochezca.
_ ¿Queda muy lejos?_ preguntó Aaron.
_ ¡Más o menos! En un mes comienza un torneo cerca de la villa, participaremos y mientras tanto nos ambientaremos al lugar, entrenamos y descansaremos a la vez.

Todos se pusieron en marcha. Aaron miró a Silvana y con miedo se acercó a ella. No sabía por qué, o mejor dicho, no quería saber por qué ella se empeñaba siempre en hacerlo sentir rechazado.

_ Silvana, ¿Puedo ayudarte?_ preguntó con timidez.
_ ¿Ayudarme? ¿Con qué?_ dijo ella.
_ Es que te ves mal_ dijo preocupado.
_ A ti eso qué más te da_ dijo como haciendo un esfuerzo.
_ Es que… si me importa.
_ No debería, no soy nada tuyo.
_ Pero… es que tú me gustas y mucho.

Ella lo volvió a ver de una manera que lo hizo sentirse mal, como avergonzado de lo que sentía por ella. Se veía entre molesta e incrédula y a la vez, con un poco de burla y desprecio en sus ojos. Pero no decía nada y Aaron se sentía como que se ahogaba.

_ ¿Y?... ¿Qué se supone que haga? ¿Crees que moriré por ti o algo por el estilo?
_ ¡No tienes por qué ser así!_ le dijo él triste.
_ ¡Pero así es! Yo no te pedí que me quisieras.
_ Yo solo quería…
_ ¡No me importa! ¡Solo vete y déjame en paz! ¡Piérdete! ¡Muérete! ¡lo que sea pero vete!_ le gritó.

Aaron se quedó parado donde estaba. Simplemente no se esperaba algo así. ¿Por qué Silvana tenía que ser tan cruel con él?

_ ¿Qué, no te vas? ¡Bien, como te plazca! ¡Entonces me iré!_ dijo.

Y se puso en pie, pero apenas hubo dado unos cuantos pasos se desvaneció y cayó al suelo. Aaron no se detuvo a pensarlo y la alzó.

_ ¡Silvana! ¡Silvana!_ decía asustado_ ¡Silvana respóndeme!

Ella entreabrió los ojos y lo miró retadora.

_ ¡No te atrevas a tocarme! ¡Eres nada comparado conmigo! ¡Recuerda quién soy!_ dijo con odio, y se desmayó.

Aaron con todo y como se sentía por lo que ella le acababa de decir, no pudo dejarla sola. Le dolía que ella lo despreciara así, pero el hecho era que seguía queriéndola y no pensaba abandonarla a su suerte. A como pudo la bajó a la entrada y entre todos la llevaron al hospital más cercano. Por más mal que les cayera Silvana, no la pensaban abandonar ahora. Luego de examinarla, un doctor les dijo que estaba fuera de peligro, que lo único era que estaba extenuada, que reposaría esa noche y que al día siguiente podrían retirarla si amanecía mejor. Todos acordaron quedarse a esperar si al amanecer Silvana mejoraba.

_ Tranquilo Aaron; ella va a estar bien_ le dijo Eriol para calmarlo.
_ ¡Si vieras que no me importa tanto ya!_ dijo triste_ ¿Qué rayos es estar bien? Yo no lo estoy, y no voy a estarlo en un buen tiempo.
_ ¿Qué pasa?_ dijo asombrado.
_ Ella… ¡Me pasa ella! Prácticamente me escupió en la cara que me odia… No se cómo, pero no volveré a quererla… Tiene razón Gía, ella no vale la pena. ¿Puedes creerlo? ¡Me rompió el corazón una chica que no vale la pena!... Y ahora, solo se que no voy a volver a acercarme a ella nunca más.
_ ¡Olvídala, es lo mejor!
_ ¡Me da lástima ver que se sienta sola!
_ ¿Vas a seguir justificándola? ¡Es que no se puede contigo!
_ ¡Tranquilo! No volverá a ocurrir; pero no por eso voy a desearle el mal. Talvez se lo merezca, pero el hecho es que no puedo.

En otro lado de la sala de espera, Helena disimuladamente culpaba a Gía de lo que le había sucedido a Silvana. A Gía la verdad poco o nada le importaba. Si moría, ¡Moría! No podía sentir compasión por alguien que había intentado matar a Yoshi. No podían pedírselo, no estaba en su naturaleza perdonar algo así; por lo que luego de mirar con indiferencia a Helena, esta no tuvo más remedio que quedarse callada. Esa sí que iba a ser una noche larga, de esas en las que las pesadillas se ven espectacularmente reales.



XVIII
CUANDO EL ODIO QUEMA POR DENTRO


Se dice que los sueños a veces son recuerdos que quedan en el subconsciente, un remanente de la realidad vivida. En un sueño Silvana revivió poco a poco los hechos sucedidos hacía unas horas. Era el final del torneo, el día de la premiación, todos le aplaudían a Gía.
Ella estaba por aparte y al voltear la mirada la vio, viéndola a ella entre las sombras. Sin saber por qué se acercó hacia ella a pesar del temor que sentía por ella. Las hechiceras del inframundo son como espectros oscuros que obtienen su poder de la maldad pura. No sabía por qué, pero presentía que ella tenía la respuesta a todos sus problemas. Se acercó a ella y ella le sonrió.

_ Te esperaba_ dijo ella.
_ Yo quería saber si…
_ ¡Ahórratelo! Estoy aquí por ti. Tu odio es tan grande que se siente desde el fondo de la tierra… Yo tengo la respuesta a tu problema, la cosa está en si eres lo suficientemente fuerte y valiente para llevar a cabo lo que viene.
_ ¡Haré lo que sea!
_ ¡Lo que sea! Qué frase tan interesante_ dijo y sonrió_ No solo es acabar con ella, es ser fuerte para que también no acabe contigo.
_ ¡Nada puede acabar con ella!
_ ¿Quieres apostar? ¿Cuánto quieres perder? Hay algo, por difícil que te parezca que crece dentro de ti, que puede acabar con ella para siempre. ¿Quieres?
_ ¿Cuánto me va a costar?
_ Nada… Tu deseo de destrucción es algo delicioso de sentir, tan placentero, que no te cobraré nada por acabar con ella. Pero tú tienes que saber afrontar las consecuencias, porque al fin y al cabo la empresa la harás tú solita.
_ ¿Crees que tengo algo que pensar?
_ ¿Talvez algo que perder? ¡Piénsalo! En diez minutos te espero del otro lado del coliseo.
“_ ¿Perder? ¿A quién, a Yoshi?”_ pensaba Silvana “_ A ese lo perdí hace tiempo y la verdad ya no me importa matarlo. Y ella me las debe. ¿Qué será tan poderoso como para acabar con ella?”

En eso pasaron Darian y Helena y la vieron y le dijeron que si iba con ellas.

_ Encontré a una amiga que hace tiempo no veía. Adelántense al hotel, dentro de un rato llego_ les había dicho.

A los diez minutos llegó donde había convenido con la bruja. Ella ya estaba en el lugar.

_ Te demoraste ¿Por qué? ¿Dudas acaso?
_ No, tenía que deshacerme de unas amigas. ¡Yo no dudo en esto! Dime ¿Qué es eso tan fatal que yo tengo, que acabará con Gía’
_ ¡Lo tienen todos, cariño! ¡Es el odio en ti!
_ ¡Ah!... ¡Gran cosa! No me estarás haciendo perder el tiempo, porque si es así…
_ ¡Cállate estúpida! ¿Cómo te atreves a dudar de mi?... Ella es un demonio de hielo, pero a fin de cuentas tiene cuerpo humano; solo un fuego muy profundo podrá matarla… Todos hemos sentido esa sensación de ardor en la sangre cuando nos hacen enfadar. Pero el odio es algo serio, el odio puede acabar con todo y quemar cualquier rastro de amor dentro de una persona… Y también puede acabar contigo, por eso es que te pregunté si tienes la fuerza necesaria para esto.
_ ¡La tendré!
_ ¡Bien! Esta píldora que te doy aumentará los niveles de odio en ti. ¡Trágatela! Te vas a sentir mal, porque como ya te dije, el odio consume. Deberás tenerla contigo seis meses, ese tiempo será suficiente para hacer un filtro dentro tuyo. En la luna llena del mes sexto, estarás inundada de él; llorarás sangre viva. Recógela en un frasco y verás como se torna negra. Dilúyela en algo que Gía tome, no te preocupes, que al mezclarla con otros líquidos se volverá incolora y ya no sabrá amarga, simplemente no tendrá sabor. Ella morirá a los pocos minutos, porque se quemará por dentro y entonces habrás completado tu venganza… Una advertencia, debes llorar todo lo que puedas o ese poco que quede dentro tuyo te quemará por completo al igual que a ella y a su bebé. ¿Entendido?
_ Sí. ¡Ella morirá y Yoshi sufrirá hasta un extremo insoportable! ¿Cómo puedo agradecértelo?
_ ¡Solo cumple con tu misión!_ dijo ella y desapareció.

Silvana recordó tomar la píldora verde oscuro, y recordó que en pocos instantes se empezó a sentir mal, como si algo le mordiera las entrañas. Recordaba haber llegado al hotel casi sin fuerzas y haber tratado con desprecio a Aaron. Luego no recordó nada más. Abrió los ojos y se encontró en el hospital. Ya estaba mejor, un poco débil quizás. Seis meses muy duros le esperaban; seis meses en los cuales tendría que aparentar que todo seguía normal como hasta ahora, y en los que no perdería a Gía de vista. Sintió que la sangre ardía en sus venas y se sentía más viva que nunca. Cuando se fue con sus amigos del hospital, las palabras de la hechicera retumbaban en su mente. “¡Solo cumple con tu misión!”. Sonrió y se puso en marcha.


LA OTRA SEMANA PUBLICO EL FINAL. LA VERDAD NO SE SI DEBA SEGUIR CON EL BLOG POR LO QUE UNA VEZ QUE TERMINE DE PUBLICAR LA HISTORIA SEGURO ME DARE UNAS VACACIONES, NO SE SI SERAN DEFINITIVAS. AGRADEZCO CUALQUIER COMENTARIO AL RESPECTO.