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lunes, 27 de diciembre de 2010

VII: DÍA DOS




A la mañana siguiente cuando Yoshi se despertó vio a Gía dormida a su lado. Pensó que mejor no la despertaba, era muy probable que se hubiera quedado cuidándolo mientras él dormía y se alistó y salió a la sala común. El otro que estaba ahí era Eriol.

_ ¿Cómo te sientes?_ le preguntó.
_ ¡Ya mejor, gracias! Gía me cuidó toda la noche… Ahora está dormida, no quise despertarla… ¡Estoy tan enamorado de ella!
_ ¿De dónde la sacaste?
_ ¡No lo vas a creer! ¡De la aldea de las amazonas! Es una de ellas, o al menos lo fue porque vive totalmente aparte de ellas.

Y le contó todo lo sucedido con la figura del hielo y de cómo ella lo había salvado de aquel beso frío.

_ ¿Ella sabe tu secreto?_ preguntó Eriol.
_ Se dio cuenta anoche. Yo pensé que ya no iba a querer estar conmigo, pero no fue así. Anoche lo demostró. ¡No me veas así! Yo creo que después del otro día, todos aquí se dieron cuenta de que lo de nosotros es en serio.
_ ¿Y tenías tu otro aspecto?
_ ¡Sí, y ya te dije que ella me dijo que me amaba aún así! Por fin siento que alguien me quiere de verdad y que no me teme.
_ ¡Me da gusto verte feliz!... De lo otro; ¿Encontraste a tu hermana?
_ ¡Sí, no creerías dónde!
_ ¿Dónde?
_ ¡Aquí!
_ ¿Qué?
_ ¡Sí, es Silvana y Gía lo confirmó! Talvez ella no recuerde a Gía, pero Gía si la recuerda a ella… No se si todavía quiera matarme, pero la tengo en la mira. Gía dice que si la ve siquiera intentando mirarme feo la mata. ¡Y tú la viste pelear ayer!
_ ¿Alguien más sabe?
_ ¡No! Y te agradecería que siguieras guardándome el secreto.
_ Hoy participa el equipo de Moira en la tarde. ¿Irás a ver?
_ ¡No lo se! A Gía no le cayó muy bien y le hizo un desplante.
_ ¿A Moira?
_ ¡Sí, y la dejó con un palmo de narices!
_ ¡No te creo!
_ ¡Créelo amigo! ¡Esta chica va en otra luz!

En eso, la puerta del cuarto se abrió y Gía salió envuelta en la sábana.

_ ¡Despertaste!... ¡No debiste haberte trasnochado cuidándome!
_ ¡No podía dejarte así! ¿Te sientes mejor?
_ ¡Sí!_ dijo él besándola.
_ ¡Hola Eriol!
_ ¡Hola!_ saludó el de regreso.

No podía evitar mirarla vestida solo con esa sábana.

_ ¿Vamos a ir a ver al equipo de tu “amiguita”?
_ Si quieres… Es en unas horas, en la tarde.
_ ¡Sí, vamos! Voy a alistarme. ¿Vienes a desayunar?
_ ¡Sí, en un momento!

Ella sonrió y se metió en el cuarto. En los otros cuartos todos empezaban a despertar, cuando en eso, Caleb entró por la puerta.

_ ¡Todos! ¡Vengan aquí ahora!_ dijo.
_ ¿Hace cuanto saliste?_ preguntó Eriol.
_ Temprano, ¡Muy temprano!_ respondió.

Todos salieron a como estaban.

_ ¿Y Gía?_ preguntó Caleb.
_ ¡Vistiéndose! Como me estuvo cuidando toda la noche, se despertó hasta hace poco_ dijo Yoshi.
_ ¡Bien! De todas maneras es contigo con quien quiero hablar_ le dijo a Yoshi_ ¡Estás calificado para la siguiente ronda!
_ ¡Pero si perdí el combate!
_ ¡Ray apareció muerto esta mañana!
_ ¿Qué?_ dijeron todos casi a unísono.
_ ¡Sí, apareció muerto! Y por tanto, te calificaron a ti par la siguiente fase.
_ ¿Cómo fue?
_ No saben, apareció cerca de su habitación. Estaba como congelado, con los ojos en blanco y los labios de un azul morado. Dicen que estaba frío como el hielo.
_ ¿Quién estaba frío como el hielo?_ preguntó Gía saliendo de su cuarto ya vestida.
_ ¡Ray! ¡Está muerto!_ dijo Caleb.
_ ¡Eso es terrible! Cierto que lo odio por lo que le hizo a Yoshi, ¡Pero eso es cosa parte!_ dijo ella.
_ En fin, Yoshi ganó el lugar de Ray. Competirá de nuevo en el día cuarto_ dijo Caleb y se retiró.

Todos hicieron lo mismo. Gía entró con Yoshi al cuarto. Se veía asustado.

_ ¿Qué pasa Yoshi?_ preguntó Gía.
_ ¿Viste como murió? ¡Murió congelado! ¿Y si fue la misma persona que me atacó?
_ ¡Tranquilo! ¡Ella no volverá a hacerte daño!
_ ¿Por qué estás tan segura?
_ ¡Porque lo estoy! ¡Nunca más volverá a lastimarte!
_ ¿Sabes? ¡A veces no se qué pensar de esa seguridad que tienes!
_ ¡No pienses nada!... Vamos, debemos desayunar.

El tiempo pasó y llegó la tarde. Todos fueron a ver competir al equipo de Moira, ¡Bueno, todos menos las chicas!, que en realidad no disfrutaban de ver combates y prefirieron quedarse en el hotel.
De los seis que compitieron esa tarde, solo dos del equipo de Moira pasaron a las finales. Al terminar el último combate Moira se acercó a donde estaban los jueces y algo les dijo. Estos parecían estar de acuerdo con ella porque asentían con la cabeza. Fue entonces que Moira caminó hacia el centro del cuadrado. Entonces de los altoparlantes una voz se escuchó.

_ Mientras se preparan los combates de la noche, tenemos preparada una sorpresa. Como ya todos ustedes saben, Moira casi no pelea ya debido a su gran nivel, pero esta noche ha dispuesto realizar una pelea de exhibición con alguien que elija de entre el público.

Los aplausos y los gritos se oían en el coliseo. Moira caminó hacia donde se encontraban Yoshi, Caleb y el resto del equipo, cerca de la barda norte.

_ ¡Te elijo a ti!_ dijo señalando a Gía.
_ ¡No! ¡No puedes, ella es nueva en el equipo!_ dijo Caleb.
_ ¿Por qué haces esto? Dijo Yoshi mirando a Moira que tenía una sonrisa maligna en su rostro.
_ ¡Tranquilos, yo puedo combatir con ella! ¡Total, ni que fuera la gran cosa!_ dijo calmada.
_ ¿Estás segura?_ preguntó Caleb.
_ ¡Segurísima!_ repuso poniéndose en pie_ Yoshi amor, préstame tu espada.

El se la dio y la miró a los ojos preocupado. Por toda respuesta ella le dio un beso largo y le dio una respuesta desde su mente: “_ Todo va a salir bien, ¡Confía en mi!”. Brincó la barda como si nada y se fue al cuadrilátero donde ya la esperaba Moira.

_ ¡Pensé que no venías!_ le dijo esta.
_ ¡Yo nunca me quito!_ y en un tono más bajo le dijo_ ¡Vas a ver zorra lo que te ganaste por intentar meterte con mi hombre!
_ ¡No sabía que él tuviera dueña porque no me dijo nada!
_ Uno: ¡Porque no te importa!, y dos: ¡Porque te tiene asco! ¡No sabes cuanto nos reímos de ti, de lo patética que eres!

Estas palabras habían hecho efecto en Moira, se le veía en los ojos.

_ ¡Vas a morir y entonces yo me quedaré con Yoshi!
_ ¡No! ¡Tú vas a morir! Además si tú me lograras matar, no lograrías nada con él. ¡No te quiere, nunca lo hará!_ dijo.

Y tiró un golpe con la espada que le hirió el brazo de gravedad.

_ ¿Cómo pudiste?_ dijo asombrada y molesta.
_ ¡Eso no es nada bruja! Apenas estoy calentando… ¡Para cuando acabe contigo, tendrás más pedazos que un rompecabezas grande!

Moira, haciendo un gran esfuerzo, la golpeó en la cara, pero se quedó fría cuando vio que Gía estaba quieta y sonreía.

_ ¿Esto es todo?_ dijo burlándose_ ¡Dime que no! ¡Vamos! ¿De verdad es todo?_ decía Gía_ En fin, ¡Es mi turno ahora!

Y diciendo esto le dio un golpe en el pecho con fuerza y le arañó la cara. Era increíble lo profundos que eran los cortes que hacían sus uñas. Moira dio unos pasos hacia atrás tambaleándose, estaba sangrando bastante.

_ ¿Qué me dices fea? ¿Quedaste con ganas de más?_ le dijo Gía riéndose.

Moira se le vino encima pero ella la golpeó con gran rapidez muchas veces causándole mucho daño. Yoshi y los otros nunca se imaginaron que fuera tan fuerte y tan veloz. Gía estaba haciendo tiras literalmente a Moira. La gente gritaba y aplaudía en las gradas. Nadie sabía como esa chica nueva le estaba dando tal paliza a una leyenda en lo que a peleas se refería, y lo peor era que se veía tan fácil que era de admirar.

_ ¡Tú si que no eres nada!_ le decía Gía esquivando los golpes con facilidad_ ¡Con razón que Yoshi no te quiere para nada1
_ ¡Tú que sabes! ¡Ese niño ni siquiera sabe lo que quiere!_ dijo Moira jadeando.
_ ¡Claro que lo sabe!_ le respondió Gía agarrando con una mano del cuello a Moira y levantándola de manera que sus pies no tocaban el suelo_ Y no es un niño, ¡Es un hombre! ¡Yo puedo dar fe de ello!_ le dijo quedito.

Para Moira fue demasiado pero Gía la golpeó y la tiró al piso. Ella cayó hincada frente a Gía y esta sacó la espada de Yoshi. Moira abrió mucho los ojos, casi no podía moverse. Vio a Gía parada frente a ella. Ahora era ella quien tenía una sonrisa maligna en la cara.

_ Talvez, ¿Sabes? Talvez si me suplicas que te deje vivir lo haga… Solo si juras que nunca más te vas a acercar a Yoshi y que nos dejarás en paz para siempre_ le dijo volviendo a alzarla del cuello.
_ ¿Qué vas a hacerme?_ dijo Moira.
_ Repite conmigo: “¡Soy una basura!”.

Moira lo dijo bajito.

_ ¡Con fuerza, quiero oírte gritar!_ dijo Gía.
_ ¡Soy una basura!_ gritó con fuerza Moira.
_ Ahora ¡Júralo!_ le dijo quedito viéndola a los ojos.
_ ¡Lo juro!_ dijo ella casi llorando_ ¡Lo juro!
_ ¿Sabes qué? ¡No te creo!_ dijo Gía.

Y rápido le clavó la espada en el pecho. Moira abrió los ojos y se le escapó un grito ahogado, y luego entrecerró los ojos y murió. Gía la tiró al suelo y limpió la espada con sus ropas.

_ ¡Tú si que no vales nada!_ murmuró.

Y se fue de la arena. El coliseo había enmudecido. Nadie podía creer que Gía hubiera matado a Moira. Gía llegó hasta donde estaba Yoshi y le entregó la espada.

_ ¡No debió molestarme!... ¡No debió meterse conmigo nunca!_ dijo.

Y se fue por la salida de luchadores. Yoshi no sabía qué decir. En eso, pasaron la repetición del final en la pantalla grande. Yoshi vio algo que lo dejó mudo de horror. Al ver de cerca la cara de Gía, los ojos de esta se veían de un color celeste claro, casi blanco, en los que se veía una luz fría. Nadie más que él lo había visto. Se excusó y se retiró del lugar en busca de Gía. Tenía miedo, tenía mucho miedo. Pensaba en que ojala que ella quisiera hablar porque por lo visto a la fuerza nadie le sacaba nada. La encontró en las afueras del coliseo. Cuando ella lo vio venir, casi sabía a lo que venía.

_ ¡Gía!_ dijo el viéndola sin saber qué más decir.
_ ¡Ya lo se, tenemos que hablar! ¿Te importa si lo hacemos en el cuarto más tarde?... Ahora de verdad estoy cansada y necesito ducharme.
_ ¡Está bien!... ¿Gía?...
_ ¡Yo te lo contaré todo Yoshi! ¡Créeme, si es que en verdad me amas!... Yo se cosas que nadie más sabe, y que solo a ti te las voy a decir, si es que quieres que te las diga… ¡Pero por favor espera! Todo lo que quieras saber y preguntar puedes hacerlo en la noche… Yo te lo diré todo, y… si al final, quieres que me vaya… ¡Entenderé!

Cuando llegaron a “casa”, ella entró en su cuarto junto con Yoshi, se dio un baño y se tiró sobre la cama para quedarse dormida casi de inmediato.
La cabeza le daba vueltas a Yoshi; no quería pensar, casi sabía la respuesta que ella le iba a dar, aunque no había logrado ver nada en su mente. También estaba muy cansado. Venciendo el miedo se acostó al lado de Gía. Después de todo, si ella hubiera querido matarlo antes tuvo sobradas oportunidades para hacerlo, empezando con no ayudarle en el bosque. La amaba y ese era su peor temor… Con todo y lo que temía, no quería que se fuera, no quería que lo dejara. Sin ella, ya nada sería igual.
Cuando al rato llegaron los otros las chicas salieron al encuentro.

_ ¿Qué le ha pasado a Gía, Jack? ¿Por qué venía llena de sangre?_ preguntó Helena.
_ ¿No sabes?
_ ¡No! Vino y se metió en el cuarto con Yoshi. Deben de estar dormidos porque hace rato que no se oye nada.
_ Moira retó en una pelea de exhibición a Gía_ le dijo Jack.
_ ¡Por eso venía llena desangre! ¡Pobre chica!_ dijo Darian.
_ ¿Pobre chica?_ preguntó incrédulo Jack_ ¡Cómo se ve que no la conoces! ¡La sangre que viste no es de ella! ¡Es que no tiene ni un rasguño!
_ ¿Cómo que no? ¿Acaso Moira no pudo golpearla?_ preguntó Helena.
_ ¡Claro que si: muchas veces y tan fuerte, que nos hubiera matado a todos!
_ ¿Y entonces?
_ ¡Entonces nada!... ¡Moira está muerta! ¡Gía la mató como a un perro!
_ Pero, ¿Cómo? ¿Por qué?_ dijo Darian.
_ El otro día la molestó cuando estaba con Yoshi, y la retó ayer y le dijo quien sabe qué cosas, porque el hecho es que Gía estaba furiosa_ dijo Eriol.
_ ¿Tan fuerte es?_ preguntó Helena.
_ Parece que sí, y cuando intentan meterse con ella o con Yoshi… ¡Mejor la dejan en paz!_ respondió Eriol.
_ Es muy probable que con ella ganemos el torneo. No se de dónde diablos la sacó, ¡Pero bendito Yoshi por haberla traído!_ dijo Caleb entusiasmado.
_ ¡A ti solo te importan las peleas!_ respondió Helena molesta.
_ ¡Te equivocas cariño! También está el dinero que nos ganamos, ¡Y esta chica nos va a hacer ganar mucho dinero! ¡Eso te lo aseguro!_ dijo riéndose.

Y todos se rieron menos las chicas. Después, todos se fueron a sus cuartos. Al día siguiente competían River, Eriol y Jan; Caleb decidió que ese año no competiría. No le hacía falta, sabía de buen seguro que Gía ganaría el torneo.


HOLA A TODOS!!! HA PASADO TIEMPO Y ESPERO DE TODO CORAZON QUE TODOS TENGAN UNA FELIZ NAVIDAD Y QUE ESTE AÑO QUE ESTA A PUNTO DE COMENZAR ESTE LLENO DE BENDICIONES PARA CADA UNO. AUNQUE TALVEZ NO LO CREAS, TU, QUE AHORA LEES ESTO, ERES PARTE IMPORTANTE DE MI VIDA, NO TE CONOZCO EN PERSONA PERO AUN ASI ERES ESPECIAL PARA MI Y TE DESEO LO MEJOR QUE LA VIDA PUEDA OFRECER Y ESO QUE EN EL FONDO DE TU CORAZON ANHELAS CON TANTAS GANAS. DESDE YA FELIZ AÑO NUEVO!!!! QUE EL PROXIMO AÑO NOS ENCONTREMOS JUNTOS DE NUEVO Y SIGAMOS SIENDO AMIGOS Y AMIGAS COMO HASTA AHORA.

miércoles, 15 de diciembre de 2010



V
EL DÍA SIGUIENTE

Gía abrió los ojos y lo primero que vio fue a Yoshi durmiendo a su lado. Volteó a ver el reloj sobre la mesa de noche y vio que eran las 11: 45 de la mañana. Habían estado teniendo sexo hasta tarde de la madrugada. ¡Ese chico era un dios! ¡Qué aguante tenía! Vio que en la habitación, en una mesita había una canasta con fruta y dulces y una pequeña nevera con jugos y otras cosas. ¡Cuántas comodidades habían aquí! En el bosque, las amazonas vivían de manera rústica, más rústica aún que la de las personas que vivían en aldeas aledañas al bosque. Aquello era casi medieval. No tenían medicinas modernas, ni electricidad, ni tantas otras cosas que veía ahora. En los pueblos de gitanos cercanos al bosque a los pies de las montañas, tampoco había nada de eso. Para comenzar eran muy pobres y además les gustaba su modo de vida y creían que el mundo moderno aplastaría esa forma pacífica y ancestral de vivir que tanto les gustaba.
Yoshi continuaba dormido. ¡Qué descansara, al día siguiente tenía combate! Todo estaba muy silencioso. O todos se habían ido, o bien, todavía seguían dormidos. La fruta les serviría de desayuno, así no tendrían que salir del cuarto. En eso, Yoshi se despertó.

_ ¡Buenos días dormilón!_ dijo ella.
_ ¡Buenos días!... Mmm, ¿Qué hora es?
_ ¡las doce medio día!
_ ¿Tanto dormimos?_ dijo asombrado.
_ Sí, es que trabajamos hasta tarde_ dijo ella sonriendo.
_ ¿Y los otros?
_ ¡No se nada! O se fueron, o están dormidos.
_ Anoche hicimos mucho ruido… Me da pena, ¿Qué habrán pensado?
_ ¡Lo que les de la gana! ¡A nosotros qué nos importa!... ¡Solo importamos los dos!
_ ¡Gía!... Esa chica_ dijo serio_ Es mi hermana, ¿Verdad?
_ ¡Sí, es ella! ¡No se cómo llegó hasta aquí! Pero apuesto a que ellos no saben la historia verdadera.
_ ¿Por qué no te reconoció?
_ Porque hace mucho que no vivo en la tribu.
_ ¿Intentará matarme?
_ ¡No se, pero, si intenta hacerte daño, yo la mataré a ella!_ dijo decidida_ ¿Alguien más sabe de tu hermana?
_ Solo Eriol. El sabe de ella, de la marca en mi pecho y de… ¡Yo confío en él!_ dijo.
_ ¡Entonces yo confiaré en él!
_ ¿Sabes? El es la reencarnación del legendario demonio Ariel.

Ella se quedó muy seria.

_ ¿De verdad?
_ ¡Sí!... ¿Lo conoces? ¡No! ¡Qué tonto! ¿Cómo podrías? Pero no te preocupes, Eriol es de mi entera confianza. De todos es mi mejor amigo… ¿Puedo hablarle de ti?
_ ¡Claro!_ dijo ella besándolo_ Si de veras lo estimas tanto, yo también lo haré.
_ Debemos buscar algo de desayunar.
_ Allá hay una canasta de frutas_ dijo ella señalándola.
_ Bien. ¡Mira, tenemos una nevera! Seguro que no habías visto una antes. Te confieso que hasta hace unos años yo tampoco sabía lo que era.
_ Según ese chico Caleb hoy tienes el día libre. ¿Qué quieres hacer hoy?

El la miró a los ojos y ella pareció comprender.

_ ¿Ahora?_ preguntó ella.
_ ¿Por qué no?_ dijo el.
_ ¡Wow, a ti si que nada te cansa! ¿Verdad?
_ ¡No! ¡Y menos eso!_ dijo el riéndose.

Los chicos comenzaban a despertar en los otros cuartos. Les había dado la madrugada por el ruido que hacían Gía y Yoshi. Al despertar, ¡Otra vez el ruido de ellos!

_ ¡Señor! ¿Es que todavía quedaron con ganas? ¡Si se fueron a dormir pasadas las tres de la mañana!_ dijo Jack despertándose.
_ ¡Como que alguien quiere reponer el tiempo perdido!_ dijo Aaron.
_ ¡Dejémoslos en paz! Total no es asunto nuestro_ dijo Eriol.
_ ¡Es mi asunto si no me dejan dormir!_ dijo Caleb molesto.

Una hora después todos estaban en la sala de estar, cuando ellos dos salieron. Todos los miraban de arriba abajo.
_ ¿Pasaste bien la noche Yoshi?_ le dijo River con una sonrisa.
_ ¡Sí, muchas gracias!_ dijo él haciéndose el desentendido.
_ ¿Van a salir a algún lado? Porque es que las chicas y yo vamos a ir de tiendas y no sé, pensamos que talvez querías acompañarnos Gía_ dijo Helena intentando mostrarse simpática.
_ ¡Ah! ¡No, gracias! Vamos a ir a caminar por los jardines y el bosque. Además, no se qué es ir de tiendas y solo quiero estar con Yoshi_ dijo ella abrazándolo.
_ ¡Bien!_ Para los que van a salir, los quiero aquí a las siete p.m a más tardar. Eviten problemas con miembros de otros equipos. ¡Que se diviertan!_ dijo Caleb.

Yoshi y Gía bajaron de su piso y empezaron a caminar por los jardines. El empezó a contarle de su vida con los gitanos y de cómo había tenido que huir. De cómo había tenido que matar y robar por supervivencia. Pero en momentos, parecía que le tenía que contar algo muy importante y no hallaba el valor para hacerlo… Cuando intentaba decírselo se veía preocupación y angustia en sus ojos y acababa por no decirlo y cambiar el tema.
Estaban caminando por el bosque, cuando alguien lo llamó:

_ ¡Yoshi! ¿Eres tú? ¡Pensé que no venías! ¡Qué gusto verte!

Al voltearse vieron a una mujer como de treinta años, de cabello corto color fucsia y una enorme cicatriz en la cara.
_ ¡Hola Moira! ¿Cómo has estado?_ dijo el con desgano.

Ya Yoshi le había contado de los acosos de Moira a Gía, y esta estaba también muy seria por irrumpir así en su territorio.

_ ¿Cuándo participas? Yo no se si voy a participar este año, pero mi equipo compite el segundo día.
_ Mañana.
_ ¡Claro! Me hubiera gustado más que participaras en mi equipo. ¿Qué debo hacer para tenerte de regreso en el?

Gía se acercó a Yoshi y lo abrazó.

_ ¡Tienes una amiga!_ dijo Moira sin poder evitar verse molesta_ ¿Cómo te llamas?
_ Soy Gía, ¡La mujer de Yoshi!_ dijo con firmeza.
_ ¡Hola! ¡No me contabas!_ dijo volviéndose a Yoshi a la vez que le enviaba una mirada de incredulidad_ ¡Espero no haberlos interrumpido!_ añadió con sorna.
_¡Pues si lo hiciste!_ dijo molesta Gía_ Pero ya que lo has hecho, dime que por lo menos es para algo importante.
_ ¡Yo solo quería saludar!_ dijo sin creer lo que estaba escuchando.
_ Bueno. ¡Ya lo has hecho! Fue un placer conocerte_ y puso énfasis en la palabra placer, haciéndola sonar irónica_ ¡Adiós!
Y dando media vuelta se llevó a Yoshi abrazado a ella sin volver a ver atrás y dejando sola a Moira.

_ Ella se va a intentar vengar por este desaire_ le dijo Yoshi preocupado.
_ ¡Que lo intente! ¡Ya verá lo que se gana si se mete conmigo!_ dijo Gía con tanta seguridad que a Yoshi le dio cosa contrariarla.

Sabía que Moira era muy poderosa, él mismo no podría ganarle en un combate, pero no sabía que tanta fuerza tenía Gía. Su determinación y forma de hablar le habían dado un cierto escalofrío. Pero pensó que Gía solo lo había hecho por la molestia que le había ocasionado Moira.
Se sintió feliz de saber que le importaba tanto a alguien y ahora más que nunca protegería a Gía contra cualquiera y se fiaba más de ella. Pero no sabía aún cómo contar su secreto. Ojala que a ella no le importara si algún día llegaba a mirarlo convertido en eso.
Al llegar al hotel ya sus compañeros estaban ahí. Menos mal que habían llegado a tiempo, porque el asunto de la hora de queda se les había olvidado por completo y sabe Dios cómo se hubiera puesto Caleb si hubieran llegado pasadas las 7: 00 p.m. En cada cuarto esperaba una cena. Una vez que la hubieron terminado se fueron a dormir. Les esperaba un día fuerte y lleno de retos. Tenían que afrontarlo con todas sus habilidades, poderes y coraje para pasar a la siguiente fase.





VI
DÍA UNO

Al día siguiente solevantaron muy temprano y se dirigieron a una especie de coliseo, con un domo de cierre automático gigantesco; habían cuatro graderías en las que cabrían miles de personas. En la parte baja estaban los camerinos, donde los equipos esperaban para salir a participar, la enfermería para atender a los lesionados y hacer actas de defunción y la bancada de los jueces. Sobre la gradería sur estaban los palcos VIP de los organizadores del torneo. Al lado de cada gradería había una pantalla gigante para ver mejor a los peleadores y los combates y sobre la gradería norte había una gran pizarra electrónica con los datos de los participantes.
Este año el ganador del torneo se llevaba diez millones de dólares y un millón para cada compañero de su equipo que estuviera vivo. Para el jefe del equipo el premio era de quince millones.
La competencia era dentro de los límites de un cuadrado marcado en el piso en color azul. Si alguien se salía de el, era descalificado y perdía la oportunidad de seguir participando. Diferente era el caso de quien perdía dentro del cuadrilátero, porque si su promedio con respecto a otros torneos era alto, podía aspirar a peleas de repechaje y seguir en la contienda.
Al llegar al lugar Gía vio muchísima gente. Las graderías estaban llenas del todo. En camerinos vio desde humanos, hasta demonios de aspecto temible. Gía no podía evitar sobrecogerse al verlos y la angustia crecía dentro de Yoshi. Las chicas podían estar con ellos, pero nunca intervenían en los combates. La excitación se sentía en el ambiente.

_ ¡Espero que me vaya bien este año!_ dijo Aaron con alegría.
_ Eso será si no te toca con alguno de nosotros. En especial con Jack_ dijo Eriol y volviéndose hacia Gía añadió_ Jack ganó el año pasado, cuando le cortó la cabeza al demonio con el que estaba peleando.
_ ¡El se lo ganó! Me atacó por la espalda ¡Y ya sabes cómo me pone eso!_ se defendió Jack.
_ Miren, están saliendo en la pizarra los primeros combates.
_ De nuestro equipo hoy participan Haku, Aaron, Mark, Jack, Yoshi y Gía_ dijo Caleb y añadió_ Haku cuidado con tu adversario, sabes que es traicionero y que no se mide ante nada; Mark te tocó difícil, esperemos que tengas suerte; Aaron, Jack y Yoshi pan comido y Gía, ten cuidado, Ánika es una contendiente dura y ya ha matado a algunos antes, no te confíes porque no parezca gran cosa.

En efecto, como lo había dicho Caleb, Jack y Aaron ganaron fácil y a Mark su contendiente lo tiró fuera de la plataforma después de una golpiza ejemplar con lo que quedó descalificado.
Cuando fue el turno de pelear de Gía, esta se paró en el cuadro como si nada. Su contendiente se veía como una niña muy fina sin grandes dotes, pero Caleb le había dicho que no la subestimara. A la primera señal de ataque, Gía rápidamente la tomó del cuello y la levantó, parecía que iba a asfixiarla. De dentro de las ropas que usaba, Ánika intentó sacar un cuchillo y antes de que hubiera acabado de hacerlo, con la mano que le quedaba libre, Gía la golpeó con fuerza en la boca del estómago y la tiró, como quien tira un muñeco de trapo, fuera del cuadro. Ánika fue a caer con todo y su cuchillo frente a la gradería oeste y no pudo ponerse en pie. Gía le había ganado y la habían descalificado.
Las pantallas pasaban en cámara lenta como Ánika literalmente volaba desde el centro del coliseo hasta la barda de la gradería y era descalificada entonces. Helena, Silvana y Darian se miraban asustadas y el resto del equipo estaba admirado, incluido Yoshi.
Como si nada hubiera pasado se salió del cuadro y caminó hasta donde estaban los miembros de su equipo. Llegó hasta donde estaba Yoshi, le echó los brazos al cuello y lo besó. Era tal la frialdad en sus ojos cuando caminaba, que al verla en la pantalla en acercamiento, el público se quedó mudo de asombro. Ni siquiera había alzado a ver donde había caído Ánika. Se veía que era poderosa y que sabía que lo era. No parecía tener misericordia, no estaba en su mirada tranquila y autosuficiente.
El próximo en pelear fue Haku, todo iba muy bien hasta que su oponente que parecía derrotado antes de que terminara el conteo en la pizarra se puso de pie rápido y lo atacó por la espalda, tirándole la cadena que tenía y tallando su cuello hasta caer casi asfixiado. Los gritos de horror se oían en las damas del público, que eran admiradoras de Haku por su apariencia agradable. Haku sintió que se ahogaba, todo se empezaba a ver muy borroso. No quería tener que transformarse pero no veía otra solución, no quería morir. Su aspecto cambió entonces y su fuerza se liberó. Tiró las manos hacia atrás y agarró a su oponente de las orejas y lo tiró delante suyo. El cuello le había quedado marcado por la cadena, quién sabe por cuanto tiempo. Antes de que pudiera darse cuenta, se adversario lo acometió, pero con una velocidad impresionante sacó su espada y se la atravesó en el pecho con lo cual el otro cayó muerto a sus pies. Respiró hondo, limpió la sangre de su espada, recuperó su aspecto habitual y abandonó el lugar de pelea visiblemente molesto por haber tenido que mostrar su verdadero aspecto.
Yoshi notó que Gía estaba muda de asombre, ¿Horror quizás? Y se preocupó más aún.

“_ ¡Por favor, no dejes que me transforme!_ rezaba_ ¡Ella va a odiarme si me ve transformado y se irá!”_ pensaba.

Era el turno de Yoshi. Su oponente Ray era un demonio muy fuerte con poderes psíquicos y capaz de atacar con esferas de energía que el mismo creaba. Yoshi entró en la arena de la pelea. Tenía que vencer a Ray a como diera lugar. Gía estaba viéndolo y no quería que pensara que él era débil.
Atacó con su espada con rapidez a Ray, sino, el empezaría a usar sus poderes psíquicos y acabaría con él. Pero parecía ser que Ray no estaba dispuesto a dejarse ganar tan fácil.

_ Algo te preocupa… No quieres que alguien sepa algo… secreto en ti_ le dijo a la vez que lo esquivaba.
_ ¡Cállate maldito y pelea!_ respondió Yoshi con furia.
_ ¡Esa chica!... La del cabello azul. ¡Tú la quieres!
_ ¡A ti no te importa!_ dijo, y de un tajo le cortó la cara.

Ray se llevó la mano al rostro y al darse cuenta de que sangraba se enfureció.

_ ¡Es muy bonita para andar con una basura como tú!

Esto enojó de veras a Yoshi, pero en el momento en que iba a tocar a Ray, vio que su mano se volvía de un color verdoso. En su asombro se descuidó y entonces Ray atacó, haciéndolo levitar varias veces y rebotar contra el piso, tanto, que ya Yoshi tenía un moretón en la cara, una cortada en la frente y marcas y sangrados en parte de los brazos y las piernas. Lo había hecho subir, ya inconsciente hasta muy alto para rebotarlo contra el piso con fuerza, cuando una voz lo hizo detenerse a unos centímetros del suelo.

_ ¡Alto!_ gritó.

Era la voz de Gía.

_ ¡Ya está inconsciente! ¡Has ganado!
_ ¿Cómo dices?_ dijo él haciéndose el que no la había oído.
_ ¡Déjalo en paz! ¡Que lo sueltes te digo!

Los ojos de Gía reflejaban tal rabia que Ray se quedó en silencio y Yoshi cayó al piso.

_ ¡Es una basura!_ dijo Ray.

Y lo pateó cuando pasó a su lado. Gía se apresuró a ir donde estaba Yoshi, seguía inconsciente y estaba sangrando y muy lastimado.

_ ¡Maldito!_ le gritó a Ray.
_ ¡Enfríate muñeca!_ le dijo él riéndose y se acercó a ella_ ¿Sabes? Si quieres salir con un hombre de verdad, ¡Estoy disponible!... ¡Vamos, no me culpes! Yo no tengo la culpa de que él sea tan poca cosa_ le dijo y se fue.

Gía con la ayuda de Eriol, de Jack y de River llevó a Yoshi al cuarto del hotel. “_ ¡Ojala recupere la conciencia pronto!”_ pensó, y con agua tibia con alcohol empezó a limpiarle las heridas una vez que lo hubo desvestido sobre la cama. ¿Qué le había pasado? Todo iba muy bien hasta que se distrajo por un momento y eso le había costado la pelea. En eso, Yoshi abrió los ojos.

_ ¿Dónde estoy?... ¿Y la pelea?
_ Estamos en el hotel. La pelea ya acabó. Ray ganó.

El miró hacia otro lado; ¡Temía tanto haberla desilusionado!

_ ¡Es un maldito! ¡Nunca le perdonaré el que te hiriera así!_ dijo Gía.

Yoshi seguía en silencio.

_ Solo quiero saber qué fue lo que te hizo perder la concentración… ¿Fui yo acaso?
_ ¡No!... No es tu culpa_ respondió.

En eso recordó lo que le había dicho Ray y comenzó a sentir rabia de cómo había invadido su mente, pero en eso vio que su piel empezaba a cambiar de color nuevamente.

_ ¡Gía, debes irte ahora!_ dijo angustiado_ ¡Necesito que me dejes solo!
_ ¡No! ¡No voy a dejarte solo! ¿Qué te pasa?
_ ¡Vete, después te digo!_ ¡Por favor, déjame solo!_ dijo casi suplicando.

Pero ya su transformación se había completado; su piel se veía con escamas grises, verdes y azules y la marca en su pecho brillaba roja. Vio que Gía estaba muy seria sin decir nada y solo acató a cubrirse con la manta que tenían en la cama.

_ ¡Si quieres puedes irte ya! ¡No tienes por qué quedarte conmigo ahora!_ dijo con tristeza.
_ ¡Pero Yoshi! …
_ ¡No digas nada! ¡Vete! Yo vi la cara que pusiste cuando se transformó Haku. También vi la cara cuando veías a los otros demonios.
_ ¡Yoshi!_ dijo ella suavemente destapándolo hasta el pecho_ ¡Yo no voy a dejarte por esto! ¡Yo te amo de todas maneras! Ya fueras azul, verde, amarillo, rojo…
_ ¿Lo dices de verdad?_ dijo sentándose en la cama.
_ ¡Si!... ¿Por qué no me lo dijiste antes? ¿Tan poquito confías en mí?
_ ¡No es eso! ¡Es que no creí gustarte así! Esto fue lo que me distrajo… Es que todavía no controlo bien mi transformación como lo hace Haku… ¿Me perdonas?
_ ¡No hay nada que perdonar!_ dijo ella besándolo como la primera vez_ Lo que si hay que hacer es curarte, ¡Ese imbécil te lastimó en serio!_ dijo tomando la toalla y limpiándole las heridas.
_ Gía… Yo te amo_ dijo quedito.
_ ¡Yo lo se Yoshi!
_ Es solo que nunca se lo había dicho a nadie. Nunca había querido a nadie.

Ella puso en el suelo la toalla con que lo curaba y se sacó la ropa.

_ ¡Ven acá! ¡Sí, ven!_ dijo abrazándolo.
_ No me gustaría hacerlo ahora_ dijo él_ No con este aspecto. ¡No me gusta verme así!
_ ¡Yo te amo a ti, no a tu aspecto!_ dijo ella.
_ ¿De veras no te importa?_ preguntó él.
_ ¡No, para nada!... ¡Ven aquí!

Yoshi no se lo podía creer. Ella de verdad lo aceptaba en todo y lo amaba. Sus besos y sus caricias le alivianaban un peso que sentía en el alma. Al final, después del clímax, logró volver a su aspecto normal.

_ No vuelvas a dudar de mi, o del amor que te tengo_ dijo Gía muy seria_ Ahora duerme, que mañana será otro día y si no descansas Caleb va a matarnos.

Ambos rieron. No era muy tarde, las 9:00 p.m solamente. Pero Yoshi se quedó dormido rápido. Gía le pasó la mano quedito por los cabellos. ¡Ese maldito de Ray de verdad lo había lastimado!
Al poco rato todos fueron llegando y al ver que todo en la habitación estaba en silencio, se fueron a dormir.
Las 11:00 p.m. Gía seguía despierta. El odio y la ira que sentía por Ray no la dejaban dormir. Sentía que se iba a ahogar si no se las cobraba con ese mal nacido. ¡No podía más, algo debía hacer! Se colocó su capa negra, besó a Yoshi en la frente y salió sigilosa. Llevaba un brillo extraño en los ojos.



OK ESTA VEZ VAN DOS CAPITULOS EN LA ENTRADA POR DOS MOTIVOS: 1) LOS CAPITULOS SON MUY CORTOS. 2) DE VERAS ME CUESTA TENER TIEMPO PARA MI EN LA COMPU DE MI CASA, ADEMAS DE TODO ESTO VOY APARA LA PLAYA DEL 18 AL 21 Y AUNQUE ESPERO PODER PUBLICAR LA OTRA SEMANA, NADA ME ASEGURA QUE PUEDA HACERLO.
ESPERO QUE LES GUSTE Y NO SE OLVIDEN DEJAR SUS COMENTARIOS, PARA MI SON TODOS IMPORTANTES!!!


Hola a todos y todas!!! Estoy participando en un concurso en el blog de mi amiga Bonnie. La historia con la que concurso es Cuento Dos: El Hada Oscura. Espero que les guste y si es posible que me apoyen.

martes, 7 de diciembre de 2010

CAPITULO 4: LA LLEGADA




IV

LA LLEGADA

Al día siguiente, al atardecer, Yoshi y Gía llegaron al hotel. Ella venía cubierta con una capa con capucha de color negro y era imposible distinguir si era hombre o mujer y cómo era su cara. La gente se apartaba conforme Yoshi iba apareciendo; muchos de los competidores lo conocían y tenían la esperanza de que no apareciera dado el atraso de dos días; algunos hasta mostraban temor por su presencia, pero lo que más les extrañaba era esa persona, ¿O demonio quizás? Que venía con él, porque era bien sabido de todos que a Yoshi le gustaba la soledad y que casi nunca andaba acompañado.
En la recepción del hotel le habían dicho que sus amigos estaban en la suite Majestic del piso doce y hacia allá se dirigió. Cuando llegó a ella, tocó la puerta y hubo entrado todos llegaron a saludarlo.

_ ¡Pensamos que ya no venías!_ dijo Jack.
_ ¿En dónde estabas? ¡Me tenías preocupado!_ le murmuró Eriol por lo bajo.
_ Luego te cuento_ le dijo quedito a Eriol.
_ ¡Hasta que apareciste! ¿Sabes? ¡Estaba decidido a tomar tu cuarto si no llegabas hoy!_ le dijo Caleb.
_ ¿Podemos hablar?_ le dijo_ Necesito pedirte que dejes ingresar a alguien más al equipo.

En ese momento todos voltearon y notaron la figura con la capa negra que estaba cerca de la puerta. Estaban tan distraídos con la llegada de Yoshi que no se habían percatado de su presencia.

_ ¡No lo se!_ dijo Caleb_ ¿Y si le dicen que no estuvo en preliminares? ¿Por lo menos sabe pelear bien?
_ Creo que si. ¡Vamos Caleb! ¡Tu sabes que nunca a nadie de tu equipo le piden que haga preliminares!
_ ¡Está bien! Pero, ¿Dónde dormirá?
_ ¡Conmigo!_ dijo Yoshi con toda naturalidad.
Y eso hizo que todos voltearan admirados porque ¿Yoshi? ¿Compartiendo cuarto? ¡Nunca!

_ Si crees que no te incomoda…_ respondió Caleb incrédulo.
_ ¡No! No me importa.

La chica nueva miró a Yoshi y sintió que el corazón le latía rápido. No sabía por qué pero se sentía atraída por ese chico que acababa de llegar. ¡Eso no podía ser! ¡Ella odiaba a los hombres! ¿Por qué se sentía así por uno, y máxime uno que acababa de conocer?
Darian seguramente notó que algo la había sonrojado un poco, porque le preguntó al oído si se sentía bien. Ella dijo que sí sin dejar de mirar a Yoshi. Helena pareció adivinar algo, porque le dijo quedito:

_ ¡Olvídalo! ¡A él no le gustan las chicas! ¡Ni siquiera habla con nosotras!

La figura vestida de negro se dirigió hacia el cuarto de Yoshi y cuando iba a abrir la puerta, Caleb añadió de repente:

_ ¡Pero qué tonto! ¿Dónde están mis modales? Yo soy Caleb, este es Jack, este es Aaron, este es Mark, Haku, Eriol, Jan, River_ dijo señalando a los chicos, y volviéndose hacia las chicas_ Helena, la novia de Jack, su mejor amiga Darian y una amiga de ambas, Silvana. Ella es nueva en el grupo también.

Al oír ese nombre Yoshi volteó a ver a la chica y vio que era la misma de la tribu de las amazonas. Era su hermana.

_ Silvana busca a su hermano_ dijo Helena_ lo único que sabe es que es peleador y espera volver a reunirse con el para abrazarlo, porque los separaron cuando el era un bebé.

Yoshi miró a la figura vestida de negro y esta asintió con la cabeza una vez.

_ ¡Bueno! ¡Somos todos!_ dijo Caleb_ ¿Cuál es tu nombre?
_ ¡Gía!_ dijo la figura sacándose la capa.

Todos se quedaron mudos y boquiabiertos.

_ ¡Es una chica!_ dijo alguien por lo bajo.

Yoshi volvió a ver a Eriol. Oyó la pregunta en su mente: “_ ¿Dónde la encontraste?”, y le mandó una mirada: “_ Después te digo.”

_ Si quieres, ¡Puedes dormir con nosotras!_ dijo Helena_ ¡Nos queda una cama en el cuarto!
_ ¡No, gracias! ¡Yo duermo en donde duerma Yoshi!_ dijo resuelta.
_ ¡OK! ¡Entonces, ayúdenme a pasar la cama al otro cuarto!_ dijo Helena con solicitud.
_ ¡No hace falta, gracias!_ dijo Gía.

Todos se quedaron perplejos. River rompió el silencio con una carcajada:

_ ¡Ya entiendo! ¡Es que seguramente esta chica es la novia de Yoshi!_ dijo guiñando un ojo y hablando en un tono travieso y con intención.
_ ¡No!_ dijo ella con la tranquilidad con la que se toma un vaso de agua_ ¡Yo no soy su novia! ¡Soy su mujer!

Y ahora si que nadie dijo nada, pero volvieron a ver todos a Yoshi, quien por vez primera se veía sonrojado.

_ ¡Es cierto!_ dijo al fin.
_ ¡Bueno; Felicidades!_ dijo Jack alegremente_ ¡Yo ya sabía que toso eso de “soy el señor oscuridad, la negación absoluta” eran puras mentiras! A fin de cuentas eres hombre, y algún día, te tocaba enamorarte de alguien. Y usted señorita, ¡Mis más sinceras felicitaciones por traer a este necio de vuelta al mundo!_ dijo volviéndose a Gía.
_ ¡Bien, todos pongan atención!_ dijo Caleb_ Mañana es el último día de preliminares. Pasado mañana nos toca competir en la tarde. Hoy y mañana en la mañana pueden hacer lo que les de la gana, pero mañana en la noche pueden descansar y de hecho deben hacerlo. No quiero que por agotamiento pierdan algún combate. Y recuerden, entre más avancemos más grande es la paga.
Cada uno se dirigió a su cuarto. En su cuarto, Jan les decía a los otros:

_ ¿Vieron la mujer de Yoshi? Es bellísima. ¿Cómo le habrá hecho para conseguirla?
_ ¡Seguramente por su atractivo no será!_ dijo Mark con seguridad y un dejo de vanidad.
_ Será que tiene “dones” ocultos_ dijo riéndose River.
_ Me pregunto si sabrá lo de su cambio de apariencia_ dijo Haku serio_ Por lo general, el problema se le agrava cuando pelea.
_ Me pregunto se ella sabe que él ha matado muchas veces_ decía Jan_ ¿Y si le hace algo malo, o la lastima?
_ ¡Uy no!... ¡Huelo problemas! Nuestro amigo Jan se está enamorando de la novia de Yoshi_ dijo en broma River, pero se quedó serio al ver los ojos de Jan y darse cuenta de que era cierto.
_ ¡Jan!_ dijo Haku acercándose y sentándose a su lado_ ¡No puede ser! ¡Apenas la conociste hoy!... ¿Es en serio?
_ Creo que sí!... Es algo muy fuerte que sentí dentro… ¡Como si me faltara el aire!... no puedo casi respirar, no se qué es y mucho menos puedo explicarlo_ dijo despacio y con tristeza.
_ Pero… ¡Es que es la mujer de Yoshi, sabes que no puede ser! No solo el te mataría sino que ella se ve muy a gusto con el y no creo que lo deje o le sea infiel, ¡Tu la oíste como dijo casi con orgullo que era la mujer de él!
_ Sí, ¡Yo se que no tengo esperanzas! Pero es que ya no hay nada que pueda hacer… ¡Y me siento tan mal! Nunca me había pasado nada parecido.
_ Creo que lo mejor que debes hacer es olvidarla, ¡Ella está totalmente enamorada de Yoshi!_ dijo Mark.
_ ¿Tu cómo lo sabes?_ dijo angustiado.
_ Porque desde aquí los oigo_ respondió.

En efecto, desde el cuarto de ellos se oían ruidos y gemidos provenientes del cuarto de Yoshi. Jan puso cara de desilusión y se fue a dormir. Nadie dijo nada cuando apagó la luz.
En el cuarto de las chicas sucedía algo similar. Silvana aunque no lo demostraba estaba ofuscada y triste. Por un lado se sentía molesta porque se dio cuenta que le gustaba Yoshi y por otro lado se sentía dolida; se dio cuenta de que el único chico que le había gustado en su vida y probablemente el último, no iba a ser para ella. El amaba a Gía, tanto que los podía oír desde su cama al otro lado de la suite y con la puerta cerrada. Era obvio lo que estaban haciendo y eso le dolía no sabía por qué. Se preguntaba si esa chica sabría lo de la transformación de Yoshi; ella personalmente no lo había visto y ahora que lo conocía no le habría importado. Helena le había contado con detalles todo lo relacionado con ello… ¡Ahí estaban en el otro cuarto, juntos!... ¡Qué rabia que le daban! Mientras tanto, oía a las chicas murmurar.

_ ¡Dios, no puedo creer que estén haciendo eso!... ¡Y menos Yoshi!
_ ¡Sí, qué escándalo que se traen!
_ ¡Es un asco! Digo, ¿Es que no les da vergüenza?
_ ¡Yo creo que no! ¡Qué cara tienes! ¡Cómo si nunca lo hubieras hecho con Jack!
_ ¡No, nunca! ¿Tu si habías hecho algo parecido? ¡Es que como te parece tan natural!
_ ¡Cállate Helena, sabes que yo tampoco he hecho nada!_ le dijo tirándole una almohada.

En eso se volvieron hacia Silvana. Como vio que no estaba dormida, Darian le preguntó:

_ ¿Y tu qué dices? ¿Ya habías hecho eso antes?
_ ¿Cómo le preguntas eso? ¿Qué no ves que a ella le gustó Yoshi?
_ ¡Ya no importa!_ dijo Silvana suave.
_ ¡Ay amiga no te preocupes, estoy segura de que habrán otros chicos!
_ ¡Y los hay!_ dijo Darian_ El otro día Aaron me preguntó que si yo sabía si tu tenías algún novio.

Silvana abrió mucho los ojos, pero después dijo:

_ ¿Dónde la habrá encontrado?
_ ¡Ni idea! ¡Pero imagina tú la clase de lugar a juzgar por ella!
_ ¡No vale la pena! Además, ya te lo dije, ¡Tienes a Aaron esperando porque le digas que sí! Tu sabrás si lo haces. ¡No está tan mal!

En el cuarto de al lado, los chicos apenas contenían la risa de oír el barullo que esos dos armaban, y murmuraban:

_ ¡Mira lo que es tener suerte! Yo no he logrado nada con Helena ¡Y somos novios hace como dos años!
_ Mientras no le afecte en su desempeño al pelear, a mi no me importa_ dijo Caleb como si nada.
_ ¡Tu quisieras que ella afectara tu desempeño al pelear!_ dijo Aaron y todos se rieron.
_ Y tu quisieras que el tuyo lo afectara esa chica Silvana_ dijo Caleb.

Aaron se puso colorado y todos rieron nuevamente.

_ ¡Es que es muy bonita! ¡Claro, no tan bonita como la novia de Yoshi!_ respondió.
_ ¡Su mujer!_ recalcó Jack imitándola.

Eriol estaba muy callado. Su amigo nunca había sido así. ¿Qué le habría pasado?¿ Por qué este cambio ahora? ¿Qué era eso que había visto que le explicaría al día siguiente? ¡Ella! ¡Le era familiar pero no sabía de dónde la conocía! ¿Sería un recuerdo de su vida pasada? ¡No! Se veía que ella era muy joven.

_ ¿Por qué no dices nada Eriol?_ dijo Caleb sacándolo de sus pensamientos_ ¡Es raro que no estés defendiendo a Yoshi!
_ ¡El sabe lo que hace!_ repuso serio_ Además si eso lo hace feliz, ¡Bien por él! ¡Ya era hora de que alguien lo relajara un poco!
_ ¡Uy, cuanta tensión!_ respondió Caleb.
_ Yo creo que Darian estaría dispuesta a sacártela de encima_ dijo Jack_ O al menos eso es lo que dice Helena.

Eriol se sonrojó.

_ ¿Cómo dices eso? ¡Serán ideas tuyas! ¡Ni te imagines nada!
_ No, ¡Si el que se está imaginando eres tú! Si vieras lo roja que está tu cara ahora_ dijo Jack con intención.

Y todos soltaron la risa. Así pasaron toda la noche.
En su habitación, Yoshi y Gía la estaban pasando genial. No les importaba si hacían ruido o si los otros murmuraban. No les importaba nada.

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HOLA!!!! y perdon a todas por no haber podido comentar en sus blogs las diferentes entradas. veran, el cuento es que me he quedado sin trabajo (no importa porque como soy abogada y puedo trabajar como notaria publica casi no me afecta) y de momento estoy en mi casa. Decidi que ya que tenia libre diciembre me lo iba a tomar de vacaciones y despues empezaría a trabajar en la oficina de mi novio (que tambien es abogado y notario), pero la unica compu que sirve en mi casa la comparten mis hermanos y uno esta en proyecto de tesis y la otra acaba de terminar semestre de 4 año de topografia, asi que como veran esta reñida la cosa. Por lo mismo las publicaciones seran en dias salteados y no siempre los jueves. Agradezco comprension y espero tus comentarios.

lunes, 29 de noviembre de 2010

CAPITULO 3



III

LOS AMIGOS

No es que Yoshi tuviera “amigos- amigos” en el término estricto; el los consideraba más como compañeros de viaje o de lucha; ellos sabían que el era desapegado a todos en general y aún así lo aceptaban y lo consideraban su amigo.
El siempre había sido muy reservado con respecto a su vida; era hasta cierto punto huraño y a veces, daba miedo cuando en combate mataba a su contrincante con tanta frialdad como si no hubiera hecho nada y se dormía con gran facilidad.
Ellos solo sabían que hacía un tiempo había dicho que tenía una hermana, ¡Nada más! No quiso referirse a nada más, ni dar más detalles y la verdad, por el tono con el que lo había hecho nadie preguntó más.
Cuando estaban en algún sitio, el dormía aparte, casi siempre comía solo y no salía en los ratos libres. Sabían que no le gustaban las mujeres, en apariencia al menos, porque por lo general a ellos los acompañaban dos todo el tiempo: Helena, de cabello castaño, no muy bonita pero simpática. Ella era la novia de Jack, uno de los chicos del grupo. La otra chica era Darian, de cabellos rubios, ojos de color café, era la mejor amiga de Helena y la acompañaba a todas partes. A Yoshi no le gustaba hablar con ellas como todos los demás del grupo lo hacían, ni siquiera les dirigía el saludo o las alzaba a ver, era como si ellas no estuvieran y la verdad es que ellas ya estaban acostumbradas a la manera de ser de el y no le prestaban mucha atención. Sabían que no era malo del todo, pero que le gustaba que lo dejaran en paz.
En total, el grupo de amigos de Yoshi se componía de cinco jóvenes. El primero de ellos Caleb era por decirlo el jefe del equipo. Alto delgado de cabello rojizo claro y los ojos verdes. Casi nunca peleaba, pero cuando lo hacía, utilizaba poderes nunca antes vistos por las personas ordinarias. Se decía que era un demonio de más de cien años pero en realidad nunca nadie se había molestado en preguntarle si eso era verdad. Aparentaba veintitantos años y era justamente el, quien concertaba la participación del equipo en los diferentes torneos, claro está, después de haber cobrado un adelanto por participación y de haber asegurado que el equipo tendría un lugar para quedarse con suficientes comodidades, buena alimentación y sobre todo, privacidad.
El segundo de ellos era Aaron, que era un humano con buenos puños y con habilidad para manejar la espada. Al principio era un buscapleitos, pero su temperamento había ido cambiando con el tiempo; para sus dieciocho años había estado en muchas peleas, nunca había matado a nadie en combate y de los seis del equipo era el más débil. A veces, sacaba valor no se sabía de dónde, a veces se llevaba las peores palizas y como en dos ocasiones estuvo a punto de morir. Admiraba a su amigo Jack, porque, aunque este era también un humano, venía de una casta de ninjas y tenía tanta o más habilidad que aquellos con poderes especiales. Era alto no muy fornido, de ojos azules y cabellos castaños. Sus facciones no eran muy agraciadas que digamos, pero en sí no formaban un mal conjunto. Siempre decía alguna cosa sin sentido que provocaba risas o problemas, sin embargo, su carácter era afable y siempre estaba de buen humor.
El tercero de ellos era Jack, que como ya se dijo, venía de una familia de ninjas. Al quedar huérfano a los quince años, decidió emprender viaje y buscar destino. En uno de los pueblos en que estuvo, salvo a Aaron de morir ahogado y desde entonces fueron amigos. Tenían la misma edad y compartían los mismos gustos. Fue Aaron quien le presentó a Helena y desde entonces habían sido novios. Ella tampoco tenía familia y por eso se fue con el. Al escapar del orfanato, su amiga Darian se les había unido. Luego de una demostración de lucha en un pueblo, Aaron y Jack fueron llamados por Caleb, quien los invitó a formar parte del equipo con el que competiría en un torneo de mercenarios. Como la paga era buena, aceptaron y desde entonces, andaban con el.
El cuarto miembro del equipo era Eriol un chico que se veía siempre muy tranquilo, con imagen de pacifista. Tenía unos veinte años; alto, atlético, cabello color borgoña y ojos verde mar. No solo era muy hábil peleando, sino que sabía del manejo de armas, de artes marciales y tenía poderes especiales. Se decía que se había unido al equipo porque su madre se había vuelto loca y la habían recluido en un asilo y no tenía más parientes con quien quedarse. Se decía que era muy inteligente y que cursaba la universidad con años de anticipación y excelentes notas, y que era el favorito del profesorado… También se decía y de hecho los miembros del equipo y él mismo tenían la certeza de que el era la reencarnación del demonio Ariel, el justiciero de la Luna; un demonio cruel de ojos grises y cabellos celestes platinados, muy apuesto, pero increíblemente frío y cruel. Se dice que cuando un siglo atrás lo iban a quemar en una hoguera, les juró a todos que volvería del infierno y acabaría con la vida de todos y de sus descendientes… Desde hacía unos años Eriol se había dado cuenta de que tenía poderes extraños, fuera de lo común; que frecuentemente soñaba cosas que luego comprendió que eran recuerdos de su otra vida, vista a través de los ojos de Ariel. A veces, tenía temor de perderse a sí mismo y es por eso que con el tiempo, había aprendido a manejar y a contener sus poderes, para que estos no acabaran con su vida.
De todos los del equipo, Eriol era el que se llevaba mejor con Yoshi. Talvez porque los dos eran igual de reservados, solo que por distintas razones; en el caso de Yoshi era por huraño y desconfiado, pero en el caso de Eriol era por timidez y reserva. Eriol siempre estaba para ayudarlos a todos, ya que todos siempre confiaban en el. Era el más centrado del grupo y a la vez, de los mejores en pelea.
El quinto miembro era Jan. Jan era un demonio no muy alto, pero bien formado, de piel clarísima, ojos celestes muy claros y cabellos rubios casi blancos. Era uno de los demonios del hielo y usaba las técnicas de congelación y cristales para derrotar al enemigo. Era retraído y tímido, pero le gustaba estar con ellos porque lo hacían olvidar que había estado solo toda la vida y con ellos se sentía parte de algo. Se había unido al equipo luego de que todos los miembros del suyo murieron en una de las peleas a manos de demonios del otro equipo. Ellos le habían ayudado a sanar y el se había quedado con ellos.
A veces, al grupo se unían tres peleadores más: Mark un humano de unos veintidós años, medio fanfarrón y no tan buen peleador, pero increíblemente apuesto y con un cuerpo fascinante. El iba a los torneos porque las chicas se peleaban por hablarle y algunas damas ricas le pagaban por su compañía o para que peleara para entretenerlas. Tal parecía que sus cabellos dorados, su piel bronceada, sus dientes blanquísimos y sus ojos azul oscuro le tenían comprado el favor del público femenino. Sin embargo y con todo, aunque Jack era de piel morena y ojos y cabello oscuro y no tan llamativo como Mark también tenía a muchas mujeres que lo apoyaban por su manera de pelear, y el mismo Mark sabía que en cuanto a fuerza y pelea, Jack siempre le tenía ganada la batalla.
Otro de los que se integraba al grupo era River, un demonio que dominaba el viento. Sus cabellos eran verdes, era alto, fornido, con los ojos grises claro y siempre una sonrisa en los labios, siempre estaba riéndose, haciendo bromas y travesuras; pese a sus casi setenta años parecía un muchacho de unos quince y era como un niño pequeño, pero peleaba con fuerza y por eso a Caleb no le molestaba cuando se aparecía como refuerzo.
El último de los jóvenes era Haku, se veía también más joven de lo que era en verdad. Era un as con la espada, pero en cuanto a fuerza física no era nada fuera de lo normal. No le gustaba usar su fuerza máxima porque entonces su apariencia, que también atraía a las mujeres, se perdía. Su cabello seguía siendo negro y sus ojos violetas pero su piel se volvía amarillenta y se le salían un par de colmillos como de vampiro, arruinando su atractivo. Era bastante calmado y costaba hacerlo enojar, pero una vez transformado en su otra apariencia era feroz, intransigente y era capaz de matar a alguien bebiendo su sangre; pero esto era algo poco común, prefería perder y conservar su atractivo a transformarse delante de sus admiradoras y perder la batalla.
Yoshi se había unido al grupo después de su primera participación, que no había sido con ellos, sino con el equipo de Moira, un demonio de unos ochocientos años de cuerpo joven, con pinta de pirata, cabello corto en picos color fucsia y una enorme cicatriz que le cruzaba la cara desde la ceja izquierda hasta la barbilla cruzándole en diagonal y partiendo parte de la nariz y los labios. Era muy rápida, pero constantemente estaba encima de Yoshi; se veía que le gustaba él, pero a el esas atenciones lo incomodaban y prefirió irse a tener que seguir a su lado y soportarla. Ella sin embargo insistía cada vez que se encontraban en un torneo y no parecía importarle el hecho evidente de que el la rehuía. Ellos lo habían aceptado y sabían que era excelente con la espada. También sabían su secreto; aquel que no le había confiado a nadie, y que hasta cierto punto lo atormentaba.
Seguramente su padre no era un hombre común, sino un demonio, porque en ocasiones, cuando menos se lo esperaba su aspecto cambiaba y su piel se volvía escamosa y verde grisáceo y azulado y sentía un vacío dentro que lo descontrolaba y le hacía hervir la sangre; en esos momentos si tocaba algo lo hacía arder o lo volaba en pedazos. A veces, solo se transformaba, pero esto lo deprimía, sobre todo cuando veía su marca de nacimiento; la maldición, brillar en su pecho en color rojo escarlata. De esto solo Eriol sabía porque por lo general el usaba una prenda para cubrirla.
Definitivamente el era su mejor amigo. Solo el sabía lo de su hermana, lo de la marca y que volvería a la aldea de las amazonas días antes del torneo de mercenarios. De hecho mientras ahora todos estaban seguros de que él aparecería en cualquier momento, pero Eriol estaba preocupado, el sabía que era peligroso que Yoshi fuera a la aldea de las Amazonas y no le gustaba nada la idea de su retraso. Sabía que su hermana estaba deseando matarlo y se preguntaba una y otra vez dónde estaría ahora y si estaría bien. De todas maneras había pedido una habitación para Yoshi.
Dentro de la suite que tenían habían cuatro habitaciones con baño incluido cada una; dos a la izquierda y dos a la derecha. En el centro de ambas había una sala de estar y en esta un balcón hacia los jardines del hotel que daban a un bosque aledaño. Eriol había reservado la habitación de la izquierda con vista al bosque para Yoshi. Sabía que el dormía solo y que no aceptaba compartir habitación con nadie. Él, Aaron, Jack y Caleb dormirían en la de al lado; Jan, Mark, Haku y River en la del frente de ellos, y Helena y Darian, en la del frente de la de Yoshi, también con vista al jardín. Eriol no había dejado que nadie ocupara la habitación de Yoshi; con todo y su preocupación estaba seguro de que vendría.
Las chicas habían traído a una nueva amiga con ellas, y aunque parecía simpática, no sabía por qué no le gustaba ella. Era como si les mintiera o les ocultara algo, sea cual fuere el motivo por el que estaba ahí, no era solo por simple simpatía hacia las chicas; ella tenía dentro algo más, no sabía qué era y no le gustaba. Talvez era su mirada llena de rabia contenida, o talvez era su cabello de un color poco usual y llamativo, entre rojizo y morado.
¿Dónde rayos estaría Yoshi? Se preguntaba. Era de noche y esperaba verlo aparecer pronto. No podía dormir, esperaba que dónde quiera que estuviera, su amigo se encontrara bien.


BUENO LINDAS, Y PORQUE NO LINDOS, JAJAJAJA ESTAMOS EN PUBLICACION HOY PORQUE EL JUEVES VA A RESULTAR IMPOSIBLE, OJALA Y DISFRUTEN ESTE CAPITULO Y AQUI ME QUEDO ESPERANDO TUS COMENTARIOS!!!




Primero que todo dar las gracias a Angy del blog Out of the Blue, or estos maravillosos premios de Dia de Acvción de Gracias. Ella escribes poesias maravillosas así como cuentos de terror fantasticos. Si eres masoquista como yo y te gusta morirte de miedo debes visitar su blog, segurito te pone los pelos de punta!!!

miércoles, 24 de noviembre de 2010



II
GÍA
Cuando volvió a abrir los ojos no supo donde estaba. Empezaba a pensar que era un sueño cuando de repente sintió el dolor de su cuerpo, todavía entumido. El beso había sido real, tanto que aún le dolía y sentí su interior frío y le costaba respirar… ¡No estaba más en la nieve! ¿Dónde estaba? Estaba arropado en una cama, y aún así se sentía congelado. Miró a su alrededor y vio una especie de casa con una chimenea encendida y una mesa con unos cuantos trastos encima. Intentó incorporarse y la vio sentada en una silla contigua a su cama con la cara recostada en sus rodillas; estaba completamente dormida.
La miró bien. Calculando su estatura, sería de una estatura parecida a la suya, delgada, de piel blanca, mejillas y labios rosados; sus cabellos largos y lacios eran de un color azul oscuro y caían sueltos en mechones sobre su rostro. Traía puesta una especie de capa hecha de piel. Ella seguramente si era una de aquellas mujeres; se parecía mucho a su hermana en el atuendo. Se veía muy cansada…. ¿Y si intentaba hacerle daño? Aunque no estaba muy seguro de las intenciones que ella tuviera, pensó que talvez sus miedos eran infundados…. ¿Y si no? Bueno no había mucho que hacer; se sentía muy débil y por el frío que sentía dentro casi no se podía mover, no podría defenderse… En eso, ella bostezó y abrió los ojos. Eran muy hermosos de color azul oscuro, como el mar. Donde ella lo vio sentado se incorporó rápidamente y lo miró con detenimiento. El sintió temor, pero en eso se quedó atónito cuando la vio sonreír con amabilidad y sentarse a su lado en la cama.

_ ¡Despertaste! ¡Qué alivio! Después de tres días pensé que no lo lograrías… Sigues muy frío, te daré de comer algo caliente… ¿Puedo saber qué hacías en la nieve? Cuando volvía a mi casa al pasar por el cementerio te vi tirado en la nieve, inconsciente. ¿Qué hacías ahí?
_ Yo estaba en… ¡No importa!
_ Está bien, si no quieres hablar de eso no tienes que hacerlo… ¡No te esfuerces! Es solo que… Esta es la aldea de las Amazonas Mágicas. Las marcas que están en lo árboles son maldiciones que matan a los hombres que entran al bosque, es más, dañan a los que se acercan a ellas. No se cómo pudiste entrar; pero lo extraño es que no solo estás vivo sino que los efectos de la maldición no tienen nada que ver con el frío que tienes atrapado en tu cuerpo.
_ Entonces, ¿Tú eres una de ellas?
_ En cierta forma, ¡Sí!_ dijo suave, mirando al piso.
_ ¿Estamos en la aldea?
_ ¡No!... Yo vivo aparte. Mi casa está a nivel de piso, pero desde aquí, a lo lejos detrás de aquella loma, puedes ver el cementerio donde te encontré_ dijo a la vez que servía un cuenco de sopa caliente y lo traía para darle de comer.
_ Pensé que las amazonas odiaban a los hombres… En un principio creí que eran solo una leyenda, pero al entrar al bosque comprobé que eran realidad.
_ ¡Y los odian!_ dijo dándole la sopa a cucharadas- Seguramente deben de haberse extrañado de ver que no morías.
_ No es la primera vez que vengo aquí… Había venido antes… unos dos años atrás.
_ ¿A qué viniste?... ¡Cierto, no quieres hablar de eso! No importa, no lo hagas… Si te hubieran encontrado como te encontré yo, estarías muerto. No se hubieran atrevido a violar la santidad del cementerio, pero te hubieran arrastrado al bosque ¡Y Dios sabe lo que te hubieran hecho ahí!
_ ¿Por qué nos odian tanto?
_ Porque creen en la supremacía femenina. Creen que la vida de los hombres no vale nada.
_ Pero… Tú no crees eso, ¿Verdad?
_ ¡No!_ dijo sonriendo_ Yo creo que todos los seres vivos están entrelazados en un mismo destino… Por eso no vivo en la aldea y prefiero vivir sola. No comparto sus reglas o sus ritos. ¡Dejé de ser una de ellas hace mucho tiempo ya!_ dijo mirándolo a los ojos.

Sin saber por qué, sintió que su piel se sonrojaba. Ella, esa chica le parecía muy hermosa, más hermosa aún que la figura blanca que lo besó en la nieve. Toda su vida había sido huraño en especial con las mujeres; no entendía como era que ella lo hacía sentir así… pero pese a todo, desconfiaba un poco, era mujer y aunque era diferente a todas, no dejaba de ser una amazona. Buscó con su mente en la de ella pero la encontró limpia. Las únicas imágenes que pudo rescatar fueron las de ella cuando lo encontró en la nieve; como entonces se quitó su capa, lo envolvió y se lo llevó cargándolo para su casa. De cómo lo arropó y veló durante tres días hasta caer dormida cuidándolo y vigilando que estuviera bien. Le pareció entonces que talvez ella no era una mala persona y que no había motivo para desconfiar de ella.

_ ¿Cómo te llamas?_ le preguntó el.
_ Gía_ respondió suavemente_ ¿Y tú?
_ Yoshi_ dijo el.

Permanecieron en silencio unos instantes sin saber que más decir. En eso, ella se levantó y le tocó la cara.

_ ¡Es que no entiendo!_ dijo como negando con la cabeza_ Por más que lo intento no logro que entres en calor.
_ Gía, dime… ¿Tu conoces a todas las amazonas?... ¿A todas las criaturas de este bosque?
_ ¡Sí!, ¿Alguna de ellas te hizo algo, o tomaste algo del bosque?
_ ¡No!... Pero es que vi a alguien, o algo en el bosque… Ya la había visto antes. Es blanca, con cabellos largos plateados y piel…
_ ¿Escarchada?_ dijo con gesto de horror.
_ ¡Sí! ¿Cómo lo sabes?, ¿Sabes quién es?
_ ¡Es un demonio! ¡Es el demonio del hielo! ¡Hay gente que afirma que es el invierno mismo! ¡Es terrible!... ¿Te hizo algo?
_ Ella… me besó. ¡No es que yo quisiera! ¡No me podía mover! ¡No tenía opción!
_ ¿Te besó? ¡No! ¡Es peor de lo que pensé! ¡Ahora entiendo!
_ ¿Qué? ¿Por qué?
_ ¡Su beso transmite el frío del invierno! Si no lo detienes te congela por dentro. ¡Ese frío va a matarte!_ dijo con tristeza.
_ ¿No hay modo para deshacer el conjuro?
_ Sí, pero es poco probable. Es hacer que ella retire el frío que sembró en ti, o también…
_ ¿También qué?_ dijo el con ansias.
_ ¡El beso de una amazona! La magia dentro de ellas puede eliminar casi cualquier conjuro, pero no es infalible. Quien sea, debe jurar que te ayudará desinteresadamente y que en caso de que el beso falle usará su propio calor corporal para salvar al que juró ayudar, así neutralizará el conjuro.
_ ¿Y eso cómo lo lograría?_ dijo el.

Ella lo miró a los ojos y se sonrojó, con lo que el comprendió exactamente lo que implicaba tal cosa y bajó la vista.

_ ¡Estoy condenado!_ dijo con sequedad_ Porque ninguna amazona va a querer ayudarme, menos tocarme como no sea para acabar conmigo.
_ ¡No estés tan seguro de eso!_ dijo ella viéndolo a los ojos.

El no dijo nada.

_ ¿No confías en mi?_ dijo ella muy bajo.
_ ¡No es eso! Es que… me da temor. ¿Va a dolerme?
_ ¡No lo creo! ¿Por qué habría de dolerte?
_ Porque cuando ella me besó sentí un dolor intenso y horrible en mi pecho… ¡No tienes idea del sufrimiento que causó!
_ ¡No voy a lastimarte! ¡Voy a ayudarte!
_ No quiero que lo hagas por obligación… Antes, cuando vivía en la tribu de los gitanos, veía como entre ellos se mostraban amor ya fuera besándose, abrazándose… o de otras maneras… En fin, yo nunca sentí nada por nadie y seguramente que no inspiro nada, porque nunca nadie me dijo nada, o intentó demostrarme algo… Las chicas me rehuían y yo decidí apartarme de ellas. No debo de serles muy grato… Yo se que no soy el ideal de nadie y por eso, no quiero forzarte a hacerlo.
_ Pero… ¡Es que yo quiero hacerlo!_ dijo con determinación apoyando su mano en la mejilla de el_ No voy a lastimarte… ¡Lo prometo!_ dijo; y acercándose a él lo besó con suavidad en los labios.

Fue largo y en cierta forma dulce, nunca imaginó que se sintiera así. Su corazón se le quería salir del pecho y sintió que sus mejillas le ardían; su cuerpo sintió un cosquilleo tibio que lo recorría y notó que podía respirar con un poco más de desahogo. Sintió que cerraba los ojos lentamente y se abandonaba totalmente a ese beso. Cuando ella terminó y se separó de el sintió sin saber por qué, que temblaba y su corazón le dio un vuelco. Ella, esa chica, ocupaba toda su mente, casi todos sus malos recuerdos o se habían ido o no importaban ya; se sentía feliz por primera vez, pero ¿Cómo? A el no le gustaban las chicas, ¡No le gustaba nadie! Entonces, ¿Por qué se sentí tan a gusto ahora? ¿Sería posible? ¿Sería esto… amor? ¡No! ¡No podía ser que estuviera enamorado! ¡Había sido tan solo un beso! ¡No significaba nada especial! Entonces… ¿Por qué de repente temió curarse e irse y no volver a verla? Se sintió entre confundido y atemorizado. No dejaría que ella volviera a besarlo, ¡Aunque se muriera! Sentía que si la volvía a besar, un pedazo de su alma quedaría capturado en ella y que se perdería a sí mismo para siempre.

_ ¿Cómo te sientes?- dijo ella con tal tranquilidad que cualquiera diría que no había pasado nada.
_ Mejor… ¡Gracias!
_ ¿Ves que no te dolió? No te hice daño ¿Verdad?
_ ¡No!_ dijo el. “_ ¡Si supieras el daño mental que tengo ahora!”_ pensó.
_ El frío… ¿Se fue?
_ Casi todo, solo siento como una espina en el pecho.
_ ¿Quieres repetirlo y salir del todo de esto?
_ No… ¡Gracias! Seguro que ya se me pasará… ¡Pero que tonto soy! ¡A lo mejor es que tu quieres que me vaya y te deje en paz!_ dijo con un aire de tristeza.
_ ¡No, no es eso!... Además, ahora no te podrías ir, la tormenta ha empeorado y así no podrías salir, no si quieres vivir… Yo quiero que estés bien. ¿Estás seguro que fue suficiente y que sanarás del todo?
_ ¡Si… creo que sí!_ mintió.

La espina en el pecho, ese frío pequeño que no había sido disuelto por la magia del beso, comenzaba a crecer y a apretarle el pecho de nuevo.

_ ¿Dónde vas a dormir?
_ En la silla o en el piso… no lo se. Tú eres quien necesita estar bien cuidado así que permanecerás arropado en la cama.
_ ¡No puedo permitirlo!_ dijo Yoshi contrariado_ Llevas tres días cuidándome y necesitas descansar, yo dormiré en otro sitio.
_ Si quieres… podemos compartir la cama. Es bastante grande y creo que cabemos los dos… ¡Bueno! ¡Solo si tú quieres!
_ Pero es que…
_ ¡Prometo no hacerte nada!
_ ¡No es eso! Es que debes saber que yo…
_ ¡No te preocupes! Yo confío en ti_ dijo sonriendo_ ¡Yo se que no me harás nada malo! ¡Estoy segura de que eres una buena persona!
“_ Una buena persona_ pensó Yoshi_ Si supiera a cuanta gente he matado… Cuanto daño he hecho a otros; seguro que me odiaría y me echaría de aquí, se arrepentiría de haberme besado y no confiaría tanto en mi”._ ¡Esta bien! Yo también creo que eres una buena persona.

Ella dispuso de una manta más y se acomodó al lado de el como si nada.

_ ¡Buenas noches!_ le dijo besando su frente sin previo aviso, y al poco rato se quedó dormida.

El la miró durante un rato. Reflejaba una paz, una bondad tan grande, que era difícil creer que fuera una amazona. Ella lo había cuidado con esmero y lo había salvado… Y estaba ese beso, que aunque quisiera no podía olvidar.
Al dormir soñó con el y soñó que era feliz al lado de Gía, que las amazonas y demás personas se habían ido al infierno y que los dos vivían solos y en paz.
Un dolor agudo en su pecho lo despertó. Miró hacia la ventana; la tormenta no cedía y el sol ni siquiera había salido. Y entonces cayó en cuenta de que estaba peor que antes, sentía inmóviles las manos y las piernas, el pecho se le contraía y respiraba con dificultad. Pese al calor de dentro de la casa su aliento salía congelado en forma de polvo blanco. A su lado Gía dormía tranquila. ¿Qué hacer? ¡No pensó que esto fuera a pasarle! En eso, ella se despertó y se volvió para verlo. La angustia se reflejaba en su rostro. Yoshi no estaba para nada bien, parecía que de un momento a otro se iba a morir.

_ ¡Yoshi!_ le dijo pasándole la mano por el rostro _ ¿Qué te pasa? ¿Qué tienes?
_ No se que pasó… Creo que voy a morirme.
_ ¡No digas eso! ¡Yo te voy a ayudar!
_ ¡No!... ¡Ya hiciste mucho por mi!

Pero ella sin oír razones lo volvió a besar. Aunque el volvió a sentir el calor en sus labios, esta vez no le alivió su dolor. El beso de ella no había funcionado en esta ocasión.

_ ¡No funciona!_ dijo ella con angustia.

El leyó en su mente que estaba dispuesta a todo con tal de salvarlo.

_ ¡No tienes que hacerlo!_ le dijo.
_ ¿Tanto así te disgusto?_ preguntó ella con un dejo de desilusión.
_ ¡No es eso! Es solo que tú eres muy buena… y yo…
_ ¡No me importa! ¡No quiero que mueras!
_ ¿Por qué? ¿Qué te importo? ¡A nadie le importo! ¡Nunca nadie me ha querido!_ dijo volviendo a ver hacia otro lado.
_ ¡Sí me importas! ¡Y mucho! Yo te quiero… ¡No voy a perderte! ¡Para mi vales mucho!_ dijo acercándose a el abiertamente.
_ ¡No valgo nada!_ gritó entonces_ No valgo nada. ¡Soy un asesino y un ladrón!... ¡Soy una basura!
_ ¡Y aún así yo te amo! ¡Sí! ¡Lo oyes bien! ¡Yo te amo!_ casi gritó ella_ ¡Y no me importa lo que seas! Si te pasa algo… no se que voy a hacer. ¡Déjame ser tuya! Déjame salvarte… y, si al final te quieres ir… estará bien_ dijo casi llorando.

El la miró y leyó en su mente que era verdad lo que decía, que se había enamorado de el mientras lo cuidaba. El por su parte no quería morir… y deseaba sentirse querido aunque fuera solo una vez en su vida si era que se iba a morir. Sin saber como, la atrajo hacia si lentamente y empezó a besarla. No supo ni cuando la desvistió y la reclinó en la cama. Cuando el se quitó la ropa, ella lanzó una exclamación de asombro.

_ ¡Esa marca! Es… ¡Igual a la de los árboles! ¿Por qué la tienes tu en el pecho?
_ Yo nací con ella. La he tenido siempre.
_ ¡Tú naciste aquí, en esta aldea!_ dijo ella asombrada.
_ La verdad ¡No lo se bien! ¿Importa ahora?
_ ¡No! Es solo que no creí que aquí hubiera nacido nunca un varón.

Ella lo abrazó y lo besó hasta que cada vez el abrazo se hizo más profundo y sus cuerpos se convirtieron en uno. Arriba, abajo; primero lento, ahora más rápido hasta que el pulso se te agolpa en las sienes y la adrenalina llega al tope. Una ansiedad, un dolor placentero, al llegar al clímax el desahogo de todos los males, cuando ves la luz y el mundo por fracción de segundos es perfecto y desapareces. Yoshi se sintió poseído por ella para siempre; supo que su alma y todo lo que el era se lo había regalado a ella; y no le importó. Estaba curado, se sentía dichoso y sabía que era algo mutuo, que también parte de ella formaría parte de el de ahora en adelante. Acostados uno al lado del otro, ella rompió el silencio.

_ ¿En qué piensas?
_ En que tengo miedo… Miedo de perderte y de no volver a estar contigo… De que te arrepientas y te vayas… o me eches.
_ Eso no va a pasar_ dijo ella sonriendo mientras besaba sus ojos.
_ Gía… ¿De veras crees que yo nací aquí?
_ ¡Estoy segura de que así fue! ¿Tú viste las marcas que había en los árboles en las afueras del bosque? Fueron hechas para resguardar la aldea. Si un hombre se acerca a una de esas marcas, sufre algún daño del cual talvez no se reponga. ¡Si las cruza, muere! Ellos no pueden ver las marcas de los árboles, son mágicas, solo las amazonas las pueden ver. El caracter significa “maldición y muerte” y como ya te dije solo afecta a los hombres. Tú dices que tienes esa marca desde tu nacimiento; lo que quiere decir que naciste aquí porque si algún niño varón naciera aquí estaría maldito y condenado a muerte y por tanto, estaría marcado con el carácter.
_ ¿Ellas pueden ver la marca en mi pecho?
_ No, supongo que no pueden… Yo no la vi. Si tú naciste aquí es de suponer que tuvieras la marca, por lo cual eres inmune a la magia contenida en el carácter. Talvez algunas de ellas te recuerden y por eso es que te deprecian más que a cualquier hombre… Apuesto a que la mayoría solo se quedó muy extrañada de ver que no morías al entrar al bosque.
_ Si tu la hubieras visto; es decir, si hubieras podido verla ¿Me habrías ayudado igual?
_ ¡Si! Ya te lo dije, no vivo con sus reglas ni tampoco sigo sus ritos… Es traición ayudar a un hombre, peor aún, hacer lo que yo hice… Es probable que vengan hasta aquí a intentar hacerme daño.
_ ¿Por qué? Nunca han intervenido, ¿Verdad? ¿Por qué ahora?
_ Porque ya seguramente saben que tu estás aquí. No vinieron antes por la tormenta… y por temor al demonio de hielo. Cuando aparece, por lo general hay tormenta fuerte, ellas no salen entonces; pero ten seguro que cuando el clima se normalice, vendrán.
_ ¿Qué vas a hacer?
_ ¡No lo se!
_ ¿Por qué todas guardan tanto odio?... Sabes… No estoy seguro, pero creo que la tumba que visité era de mi madre.
_ ¿Amaya?... ¿Cómo lo sabes?
_ Tuve una revelación en sueños… Además, oí hablar a la que creo que es mi hermana mayor. Hablaba de un niño nacido aquí que era su hermano, no estoy seguro pero creo que se llama…
_ ¡Silvana!_ dijo ella completando la frase.
_ ¡Sí, es ella! ¡Y vaya que me odia! ¡Decía que iba a encontrarme para matarme!
_ ¡Espera!... ¿Dices que la oíste decirlo?
_ ¡Sí, bueno, no exactamente!... Desde que era niño puedo escuchar lo que los demás piensan… ¡En fin! Lo cierto es que mi madre me odiaba, y mi hermana me odia.
_ Yo no creo que tu madre te odiara.
_ ¿Por qué dices eso?
_ Porque su tumba está apartada de las otras, como seguramente estuviera la mía si muriera o me hicieran algo… Hay cosas que son difíciles de explicar de nuestra naturaleza, que no debemos decirlas. Pero debes creerme, si hubiera sido que ella te odiaba y decidió deshacerse de ti según lo acostumbrado en la tribu, no estaría sepultada tan lejos de las demás amazonas… Por otro lado, ¡Cuídate de Silvana! Es de verdad feroz y casi siempre cumple lo que promete. Solo Fabiana podía hacerla recapacitar, y eso no era todo el tiempo, porque es muy obstinada; y ahora Fabiana ha muerto… No se bien cómo pero no fue por causas naturales. Algo le pasó, pero como ya no pertenezco a la tribu no me dejan enterarme de nada y a veces, es mejor no saber nada con respecto a ellas.
_ ¿De verdad crees que te hagan daño? ¿Qué harás entonces?
_ De que vienen, ¡Vienen!... Lucharé con fuerza hasta donde pueda.
_ ¿Sabes?... Yo voy lejos de aquí; con unos amigos, aunque la verdad más que amigos son compañeros ocasionales… Vamos a torneos de diversas clases, en los que pagan por participar y entretener a otros… La mayoría son mercenarios, pero no mis amigos… ¿Quisieras… no se… venir conmigo?... Ya se que seguramente dirás que no, pero es que temo que te hagan daño.
_ ¿Solo por eso?
_ ¡No!... La verdad es que no quiero irme sin ti… ¿Aceptarías venir conmigo?
_ ¡Sí, iré!_ dijo sonriendo_ ¿Cuándo debemos llegar?
_ ¡Ayer!_ dijo con una carcajada_ pero no te preocupes, empiezan con preliminares de selección, ¡Y mis amigos y yo somos de los buenos! Siempre pasamos directo al torneo. Mucha gente paga de antemano solo por ir a vernos pelear, y… ¿Dije algo malo? Te quedaste muy seria.
_ ¡Es que yo quiero pelear también!
_ ¿Segura? Es muy arriesgado.
_ No tengo miedo. ¡Tú me haces valiente!_ dijo besándolo.
_ ¡Bien! Si mañana mejora el tiempo, nos iremos temprano. No te preocupes, allá nos alojan en un hotel, ¡Como si fuéramos estrellas!
_ ¿Y si a tus amigos no les gusto?
_ ¡Se pueden ir al infierno! No somos tan amigos como para cambiarte a ti por ellos… ¿Extrañarás este lugar?
_ ¡No! La verdad nunca me ha gustado. Quise irme desde hace mucho tiempo pero no tenía un motivo específico… ¡Y ahora lo tengo!_ dijo mirándolo, y con tono travieso añadió: _ ¿Quieres hacerlo otra vez?
_ ¿Hacer qué?_ dijo mirándola.

En eso entendió perfectamente a qué se refería. De momento se sonrojó y se quedó mudo, pero luego dijo quedito:

_ ¡Estaría bien!... ¿No te importa?
_ Por ser tu ¡No, no me importa!_ dijo enlazándose de nuevo a el.

La mañana los sorprendió durmiendo abrazados. La nieve había dejado de caer y comenzaba a salir el sol del amanecer. Al despertar y comprobar que había dejado de nevar, se vistieron y ella recogió unas cuantas cosas en un Saquito de piel color gris. Desde ese lugar se oía agitación en la aldea de las amazonas, seguro que preparaban el ataque. Ellas nunca le perdonarían haber salvado a un hombre, menos a ese en particular.
Cerró la puerta y con ella un pedazo de su historia. Sintió alivio al irse de ese lugar y luego con total alegría se puso en camino de la mano de Yoshi. ¿Hacia dónde exactamente? ¡No lo sabía! ¡No le importaba! ¡Iba a cualquier parte menos ahí!


HOLA!!! ESPERO TUS COMENTARIOS!!! PUBLICO HOY PORQUE MAÑANA NO VOY A TENER TIEMPO. OJALA LES GUSTE!!!

jueves, 18 de noviembre de 2010

CUENTO TRES: LA MARCA DE UN BESO DE BUENAS NOCHES: LA HISTORIA DE YOSHI.



I
YOSHI

La nieve cae lentamente copo a copo. A lo lejos, la aldea en los árboles que parece estar desierta. Esta anocheciendo y por efecto de la nieve el paisaje se ve azulado y oscuro. El viento sopla frío y su sonido es lo único que se escucha en el lugar.
Alguien camina por el bosque cubierto con una capa negra. Miles de ojos lo ven desde las casas en las copas de los árboles, unos con odio, otros con temor, unos más jóvenes con curiosidad y admiración.
El joven sabe que lo están viendo, escucha los pensamientos que hay en los habitantes del bosque sobre su presencia en el lugar; cierra sus ojos y ve sus rostros en la penumbra de cada casa. La verdad es que no le importa lo que piensen; aunque las amazonas no toleran a los hombres y por lo general hacen lo inevitable para que no entren a sus dominios o los atacan, está totalmente seguro de que a él no le harán daño alguno, aunque muchas lo deseen con furia. ¡No! ¡A él no! Tienen motivos para no hacerlo. Ni sus armas, ni su magia, ni sus pensamientos podrían dañarlo ahora; aunque hace veinte años… ¡Mejor no pensar en eso, ya no vale la pena! Debe llegar al claro, más allá del bosque, cerca del río y de la cascada.
Conforme se aleja del bosque, siente que las marcas mágicas que alejan a extraños del lugar se debilitan. A él no podrán afectarlo nunca, porque su magia es superior a la de ellas y por otros motivos en los que no quería pensar ahora.
En el claro hay muchas tumbas, seguramente las amazonas llevan en el bosque mágico mucho tiempo. Las pasa de largo, no le importan; y se dirige a una, solitaria, cerca de la cascada; apenas si está marcada con una estaca de madera no muy alta. No hay ningún nombre grabado en ella. Delante de esta se detiene.
Sus ojos oscuros se ven totalmente inexpresivos y su mente se quedó e blanco por unos instantes. Desde hace dos años no venía a este lugar y antes solo había venido una vez. No sabía por qué estaba ahí, delante de esa tumba hoy, una vez más… O mejor dicho, sí lo sabía; era una especie de inquietud, de dolor que no te deja respirar o dormir en paz, una duda que crea un vacío dentro del pecho y te hace ver que a tu vida le falta algo y que no lo va a recuperar nunca… Bien que mal era su madre, ¡Claro, ella solo lo tuvo; y lo tiró al río como por supuesto haría una amazona al darse cuenta de que era un varón! ¡Cuántos más habrían pasado por lo mismo! Ella no estuvo nunca para él, no lo vio crecer, no lo abrazó, nunca pensó en él después de que lo puso en el río, de seguro. ¡Qué desilusión debía de haber sido él! ¡Qué desprecio habría sentido! Ese mismo que tienen las otras cuando lo ven y que seguramente había tenido también su hermana. ¡Sí, su hermana! Sabía que tenía una hermana unos tres años mayor que él. La había visto; aquí, en ese mismo lugar en que él estaba ahora.
Cuando los gitanos con los que vivía le confirmaron que él no pertenecía a su familia, se dedicó a buscar a su verdadera familia. Ellos solo sabían que lo habían encontrado cerca del río, donde pasaban la noche para viajar a otras tierras, ese río que se encontraba cercano al bosque mágico.

_ Nadie que haya entrado antes a ese lugar ha vivido_ le dijo un día Hanna, una de las ancianas de la tribu cuando le contó su historia_ Se dice que esta maldito; que los demonios viven en él y que muchos han desaparecido para siempre. Los que se acercan a el mueren a los pocos días como envenenados por algo que nadie sabe cómo curar. ¡Es un lugar al que no debes entrar nunca! ¡Promételo Yoshi!_ le había dicho la anciana.
_ Lo prometo_ dijo él.

No había cumplido; nunca había tenido la intención de cumplir esa promesa. Lo más cercano a solucionar el misterio de su origen se encontraba en ese bosque y nada lo iba a detener.
El haber matado a uno de sus hermanastros por atreverse a burlarse facilitó las cosas. Recordó que siempre se había burlado de él desde que era niño, que siempre buscaba excusas para dejarlo a él con todo el trabajo a cuestas, o para meterlo en algún embrollo tan grande que siempre acababa con algún castigo por algo que no había hecho. Todo el tiempo eran burlas, golpes, gritos… En fin, ese día decidió que era suficiente y sin pensarlo dos veces, cuando comenzó a golpearlo y a burlarse de él sin razón, sacó su espada y le abrió el pecho con dos tajos en un solo movimiento. Ese mismo día abandonó la tribu, en donde si no lo estaban buscando para matarlo, por lo menos lo habrían expulsado de por vida, ya que es lo que hacen en estos casos. Y desde entonces había tenido que robar y matar para poder llegar a ese lugar. Matar… ¡Ahora eso no representaba nada para él!
Recordó que cuando llegó al bosque, vio marcada por unos instantes antes de desaparecer en los árboles la misma marca mágica que él llevaba en el pecho y que nunca nadie supo ni decirle qué era ni qué significaba. Al entrar vio que todo el bosque se quedaba en silencio. Ese día nevaba parecido a hoy, solo que más fuerte. Vio como desde arriba muchas figuras femeninas lo veían al igual que hoy; todas lo evitaban y no vio ni un solo hombre.
El día anterior antes de llegar, había soñado con ese lugar. Soñó que caminaba por el bosque, que seguía a alguien pero no sabía bien qué o quién era. Eso lo llevaba hasta un claro más allá del bosque y desde lo alto de la cascada, sobre una gran roca plana, señalaba un lugar hacia abajo. No veía muy bien quién era, solo sabía que parecía tener la figura de una mujer y que era totalmente blanca. La ventisca no le permitía distinguir sus facciones, ya de por sí difíciles de ver debido a la altura del lugar donde se encontraba. No cabía duda en que señalaba un lugar abajo, cerca de la cascada.
En su sueño, él llegaba hasta ese lugar y solo veía una estaca de madera, mucho más pequeña y menos elaborada que todas las otras que se encontraban en el claro. Se preguntaba quién estaba en ese lugar que a todas vistas era una especie de cementerio o campo santo. Le pareció oír su nombre “_ Yoshi” como en un eco cantado por el viento.
La figura blanca seguía señalando desde la roca en lo alto de la cascada, la ventisca iba en aumento, y el frío y los cristales de hielo cortaban su piel.

_ ¿Qué intentas decirme?_ gritaba en su sueño con angustia hacia la figura blanca_ ¿Quién está aquí?_ preguntaba con desesperación cayendo de rodillas por el frío y en parte por un temor que iba creciendo en su pecho.

La figura permanecía inmutable en lo alto de la cascada y justo cuando llegó a creer que no tenía esperanzas de conocer la verdad que temía, oyó de nuevo esa voz, solo que esta vez no sonó como un eco perdido en la ventisca, sino que fue clara como un susurro que va directo a la mente.

“_ Es tu madre, Amaya”.

Sabía que la voz venía de la figura en lo alto de la cascada. Y volvió a ver hacia arriba, pero fue entonces que notó que aquella mujer, ángel o demonio, ya no se encontraba en el lugar. Fue lo último que vio porque se despertó de su sueño y se decidió a que tan pronto llegara el alba llegaría hasta ese lugar en el bosque y que nada ni nadie impediría que lograra llevar a cabo su cometido.
Recordó que al llegar al claro se detuvo en uno de los últimos árboles porque vio a una figura arrodillada a lo pies del lugar donde se encontraba en su sueño. Tenía puesta una capa de piel blanca y por un momento pensó que era la misma figura de su sueño. Se acercó cauteloso lo más que pudo y se escondió tras una roca grande cercana al río a unos cuantos metros del pie de la cascada, donde estaba la tumba.
La figura no se dio cuenta de que no estaba sola. En eso, el viento sopló y la capucha dejó al descubierto su cabello largo de un color púrpura, entre rojizo y morado; lo tenía recogido en una cola alta y en la base de esta habían dos plumas azules como adorno. Tendría unos veinte años talvez; no era muy alta, pero era atlética y aunque no era fea se veía feroz, aunque talvez solo se trataba de esa mirada cargada de odio que brillaba en su cara.
El pudo oír sus pensamientos entonces, claros, como una voz en su cabeza. No le asombró, siempre había podido lograrlo; de hecho cuando vivía con los gitanos su truco para ganar dinero consistía en adivinar lo que pensaban las otras personas. A los extraños les divertía y les asombraba. Siempre le preguntaban como hacía para lograrlo. El sonreía y encogiéndose de hombros decía: “_ Es solo suerte”, mientras recogía el dinero ganado y las personas se marchaban aún preguntándose cómo lo había logrado.
La voz de esta chica no era la misma que había oído en su cabeza antes. Se oía opaca y llena de rencor y de ira.

“_ ¿Cómo pudiste dejarme así madre?_ le reprochaba con sus pensamientos_ ¡No puedo creer que hayas sido tan débil! Primero que todo no puedo perdonarte que te enamoraras de un hombre tanto como para consentir usar la transfusión de energías con el y luego quedar embarazada de el. ¡Qué asco! ¡Los hombres son inferiores a nosotras! ¡Siempre lo han sido! Luego, tener un hijo varón… ¿Cómo pudiste atreverte a eso?... ¡Tienes lo que te buscaste por haber dejado que ese demonio te poseyera! No te importó dejarme, ¡Así que no me importa que estés muerta! Vengo a verte por última vez en mucho tiempo quizás. Ese niño que tuviste, mi querido hermano, no murió. Aura vio su energía latiendo viva en la fogata de luna llena. Yo misma voy a buscarlo con todas mis fuerzas. Quiero que sepas que cuando lo encuentre, pienso matarlo y no habrá nada que me detenga. El dejará de existir, como debió haber sido hace mucho tiempo. ¡Como debe de ser!”
_ ¡Silvana!_ se oyó una voz que se encaminaba al lugar_ ¡Es hora! Debes marcharte ahora. ¿Estás bien?
_ No te preocupes Fabiana. ¡Claro que estoy bien! ¡Estoy mejor que nunca!
_ Yo fui su mejor amiga hace un tiempo_ dijo con tristeza_ ¡Cómo me gustaría volver el tiempo atrás!
_ ¡A mi no! ¡Es una traidora que no merece vivir!_ repuso con rabia_ Sabes bien que la única madre que conozco eres tu_ dijo más calmada.
_ ¿Cómo no iba a cuidarte? ¡Eras tan pequeña entonces!
_ ¡Pero aún así lo recuerdo todo!_ dijo secamente.
_ ¿Estás segura de lo que vas a hacer?
_ ¡Nunca dudo en cosas como esta!
_ ¿Cómo harás para buscarlo en un mundo lleno de hombres, a los que desprecias tanto?
_ Fingiendo lo que no soy. Solo iré contra mi naturaleza para conseguir mi propósito… Va ser en verdad difícil el menguar mi verdadera naturaleza, pero si lo logro, ¡Habrá valido la pena!... No intentes hacerme recapacitar o desistir. ¡No lo lograrás!
_ Si así debe de ser… ¡Cuídate, que la suerte esté de tu lado!

Esa chica tan fiera se volvió a colocar la capucha de su abrigo sobre su cabeza y se marchó. Casi no podía creerlo. Aquella era su hermana entonces. ¡Y lo odiaba de veras! Estaba dispuesta a todo con tal de matarlo… Pues lo sentía mucho en verdad porque no estaba dispuesto a dejarla.
Le dolió saber que todos en ese lugar lo odiaban, incluso, seguro que su madre también lo odiaría si viviera, a fin de cuentas se veía a la legua que en ese lugar todas las mujeres odiaban a muerte a los hombres y no veía porque se madre pensaría diferente. Habían dicho que su padre era un demonio, probablemente la había hechizado para abusar de ella o algo por el estilo.
Ahora estaba otra vez ahí, frente a la tumba de su madre, no sabía porqué. El viento comenzó a soplar con fuerza haciendo que la nieve nublara el paisaje. Aquello amenazaba con convertirse en una tormenta.
En eso, alzó a ver hacia la roca en la cima de la cascada y la vio ahí de nuevo. La figura de blanco, parada sobre la roca mirándolo fijamente.

_ ¡Yoshi!_ oyó el eco en el viento.

El viento lo hizo cerrar los ojos con fuerza por unos instantes. Para cuando los volvió a abrir vio a la figura de pie a su lado, detrás de la estaca de madera. Se dio cuenta de que no se podía mover, estaba arrodillado al pie de la estaca y no se podía poner en pie.

_ ¿Quién eres? ¿Qué eres?_ preguntó asustado viendo a esa mujer frente a el.

Era alta, casi de su estatura; tenía la figura como de una bailarina clásica. Su piel era blanca, blanquísima con leves tonos de escarcha azulada; sus ojos eran de un celeste claro casi blanco y sus labios de un lila pálido escarchado. Sus cabellos larguísimos, que llegaban más debajo de sus caderas eran lacios de un color plateado suave; brillaban como la diamantina y flotaban suavemente en el viento. Su único vestido era un traje hecho como con trozos de gasa suave y transparente en colores blancos celeste y plata. Estaba descalza parada sobre la nieve.
Aunque Yoshi nunca había sentido atracción por ninguna mujer esta le pareció muy hermosa, y a la vez peligrosa. Trató de entrar en su mente y no pudo lograrlo. ¿Quién era ella? ¿Por qué temblaba de miedo al mirarla?
Ella se agachó hincándose frente a el. Lo miraba sin temor alguno, sin ninguna emoción en el rostro. No le gustaba que ella estuviera tan cerca del suyo, parecía un depredador que miraba a su presa analizándola antes de devorarla. Ella estiró su mano y acarició sus cabellos negros haciendo que la nieve cayera de ellos y lo miró fijamente a los ojos.

“_ ¿Qué quieres de mi?”_ se preguntaba confundido.

La verdad es que nunca antes nadie le había hecho un cariño y esto lo hacía sentir incómodo. ¿Y si ella era una de ellas, de las de la tribu? ¿Iría acaso a matarlo? Ella se acercó más a el, hasta que sus rostros estuvieron demasiado cerca. Esta vez sintió que de veras algo malo le iba pasar. La mujer se acercó a el y levantándole su rostro con suavidad lo miró a los ojos y lo besó.
Sintió que se perdía totalmente en ese beso largo y frío, un beso como de hielo que sintió en todas sus entrañas y lo adormecía al tiempo que le nublaba la mente. Sentía que el aire le faltaba, que su cuerpo se adormecía y se congelaba, y que todo se iba poniendo muy oscuro. Pensó que ese sería su fin.
Antes de perder el conocimiento lo último que pudo recordar fueron dos ojos celestes claros, fríos como el hielo, viéndolo directamente a sus ojos oscuros mientras lo besaba; y aquel beso eterno, que le cortaba el aliento haciéndolo caer en un vacío profundo.


BUENO, HISTORIA NUEVA, ESTA LA IRE PUBLICANDO LOS CAPITULOS DE UNO EN UNO , ESPERO TUS COMENTARIOS.

Por cierto, así más o menos me imagino a Yoshi (claro no tan bien vestido jajaja) Es un actor coreano llamado Ji Jin Hee, y me encanta como sale en varias telenovelas coreanas, sobre todo en una que se llama La Joya del Palacio.