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viernes, 8 de octubre de 2010

CAPITULOS 11 Y 12



HOLA!!! ANTES QUE NADA DAR LAS GRACIAS A LUZ POR ESTE PREMIO Y COMO EN REALIDAD TODOS LOS BLOGS QUE LEO PARA MI VALEN ORO (TU QUE ESCRIBES EN UNO DE ELLOS SABES EL ESFUERZO QUE ES ESCRIBIR Y SER ORIGINAL Y SABES QUE EN NINGUN MOMENTO ES PERDIDA DE TIEMPO)LO ENTREGO CON GUSTO A TODOS.
AYER NO PUDE ESCRIBIR PORQUE ESTABA ENFERMA, ASI QUE PUBLICAMOS HOY, NADA TIENE, AQUI SEGUIMOS, MIENTRAS TANTO SEGUIMOS VIVAS Y ESCRIBIENDO.
NO TE OLVIDES DEJAR TUS COMENTAROS AL FINAL.

XI

Al día siguiente Alix se levantó y se alistó para ir a clases. En ellas el profesor Isaac apenas podía voltear a verla.

“_ ¡Dios! ¿Cómo pude ser capaz de haber hecho eso? ¡Es solo una niña! ¡Aunque sea más abierta que las otras, lo es! Aunque la ame, eso no perdona el error.”_ pensaba Isaac.

Alix se divertía leyendo sus pensamientos y mirándolo a los ojos con cara de enamorada, mientras lo oía recriminarse a sí mismo por lo sucedido la noche anterior.
Ese día Lucas vino a buscarla en la tarde. Estuvieron un rato en el cuarto de ella, donde una vez más volvieron a tener sexo. Después se fueron al jardín y pasearon toda la noche. Lo que Alix no sabía, era que en el momento de salir ella con Lucas del cuarto, Amarilis, usando un hechizo, abrió la puerta y entró en el. Revisó con cuidado cada una de las cosas que habían en los estantes y en la cómoda. Cada cuarto tenía una especie de sala pequeña en la entrada, un baño personal y un armario para guardar la ropa, y al fondo, cerca del ventanal y separado de la sala por una especie de pared de cristales, la cama de cada estudiante. Cuando Amarilis se apoyó cerca del espejo de cuerpo entero pegado a la pared, volteó a ver la cama, hecha un total desastre por lo ocurrido. Se acercó a ella y con rabia y tristeza pudo percatarse de lo que había pasado. Después de esto llorando, salió cerró la puerta y se fue para su cuarto.
Cuando en la noche Alix llegó a su cuarto, sintió algo extraño en el ambiente. Todo se veía igual a como ella lo había dejado… pero… tocó el espejo y este le devolvió la imagen de Amarilis viendo hacia la cama, acercándose a ella, llorando y saliendo del lugar. El hechizo había sido hecho para captar los momentos después de que alguien tocara el espejo. Le molestó saber que ella había entrado en su cuarto a la fuerza.

“_ Esa maldita no sabe lo que se ha buscado. Sin embargo, seré cautelosa y esperaré. Quiero saber cual es la mejor manera de hacerle daño y talvez eso tomará algún tiempo. Lo primero será desacreditarla delante de todos. Ya veré cómo. ¡Ella pagará esta intromisión!”.

Al día siguiente antes de entrar a una de las clases Amarilis miraba a Alix con rencor. Cuando entraron le dijo:

_ ¡Eres una descarada!

A lo cual Alix respondió:

_ ¡No entiendo a qué te refieres!

Con una espléndida sonrisa en sus labios.

“_ ¡Maldita! ¡Tú me robaste el cariño de Lucas! ¡Y encima te acostaste con él! ¿Cómo pudiste? ¡Te odio!”_ pensó Amarilis viendo a Alix.
“_ ¿Qué no te das cuenta, basura, que Lucas nunca fue tuyo? Él no te quiere, nunca lo ha hecho y nunca lo hará. Él me ama a mí y tú lo sabes. Además, a él le gustan las hadas y tú no eres una, y, para colmo de males no eres ni hermosa ni sobresaliente, y a nadie le gusta salir con porquerías de clase inferior, ¡Como tú!”:
Estas palabras, calmadas y dichas como en un susurro, lento y suave, fueron escuchadas por Amarilis en su mente. Era la voz de Alix la que le hablaba casi burlándose de ella. La vio mirarla al otro extremo del salón de clase y casi podría jurar que sonreía.

_ ¿Qué dijiste?_ le preguntó acercándose.
_ ¿Me hablas a mí?_ dijo Alix sonriendo_ ¡Yo no he dicho nada!
_ Sí, ¡Yo te oí! Azalea, tú estás más cerca de ella, ¿Tú la oíste verdad?_ preguntó como exasperada.
_ No. No la oí, ¿De qué estás hablando Amarilis?
“_ Eres una pobre estúpida. ¡No sabes cómo me río de ti!”_ se oyó Alix en la mente de Amarilis.
_ ¿La oíste? ¡Lo acaba de hacer otra vez!
_ ¡Yo no te he dicho nada!_ dijo Alix.
_ ¡No la oí! Amarilis te juro que no la oí decirte nada. ¿Te sientes bien?
_ ¡No se cómo lo haces!_ dijo Amarilis.
_ ¡Qué no estoy haciendo nada! ¡Ya deja de decir majaderías! ¿O es que acaso estás loca que oyes y dices cosas sin sentido? ¡Déjame en paz y lárgate de una buena vez que me estás molestando!_ dijo Alix.
_ Amarilis, ¡Es que ella no te está diciendo nada! ¡De veras!_ le dijo Azalea.

Amarilis pasó el resto de la clase molesta y viendo a Alix. Estaba tan distraída que la profesora de conjuros prácticos le llamó la atención varias veces. Le molestaba Alix, no solo era bonita sino también sobresaliente en las materias. Era un éxito desde cualquier punto de vista. Por eso Lucas la amaba. Y, aunque no quería aceptarlo, parte de lo que oyó en su cabeza era cierto. ¿Se estaría volviendo loca? ¿Por qué nadie más podía oírla? Talvez no se sentía bien como decía Azalea. Pero, ¡Es solo que la voz de Alix era tan Lara en su cabeza, sonaba tan real, que simplemente no podía dejarlo ir de su sistema!
A la salida, se acercó a Alix y le dijo:

_ No se cómo lo hiciste, porque yo se que sí pasó. ¡Fue real!
_ ¡Pruébalo si puedes querida! ¡Te reto a hacerlo!_ dijo Alix calmadamente.
_ ¡Yo se lo que hiciste ayer!_ dijo Amarilis como retando a Alix.
_ ¿Ah sí? … Yo también se lo que hiciste y quiero decirte que va contra las reglas del Instituto. ¡No debiste haber entrado en mi cuarto a la fuerza! Si le digo a la rectora, se que te echará de aquí con seguridad. La privacidad es sagrada en este lugar y tú violentaste la mía.
_ ¡Dios! ¿Qué hiciste qué Amarilis?_ dijo consternada Azalea que acababa de llegar_ ¡Estás loca! ¿Cómo pudiste?
_ ¡Ella estaba con Lucas en el cuarto!_ dijo Amarilis con rabia.
_ No está prohibido recibir visitas en nuestras habitaciones. Además Lucas es mi novio; ¡Sí, entérate! ¡Mi – Novio! Y solo por un arranque de celos tuyo no tienes que entrar a mi cuarto forzando la entrada. Yo tengo cómo probarlo y si me decido a acusarte, ¡Estarás acabada!
_ No debiste haberlo hecho Amarilis. Las reglas no prohíben visitas. ¿Por qué lo hiciste? _ dijo Azalea, esta vez ya más preocupada.
_ ¡Porque ella se estaba revolcando con Lucas!_ casi gritó Amarilis.

Un grupo de alumnos se había ido acercando al oír la discusión, que se había ido aumentando y haciéndose más fuerte.

_ ¡Tú lo que tienes es envidia! ¡Odias que yo sea un hada! Odias mi apariencia física y que me vaya bien en las materias.
_ ¡A mí no me consta siquiera que seas un hada! Nunca te he visto transformada.
_ ¡No tengo que hacerlo solo porque tú quieres! Pero ya que insistes_ dijo Alix.

Y se transformó en su magnánima apariencia de hada. Un clamor de admiración se oyó de todos los presentes.

_ Eres patética Amarilis, ¡Y lo peor es que lo sabes! Tú no solo envidias lo que ya te dije, sino que odias que Lucas me haya escogido como su novia. Dices que te he dicho cosas que nunca he dicho, y hay testigos de eso. Dices que hice cosas con Lucas que por mi auto respeto y la honorabilidad de Lucas nunca pasaron. ¡Estás loca! ¡Estás tan loca, que entraste a mi cuarto a la fuerza, a pesar de saber que es prohibido! ¡Siempre estás molestándome!
_ ¿Es eso cierto? _ dijo la rectora acercándose al ver a tanta gente reunida.
- ¡Sí!_ dijo tristemente Amarilis.
_ ¿Y es que acaso no sabe, señorita, que eso es motivo de expulsión?_ preguntó la rectora.
_ Sí lo sabía_ dijo Amarilis.
_ ¿Y entonces por qué lo hizo?
_ Porque ella estaba revolcándose con Lucas.
_ ¡Eso no s verdad!_ dijo Alix firmemente.
_ ¡Esas acusaciones son serias señorita! Y ¿Tiene pruebas acaso?
_ ¡No! ¡Ninguna!_ dijo Amarilis.
_ ¡Porque no pasó! Señora rectora, está hablando de Lucas, ¡De los Caballeros de la Orden de la Luz! ¡Él no sería capaz, ni yo, de hacer algo así! Y tengo pruebas de que nada pasó y de que ella entró en mi cuarto cuando yo no estaba.

Y subieron al cuarto de Alix. Ahí, Alix tocó el espejo y la directora pudo ver a Amarilis en el cuarto, pero, a diferencia de la imagen inicial, la cama se veía completamente bien arreglada y todo estaba en orden.

_ Pero, ¡La cama estaba hecha un desorden!_ dijo Amarilis desesperada.
_ Esto no miente, es un hechizo para guardar la imagen tal y como sucedió, en el tiempo_ dijo Alix.
_ ¡Eso es cierto! Me temo que deberé tomar una desición que no le va a gustar, señorita Amarilis_ dijo la rectora.
_ ¡Señora! Si me permite un momento_ dijo Alix_ Yo lo único que quiero, es que ella no lo vuelva a hacer y que me deje en paz a mí y a Lucas, porque no es divertido que solo por celos y envidias juegue con nuestra honorabilidad. Si no lo vuelve a hace, no hace falta que la eche.
_ ¡Está bien! Si usted me lo pide no la sacaré del Instituto. ¡Pero no lo vuelva a hacer jamás y deje en paz a la señorita Alix!_ dijo la rectora amenazando seriamente a Amarilis y se retiró.

Confundida y molesta, Amarilis no tuvo otro remedio que retirarse.
Ese día, en la noche, Alix entró al cuarto de Amarilis mientras esta dormía; era como una sombra que desaparecía en el piso o en las paredes y realizó un conjuro sobre Amarilis, que en un principio brilló un poco y después volvió a la normalidad.

“_ ¡Ahora nunca será nada igual para ti! Irás perdiendo tu magia y tus energías poco a poco y oirás cosas que no existen y verás cosas que no están y todos creerán que estás enloqueciendo, y algún día serás solo una muñeca de trapo ordinaria, que no sabrá qué sentido tiene el estar viva”_ pensó Alix.

Antes de irse, se acercó a Amarilis y la besó en la frente para completar el conjuro.

_ ¡Vas a desear morir! ¡Bienvenida al día uno del resto de tu triste vida!_ le dijo al oído a Amarilis.

Y desapareció. Amarilis se despertó en ese momento como quien tuvo una pesadilla. Estaba agitada y muy asustada. Las palabras de Alix retumbaban en sus oídos. Encendió la luz y no vio a nadie.

“_ Debe haber sido un mal sueño.”_ pensó.

Y se volvió a acostar, aunque tuvo problemas para volver a dormir.

“_ ¿Y si no fuera un sueño, si de verdad hubiera pasado? ¡Tengo tanto miedo!”_ pensó.

El silencio y la oscuridad le respondieron esa noche.

XII


Había pasado un mes desde el suceso con Amarilis, quien por cierto se veía cada vez más diezmada y perdida, siempre estaba como ausente. Alix, por su parte siguió con su doble juego entre el profesor Isaac y Lucas; aunque dentro la verdad, dentro de su ser, sentía un poco más de predilección por Isaac sin saber exactamente por qué. Su nivel de magia estaba totalmente restaurado al del día en que la habían hecho reposar por casi cien años. Sabía que ya podía transformarse en Neela, pero aún así no se atrevía a hacerlo porque no sabía las consecuencias que esto tendría. Ese día Lucas la llevaría de paseo. ¿Y si le dijera a él la verdad? ¡Talvez, talvez no!
Cuando Lucas la llevó de paseo al bosque para un día de campo, Alix estuvo pensativa, sin embargo él no dijo nada. Ella al rato se volvió hacia él:

_ Lucas, tú me amas ¿Verdad? Sin importar lo que pase… ¿Me amas?
_ ¡Claro que sí! ¿Cómo preguntas eso?
_ Si yo te dijera que tengo un secreto muy grande y que no se cómo decírtelo…
_ Te diría que no me importa, que puedes confiar en mí_ dijo abrazándola.

Ella lo apartó y lo miró fijamente.

_ ¿Y si yo fuera otra persona… alguien diferente… talvez no tan buena persona como crees?
_ ¿A…qué… te refieres? ¡Me estás asustando!

Alix miró y no vio a nadie alrededor.

_ Prométeme que veas lo que veas, vas a recordar que siempre soy yo.

Lucas asintió con la cabeza. Alix se transformó en hada y luego, una especie de luz oscura empezó a rodearla. Sus alas se volvieron como de fuego oscuro, negro en pedazos. Toda prenda que usaba se volvió negra; sus cabellos larguísimos cambiaron de rojo a negro, y por último, bajo sus ojos aparecieron dos marcas negras bajando por sus mejillas del mismo tono de sus labios.
Lucas retrocedió asustado. Casi no se podía mover de la impresión al ver esa figura maligna y poderosa volando frente a él.

_ ¡Tú!.. ¡Tú eres… eres! … ¡No puede ser!_ dijo al fin muerto de miedo.
_ ¡Sí! ¡Yo soy Neela, la hechicera oscura! El día en que me encontraste y me salvaste yo estaba muy débil. Me costó mucho volver a reunir magia para escapar de la dimensión intermedia.
_ ¡Tú! … ¿Por qué? ¡Tú mataste a mi abuelo! ¿Por qué? ¿Por qué no me matas a mí también?_ dijo Lucas casi llorando.
_ Porque eran tiempos diferentes. Yo misma pensaba diferente. Pero, por ti siento un gran cariño y agradecimiento. ¡A ti no podría dañarte nunca! Te quiero demasiado… La pregunta es: ¿Vas a hacerme daño tú ahora que sabes la verdad?
_ Alix no existe, ¿O sí?
_ Alix era mi origen; Alix cambió y se convirtió en Neela. Tenemos apariencias diferentes pero básicamente, somos la misma persona.
_ Yo… ¡No se qué decir! Yo, supongo, que igual te amo… Es solo que... me das cierto… temor.
_ Ya te lo dije, no voy a hacerte daño. En sí, soy la misma.
_ ¡Sí, ya lo se! Pero, ¡Es que tu apariencia es impresionante!
_ Olvídate de eso ahora y solo bésame. ¡No temas!
_ ¡Pero es que eres la hechicera oscura!
_ ¡Sí y por eso, no he dejado de quererte! ¡Ven acá!_ dijo abrazándolo y besándolo apasionadamente.
_ ¡Esto es lo más loco que me ha pasado! ¡Si mis padres lo supieran, se morirían!_ dijo Lucas sonriendo mientras la sostenía por la cintura.
_ ¿Esta noche vas a estar en misión?
_ Sí, y no volveré sino hasta dentro de tres días, ¿Por qué lo mencionas?
_ Pensaba ir a hacerte una visita esta noche.
_ ¿Cómo entrarías? ¡Nadie puede entrar al Santuario más que los de nuestra Orden!
_ ¡Yo se cómo, créeme! En tres días iré a buscarte. No creas que no te encontraré, yo se cómo hacerlo; llegaré a tu habitación y nadie lo notará.
_ ¿Nadie más sabe que tú eres Neela?
_ No nadie, solo tú y te agradecería que me guardaras el secreto, sabes que esto sería un pandemonium si se dan cuenta otras personas. Nadie debe saber nada, aún.
_ ¿Por qué dices “aún”? ¿Qué piensas hacer?
_ ¡Nada! ¡Tú no te preocupes por nada! … Iré a buscarte en unos días_ dijo.

Y besando a Lucas se despidió de él en la entrada del Instituto una vez que hubieron llegado.

“_ Estaré esperando ese día”_ pensó Lucas.

Alix sonrió y volvió a besarlo. Luego él se fue. Desde las ventanas del Instituto, el profesor Isaac miraba la escena con un cierto aire de tristeza y de desilusión.