XXIV
Ya para cuando nos levantamos al día siguiente, los demás estaban levantados y ya sabían lo que había pasado. Todos nos miraba huraños, menos Joel que todavía se veía triste, y me veía así en especial a mí. Se veían molestos de verdad. Brandon es que simplemente se veía que le daba igual. Las chicas no me hablaban.
_ Hoy hay que ir a la villa cercana a comprar provisiones. ¿Quieren ir con nosotros chicas?
_ ¡Sí, claro que iremos!_ dijeron las tres.
_ Yo no me siento bien, no iré_ dije.
_ Entonces yo me quedo también_ dijo Daniel.
_ ¡No! Tú tienes que venir con nosotros para que ayudes a cargar las cosas.
_ Está bien Daniel, ¡Ve con ellos! No importará si me quedo sola unas horas_ dije_ Tráeme algo bonito.
Y me despedía con un beso. Cuando se hubieron ido me puse mi sombrero, tomé mi bolso de mano y me fui de paseo. Caminé al lado contrario del que siempre había ido, bordeando siempre el lago, hasta que llegué a otra cabaña, esta se veía medio destartalada y muy pequeña, pero salía un chorrito de humo de la pequeña chimenea. Me entró curiosidad y entré. De momento no había nadie y vi que todo lo que había en la casita era una silla, una mesa con un plato, una cuchara, un cuchillo, un tenedor y un vaso; la olla que tenía sopa calentándose al fuego, una vasija con agua y una cama en la que solo estaba el colchón desnudo. Al lado de la cama había una caja de cartón con ropa y una brújula. Estaba viendo la brújula cuando sentí que había alguien a mis espaldas. Me volví y había un muchacho alto, de piel muy blanca, rubio, delgado mirándome con unos enormes ojos celestes. Tendría unos 24 años talvez. Se veía amable y vestía como viajero.
_ ¡Hola! ¿Quién eres? ¿Cómo llegaste aquí?
_ Vengo de paseo con mi novio y su familia. Mi nombre es Sarah. Estamos en una cabaña más abajo.
_ ¿La de los Miller?
_ ¡Sí, esa misma! ¿Los conoces?
_ ¿Quién no? ¿De cual de ellos eres novia?
_ De Daniel; ¡Nos vamos a casar dentro de un mes!
_ ¡Felicidades! Pero ¿Me permites que te diga algo? Es medio personal, así que no te vayas a enojar… Yo creo que no estás muy feliz.
_ ¿Por qué lo dices?
_ Porque se te ve en los ojos. Pareces triste. Parece como si quisieras a alguien más.
_ Bueno… podría ser… ¡La verdad sí quiero a Daniel! … pero no entiendo qué me pasa o qué siento. ¿Lo conoces?
_ No mucho. Dicen que es de carácter difícil.
_ Bueno; no se lleva con todo el mundo, pero conmigo es bueno. El problema es que aunque lo quiero mucho, siento que con el estoy tan segura que temo aburrirme. Me gustan las emociones fuertes y se que una vez que me case con él, dejarán de existir para mí.
_ Hay cosas que una chica hace cuando se casa que pueden ser diferentes. ¡Créeme! Yo he vivido y viajado mucho y sé de que hablo.
No pude evitar sonreír.
_ ¿Cómo te llamas? _pregunté.
_ Michael _ dijo alegremente.
_ Mira, Michael; yo también sé de lo que hablas. ¡Sí, aunque te escandalice! La verdad es que yo duermo con Daniel desde hace tiempo. Pero, aunque sí me siento bien y me hace sentir especial, no es lo mismo. ¿Sabes? Él no es el primero; no importa, él lo sabe, pero como yo sí soy su primera chica, hay cosas que no podría hacer y que le tomará tiempo aprenderlas.
_ ¿Tú de verdad crees que las personas deben hacer eso solo por diversión o porque lo necesitan?
_ Yo la verdad, creo que sí; mientras no lastimen a otros y no pase de algo físico. ¿Por qué me miras así?
_ ¡Eres la chica más abierta y sincera que he conocido! Además de bonita.
_ Espera. ¿A dónde vas con todo eso? ¿Qué insinúas?
_ ¡Creo que tú lo sabes! Además si tu novio no se entera, no tiene porqué molestarse. ¡Vamos! ¡Yo seré tu última aventura! Después te casarás y serás una señora por el resto de tus días. ¿Qué no te gusto?
_ La verdad sí me resultas atractivo, pero… es que no se.
Hice como que buscaba algo en mi bolso y ahí estaba, como una señal del cielo, el último condón que me quedaba.
_ No se lo dirás a nadie, ¿Verdad?
_ ¡No, claro que no! Será nuestro secreto. Además no creo que nos volvamos a ver, debo regresar a mi tierra.
_ ¡Está bien! Ellos no volverán hasta dentro de unas horas_ dije. “_ De todas maneras no lo volveré a ver_ pensé y Daniel no tiene por qué saber”.
La verdad es que este muchacho Michael sabía lo que hacía; me hizo cosas que solo el pervertido de mi ex novio, el actor de la época actual me había hecho. Nunca pensé que un hombre de esta época tuviera tal experiencia. En fin, fue genial y al cabo de dos horas aproximadamente y ya satisfechos, terminamos y nos despedimos como si fuéramos amigos. De regreso a la casa recogí muchas flores por el camino. Cuando llegué, ellos ya habían llegado hacía rato.
_ ¿Dónde estabas? Me preocupaste_ dijo Daniel.
_ Salí de paseo y me entretuve cortando flores. ¡Me hiciste mucha falta!
_ ¿Sabes? Quiero adelantar la boda para dentro de tres semanas a más tardar.
_ ¿Sabes qué? Yo también quiero adelantarla. Esta semana iré a escoger mi vestido de novia. ¿Te parece?
_ ¡Claro que sí! ¡No puedo esperar a que pasen los días! … ¡Ah, por cierto, volveremos el domingo! Parece ser que John; nuestro primo que es cabeza de familia, llegará el domingo para conocernos y de paso arreglar unos negocios que tiene pendientes. Dicen que se muere por conocer a mi preciosa novia.
_ ¡Genial! ¡Entonces usaré mi mejor vestido! El de terciopelo negro.
_ Lo único es que tendré que dejarte un par de días sola, porque quiere llevarnos a los muchachos y a mí a que conozcamos el negocio para que nos involucremos en el.
_ No te preocupes. Yo estaré bien. Además después de eso, nos casaremos y estaremos juntos siempre.
_ Ahora mira lo que te traje.
Un abanico negro y precioso. Lo besé con ganas. Estaba feliz.
XXV
La semana se fue rapidísimo. Estaba tan feliz de casarme con Daniel que no me importó ver a las brujas esas con sus malas caras.
_ No es personal_ dijo un día temerosa Annie_ Es solo que Lucy no quiere que te volvamos a hablar y como ella es nuestra amiga la apoyamos a ella. No se por qué ella no te quiere, pero en fin, no podemos volverte a hablar. ¡Perdónanos!
_ ¡No te preocupes, no tengo rencor por ustedes!_ dije.
Y la verdad era que no me importaba en lo absoluto si caían muertas. Cuando Daniel dijo que adelantaba la boda, nadie dijo nada; para variar, Brandon tenía su cara de “nada me sorprende ya” y Joel se veía triste. En fin, no era cosa que me quitara el sueño.
Regresamos el domingo en la mañana y cuando comunicamos la noticia a la mamá de Daniel, a la tía abuela y a Eliza, se volvieron locas de alegría. Y aunque era domingo, la tienda de vestidos de novia nos atendió, porque la dueña era amiga de Eliza. Mi vestido iba a ser precioso según decidí. Lo escogí largo, con los hombros descubiertos y un largo velo. Tenía perlas bordadas en la parte del escote y encaje de Bruselas, ¡Era realmente bello! Eliza hasta lloró de la emoción. Llegué a tiempo a penas para cambiarme para la cena, donde conocería al famoso John Miller. Me puse mi vestido negro y me fui con Daniel del brazo.
_ El quiere vernos antes a todos en el despacho_ dijo Daniel.
Cuando entramos casi me descompongo de la impresión. ¡No podía creerlo! John era el chico con el que había tenido relaciones sexuales aquella tarde en la cabañita del lago.
_ John, esta es mi prometida Sarah. ¿No crees que es bella?_ dijo Daniel.
_ ¡Adorable, simplemente magnífica! _ dijo él_ Me recuerda a una chica muy fresca y viva de la que me enamoré hace un tiempo… Es bueno ver que todos están bien. Mañana los chicos me acompañarán al negocio de la familia. Iremos por dos días a fin de que se acostumbren a él. Ahora, antes de la cena, quisiera entrevistarme a solas con la señorita Sarah, ¡Quiero conocer mejor a la que será la esposa de nuestro querido Daniel!
Todos salieron y Daniel me besó y dijo que me esperaba en el comedor con los demás. Cerrando la puerta vi que John se me acercaba lentamente.
_ Señorita Sarah. ¿Serás conveniente para Daniel de verdad?
_ ¡Me engañaste! ¡Dijiste que tu nombre era Michael y que no nos volveríamos a ver! Además, ¡Tú si conocías a Daniel!
_ ¡No, yo no te mentí! Yo me llamo John Michael Miller. Y tampoco es que conozca mucho a Daniel, aunque Lucy siempre ha dicho que es insufrible.
_ Y supongo que ahora le dirás lo que paso ¿Sabes? Adelantamos la boda y tengo noticias para ti ¡Yo lo amo! Y será mejor que no interfieras o…
_ ¿O qué? ¿Sabes? Yo tengo mi propio plan. Tú me gustas demasiado, no sabes cuanto y siempre obtengo lo que quiero. Creo que va a haber un cambio de planes.
_ ¿A qué te refieres? _dije.
_ La verdad es que como me gustaste te quiero para mí; quiero que seas mi esposa.
_ ¡Imposible! ¿Qué no oíste que adelantamos la boda?
_ Eso no va a pasar, porque si no accedes, ¡Yo le diré que te acostaste conmigo aunque no me conocías, aquel día! Además se lo contaría a todos, hasta a la tía abuela y a Katherine, y que también no eres tan buena como aparentas. Si no me aceptas, ¡Te echaré de aquí y no lo volverás a ver nunca más! Y no tienes idea de lo influyente que puedo ser cuando quiero.
_ ¡No te atreverías!
_ Sí lo haría. ¿Apuestas? ¿Cuánto quieres perder? ¿Qué no ves que conmigo siempre pierden?
_ ¡No podría decirle que ya no nos casamos! ¡Apenas ayer escogí mi vestido de novia! ¡No es justo!
_ ¡Vamos! No me digas que no hubo química entre ambos, yo lo sentí tanto como tú. Aunque ahora no lo aceptes te gusto tanto como a mí. Te doy una semana de tiempo para que lo termines todo.
_ ¡Eso lo va a destruir! No quiero ¡No!
_ Escoge, o lo ves a menudo porque estarás casada conmigo y serás la señora de la casa, ¡O no lo ves nunca más!
Dado este ultimátum no me quedó más que aceptar. No quería, pero al menos así podría verlo y estar con él. ¡Al diablo con John! Si era tanto, yo sería su esposa, pero nunca le sería fiel.
Bajé al comedor, ¡Solo Dios sabe cómo! Daniel estaba ahí, sonriéndome, tan feliz. Casi me pongo a llorar de la angustia.
_ ¿Cómo te fue con John? ¿Le agradaste?
_ Yo diría que sí_ dije.
_ ¿Te sientes bien? _ preguntó.
_ No del todo. Daniel, creo que es mejor que nos separemos un tiempo, por lo menos para dormir. Ya todos me odian por lo que pasó en el campo y es mejor dejar que las cosas se enfríen, por eso, esta va a ser la última noche que estemos juntos antes del día de la boda.
_ Será difícil, ya me acostumbré a ti_ dijo_ Pero está bien.
“_ ¿Por qué se me hará todo tan difícil?”_ pensé.
Esa noche no me medí en nada. Quería que fuera inolvidable para él. Nadie valora lo que tiene hasta que lo pierde.
_ ¡Te luciste!_ dijo él
_ Es que te amo demasiado_ le dije_ Ahora debes descansar, irás con John mañana, ¡Y no sabes la falta que me vas a hacer!
_ Y tú a mí. Sabes que te amo, ¿Verdad?
Lo besé larga y apasionadamente y se me escaparon un par de lágrimas.
_ ¿Qué te pasa? ¿Tanta falta te voy a hacer?
_ No es eso, es solo que me emocioné. ¿Sabes? Yo te amo, ¡Siempre voy a amarte! No importa lo que digan o lo que pase, mi corazón siempre estará contigo. ¿Entiendes?
_ ¡Sí! ¿Por qué dices esto? Me asustas.
_ No, por nada, solo quiero que estés seguro de esto, porque es verdad.
Nos dormimos abrazados. Iba a ser la última vez que estaríamos juntos.
AHHH QUE RARO SARAH!!! OTRA VEZ ELLA TAN ESPECIAL!!!! CON SU MANERA UNICA DE PASEARSE EN SU PROPIA VIDA!!! TENDRÁ DERECHO ALGUIEN TAN DESCARADO A SER FELIZ? SERA QUE LAS COSAS PUEDEN SALIR BIEN A ULTIMA HORA? Y DE SER ASI, SE LO MERECERÁ? NO DEJES DE LEER EL PROXIMO CAPITULO. EL FINAL SE ENCUENTRA CADA VEZ MAS CERCA!!!
Y POR CIERTO ME ENCANTA CUANDO COMENTAS, ASI QUE DEJA TU HUELLITA, POR PEQUEÑA QUE SEA, RECUERDA QUE LAS ONDAS EN EL AGUA COMIENZAN PEQUEÑAS PERO SE EXPANDEN CON EL TIEMPO HASTA SER ENORMES Y CONVERTIRSE EN OLAS!!!
jueves, 5 de agosto de 2010
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