XV
Lucas había llegado al Santuario en la noche. Estaba muy cansado, así que lo único que pudo hacer fue echarse en su cama a descansar. Su compañero de cuarto Jeremy hizo lo mismo. Cerca de la media noche algo lo despertó, sintió como alguien entraba a su cuarto. Se incorporó en su cama pero de momento no vio nada, Jeremy por su parte no parecía haber notado nada y seguía durmiendo tranquilamente. Al siguiente momento vio una sombra oscura vestida con una capa negra emerger del piso. La figura estiró la mano y creó una especie de división de cristal a la mitad del cuarto de manera que Jeremy durmiendo en su cama se veía borroso. Se distinguían todas las formas del otro lado del cuarto, pero no se veían con claridad. La figura se paró a los pies de la cama de Lucas y este ya se había empezado a asustar.
_ ¿Quién eres?_ preguntó temeroso.
_ ¡Shht! No hagas ruido. El hechizo para silenciar no sirve aquí, porque esa pared de cristal opaco se rompería. Así que debes procurar no hacer ruido.
_ ¿Alix?_ preguntó él.
La figura sacudió la cabeza en negativa y se quitó la capa.
_ ¡Neela! ¿Qué estás haciendo aquí?_ preguntó.
_ ¡Te dije que vendría Lucas!_ dijo ella.
_ ¡De verdad viniste! ¡Estoy muy feliz de que estés aquí!_ dijo besándola emocionado.
_ Lucas… vengo porque tengo que hablar contigo_ dijo Neela seria.
_ ¡No me gusta como se oye eso!_ dijo perturbado_ ¿Pasa algo malo? ¿Hice algo mal? ¡Háblame! ¡No aguanto tanta incertidumbre!
_ Lucas… tú sabes que yo te quiero, pero la verdad es que no creo que nuestra relación vaya a funcionar; y creo que de hecho lo mejor es que terminemos.
_ ¡No!_ casi gritó_ ¡No!_ dijo después susurrando y viendo hacia la cama de Jeremy donde se veía que este se había movido un momento_ ¡No quiero terminar contigo! ¿Sabes? Hoy por ejemplo me iban a ascender de categoría y me iban a enviar a un lugar lejano de aquí como Jefe de Guardia, pero no me fui porque aquí te tengo a ti y no sabía si querías irte conmigo.
_ Hubiera sido mejor que te hubieras ido.
_ ¿Por qué? Es que no te entiendo.
_ Porque estarías a salvo… Lucas, ¡Yo soy la hechicera oscura, tú mejor que nadie sabes cual es mi propósito y por qué estoy aquí en realidad!
_ ¿Vas a volver a hacer daño? ¿De verdad piensas en vengarte? ¿Tanto odias a este mundo?
_ ¡Tú no sabes lo que yo siento! A veces ni yo misma lo se, y temo que un día todo se me salga de control y lastime a la gente que quiero.
_ Entonces, ¿Tú si me quieres?
_ Sí,,, pero…
Lucas la miró a los ojos.
_ ¡Hay alguien más!_ dijo el y sintió que le faltaba el aire_ Por favor si hay alguien más, ¡Dímelo!
_ ¡Sí! ¡Hay alguien más!_ dijo ella mirándolo a los ojos de manera tal que el supo que no le había mentido.
_ ¿Lo amas más que a mí? ¿Te corresponde?
_ ¡No quiero hablar de eso ahora!
_ ¡No! ¡Dime!_ dijo él sosteniéndola de las manos.
_ Sí, de hecho si lo quiero más, y si me corresponde.
_ ¿Él sabe quién eres en realidad? ¿Te acepta igual a cómo lo hago yo?
_ No, él no lo sabe, ¡Pero voy a decírselo!
_ Supongo que no hay nada que yo pueda hacer. Te conozco, y se que si lo amas, ya lo has hecho con él… ¿Por qué? ¿Soy tan poca cosa para ti?
_ No es eso, es solo que no es justo para ti. Piensa en ti mismo. Yo no podría estar contigo, tendrías que estar siempre escondiéndote para verme.
_ ¡Eso no tendría que ser así! ¡Podrías verte como Alix!
_ ¡Esa no soy yo Lucas! ¡Sería fingir algo que no soy para siempre! No podrías progresar por mi culpa. ¿Qué dirían tus padres? Además, tú sabes quién soy yo, ¡Pero ellos no, y no podrían saberlo nunca! Viviríamos en una eterna mentira. Y si por casualidad, alguien se enterara de quién soy yo, te expulsarían de la Orden de los Caballeros de la Luz, porque se bien que nunca intentarías hacerme daño y que nunca me enfrentarías. Yo en cambio si temo no poder controlar mi odio, y por el cariño que te tengo es que quiero que te alejes de mí.
_ ¡Aparte amas a otro!_ dijo con amargura y los ojos llenos de lágrimas.
_ ¡Lucas mírame! Quiero para ti una vida mejor de la que nunca tendrías conmigo. ¡Acéptalo por favor! Yo se que puedes ser feliz con alguien más y que lo mereces porque eres una persona maravillosa.
_ ¡Él no te va a querer como te quiero yo!_ dijo mientras le rodaban las lágrimas por las mejillas.
_ Yo se que talvez no, y que talvez nunca pueda ser feliz con él por lo que soy yo, pero tu futuro no tiene por qué estar lleno de dolor y ser oscuro solo porque el mío es incierto. ¿Sabes, Lucas? Pase lo que pase, nunca te voy a olvidar. Fuiste el primero para mí. Nunca había sentido amor, ni físico ni emocional antes. ¡Siempre vas a ser muy especial para mí! En ciento diecisiete años nunca me había sentido así.
_ Entonces es definitivo. ¡Hemos acabado!
_ Hay parte de mí que siempre estará contigo y hay parte de ti que estará conmigo para siempre… Esta será la última noche que estemos juntos, ¡Claro, si es lo que quieres!
_ ¡Claro que quiero! ¡Quisiera que esta noche no acabara nunca!
_ Esta noche será eterna en nuestras mentes. Será la noche en que te amaré para siempre. Quiero que olvides que nos vamos a separar y pienses en que hoy soy tuya para siempre y que nadie va a poder quitarte esto nunca.
_ Mañana voy a pedir que me vuelvan a asignar la misión. Voy a aceptar el cargo, y me va a destrozar el alma, pero talvez tengas razón y sea lo mejor. Si me quedo aquí no voy a confrontarte y mataría antes de dejar que alguien más te haga daño… ¿Podemos vernos mañana en el bosque para despedirnos?
_ Sí, te espero al mediodía… Pero ahora solo quiero estar contigo.
Y empezó a besarlo y a acariciarlo. Tantos sentimientos que no podían expresar con palabras, los expresaban con caricias, besos y movimientos.
Jeremy se despertó al oír los gemidos de su compañero y de su amante. Se sorprendió al comprender lo que estaban haciendo, pero no lograba descifrar quién era la muchacha que estaba con Lucas. No podía ser Alix por la forma de sus alas, que además, parecían desprender llamas. Sintió una energía negativa poderosa, pero le dio miedo interrumpirlos. La pared de cristal opaco no le dejaba ver los rostros de ambos. No podía creer que Lucas estaba haciendo lo que estaba haciendo con tanta tranquilidad, como si estuviera solo y no compartiera cuarto con nadie. Talvez Azalea sabría quien era, ya que como ella era un hada talvez conociera de quién se trataba, porque ahora estaba seguro de que no era Alix.
La figura se marchó dos horas después, se puso una especie de capa, ¡Parecía una sombra con ella! Retiró el cristal, besó a Lucas de despedida y desapareció. No dejó rastros de su estadía en el lugar. Nunca le vio el rostro. Juraría que oyó llorar a Lucas, pero no se atrevería nunca a preguntarle.
Lucas por su parte, nunca supo que Jeremy se había despertado y lo había visto y oído todo. Él solo pensaba en cómo iba a ser su vida ahora que Neela o Alix, como quisiera llamarla, ya no iba a formar más parte de ella.
¡Qué frías se ven las estrellas, qué lejanas y qué solas cuando te sientes triste en esas noches en las que por dolor o preocupación no logras conciliar el sueño y la desesperación y la incertidumbre del futuro te colman el alma y te destrozan tu corazón y las ilusiones creadas con tanto amor!
Un futuro frustrado es un vacío que casi nunca cierra, es como un frío que te carcome por dentro y te hace pensar que a veces, no vale la pena vivir.
XVI
Al día siguiente en clases de pociones, Alix estaba distraída, como ausente o triste, tanto que sin querer quebró el frasco de cristal en el que debía depositar la pócima que estaba preparando. El profesor Isaac lo notó pero no dijo nada, pensó en que talvez estaba cansada o talvez ella se veía así porque había terminado con Lucas. Sin embargo a la salida de las clases no le pudo preguntar nada, porque lo citaron a una reunión de emergencia del Consejo y tuvo que irse de inmediato.
_ Alix, ¿Estás bien? ¿Cómo te sientes?_ preguntó Azalea.
_ ¿Por qué preguntas?
_ Porque como a Lucas lo mandaron lejos y te va a ser difícil verlo tan seguido, seguramente has de sentirte muy triste.
_ ¿Cómo te enteraste?
_ Jeremy me lo contó en la mañana cuando vino a verme. Dijo que le extrañó el cambio de parecer de Lucas porque primero rechazó el cargo y luego habló con el superior para que lo reasignara.
_ Ya veo… De todas maneras hemos terminado… pero, no estoy así por eso, es solo que me siento muy cansada.
_ ¿O no será, más bien, que como él te ha engañado con otra chica, por dignidad, has tenido que terminar con él? ¿O será que fue él quien te botó?_ preguntó Amarilis como con burla.
_ ¿A qué te refieres? _ dijo Alix medio molesta y viéndola con odio.
_ A que yo oí cuando conversabas con Jeremy, Azalea, y él te contó que anoche Lucas estaba teniendo sexo con una chica ahí mismo, en la habitación. Dijo que no pudo ver quién era pero que estaba seguro que no eras tú, porque por la forma de las alas, que eran como llamas y que de hecho las tuyas no son así, debía tratarse de alguna otra hada.
_ Yo no tengo por qué oír tus majaderías_ dijo Alix.
Y se alejó molesta.
_ ¡No debiste decirle eso Amarilis!_ dijo Azalea siguiendo a Amarilis que perseguía a Alix.
_ ¿Por qué no? ¿Sabes? Yo si estoy segura de que él te botó, porque no eres suficiente para él_ le dijo a Alix.
Alix se volvió molesta, pero con una sonrisa en sus labios:
_ ¿Tú crees que él me botó porque no me acosté con él? ¡Entérate de una buena vez patética, y busca una vida propia en lugar de andar husmeando en las ajenas! ¡Yo sí me acosté con él! ¡De hecho, hicimos el amor muchas veces! ¡No! ¡No te vas! ¡Ahora me oyes! Yo se que te duele y me alegra que sea así, porque no se por qué siempre estás buscando hastiarme, ¡Debe ser que me envidias mucho!
_ ¿Yo, envidiarte a ti? ¡No me hagas reír!
_ ¡Sí, tú me envidias! Porque, aunque ahora no estemos juntos, él me besó, me hizo suya y me amó, y tú, en cambio te quemas de deseo con besos que no vas a poder darle nunca y te pudres con ese amor que llevas por dentro y que nunca va a ser, ¡Porque él no te quiere, nunca va a hacerlo! ¿Y quieres saber algo más? ¡Fui yo la que le pidió terminar! Y fui yo quien le dijo que recapacitara y que tomara el ascenso que le estaban dando. ¿Captas? No importa si estuvo con alguien más anoche, ¡Es a mí a quien besa, a quien abraza y a quien posee en su mente mientras que está con otra! ¡Es a mí a quien siempre va a amar! Y tú ni siquiera puedes optar por ser plato de segunda mesa, ¡Porque no eres nada, ni lo suficientemente mujer para complacerlo! ¡No eres ni la sombra de lo que soy yo! ¡No me llegas ni a los talones! Eres tan patética, que no se si tenerte asco o lástima. ¿Quién es la patética ahora?
Alix siguió su camino y se volvió y dijo:
_ ¡Discúlpame Azalea, por haber tenido que presenciar esto, pero es que ya no me lo soportaba más! Ahora debo ir al bosque a buscar flores níveas para hacer una pomada para cerrar la cortada.
_ Pero, ¡Yo creo que en los invernaderos hay de esas flores!_ dijo tímida.
_ ¡Sí! Pero las que son silvestres tienen el doble de efecto que las que son cultivadas artificialmente.
Y siguió su camino.
Amarilis estaba atónita y no podía contener las lágrimas. Todo lo que Alix le había dicho le llegaba hasta el alma y sentía que se ahogaba de dolor porque sabía que esas palabras eran verdad. Lucas nunca había tenido ni tendría ojos para ella. Él aunque estuviera con otra, seguiría amando a Alix para siempre. Por eso, le había hecho caso a ella y se iba a otro lugar. Su vida en verdad era triste y patética. No sabía ni cómo decirle nada a Azalea, porque aparte de que había oído una conversación privada de ella con Jeremy, había traicionado su confianza y no le había hecho caso cuando intentó detenerla. Esas lágrimas en verdad eran amargas y le quemaban el corazón. En eso, oyó la voz de Alix en su cabeza:
“_ No sabes lo delicioso que se siente el verte llorar”_ decía, y la oyó reírse.
Ella ya se había ido rumbo al bosque. Decidió seguirla.
Azalea, aunque estaba dolida con Amarilis no la dejó sola y la siguió para hacerle compañía. No entendía por qué Amarilis se ensañaba tanto con Alix.
_ ¡Maldición, la perdí de vista!_ dijo Amarilis al no ver a Alix.
_ ¡No deberías hacer esto! ¿Qué ganas siguiéndola?_ dijo Azalea.
_ ¡No lo se! Es solo que pienso que no puedo dejarla en paz, porque me robó a Lucas.
_ Eso no es cierto y lo sabes bien… ¡Amarilis!_ dijo desconcertada_ ¿Qué ese no es Lucas?
Lucas estaba en el bosque y no las había visto. Las dos se escondieron tras un arbusto cuando notaron que alguien se acercaba. Era una chica y solo pudieron verla de espaldas. Les llamó mucho la atención su cabello largo y negro.
_ ¡No pensé que llegarías!_ dijo Lucas.
_ ¡Lo prometí! Y debo cumplirte la promesa ¡Te debo tanto!
_ Me voy en unas horas_ dijo triste_ ¿Sabes? Siempre voy a amarte, y lo de anoche… ¡No lo voy a olvidar nunca!
_ ¡Ni yo! Hay una parte mía que siempre va a amarte_ dijo la chica.
Él la besó apasionadamente y cuando la sostuvo de la mano, ella por reacción al dolor, proyectó sus alas de fuego.
_ ¿Qué te pasó?_ dijo él.
_ ¡Nada! ¡Una simple cortada!
_ ¡Siempre voy a amarte, Neela!
En ese momento, Azalea, que le decía en voz baja a Amarilis que no podía creer que lo de la chica en el cuarto fuera verdad, se quedó petrificada y se le salieron las lágrimas de la impresión.
_ ¡Me voy Amarilis! ¡Debemos irnos rápido!_ dijo muy asustada.
_ ¿Por qué? ¿Qué te pasa Azalea?
_ Ella… ¡Ella es la hechicera oscura! ¿Qué no lo ves? La otra chica, con la que estaba Lucas, de la que hablaba Jeremy… es la hechicera oscura. ¡Me voy! Voy a decirle al profesor Isaac. Él es del Consejo, él sabrá qué hacer… ¡Tengo miedo, vámonos ya!
_ Si las dos nos vamos ya, se van a dar cuenta Azalea. Ve tú primero, despacio ¡Ya te alcanzo! ¡Anda!
Amarilis no podía creerlo. ¿Acaso Lucas estaba loco? La hechicera oscura era la maldad en persona, había matado a mucha gente, incluyendo el abuelo de Lucas.
En eso se fijó en que ella tenía un corte en la mano y que Lucas se quitó un trozo de tela de su capa y la vendó con él. Él la volvió a besar y se fue. Ahora, la hechicera oscura estaba sola.
Pero Neela oyó los pensamientos de Amarilis que estaba escondida y la hizo levitar de cabeza. Amarilis del miedo cerró los ojos y la oyó hablar.
_ ¿Qué tenemos aquí? ¿Un hada? ¡No! ¡Es demasiado ordinaria para ser un hada! ¡No tengo tiempo para basuras como tú!
Y la soltó. Cuando cayó, abrió los ojos y se puso en pie. La hechicera oscura no estaba.
Neela se transformó en Alix y se teletransportó al colegio. Ahí fue en busca del profesor Isaac.
_ Te veías triste esta mañana_ dijo él.
_ Anoche, corté con Lucas y le dije que aceptara la misión que le encomendaron, lejos de aquí.
_ ¿Te dolió hacerlo?
_ ¡No puedo decir que no! Pero prefiero estar contigo. Es a ti a quien amo de verdad.
En eso, Azalea y Amarilis entraron al salón de clase, donde estaban Alix y el profesor Isaac.
_ ¡Profesor! ¡Profesor!_ dijo Azalea histérica_ ¡Hemos visto a la hechicera oscura en el bosque!
_ No jueguen con eso chicas, ¡Eso es muy serio!_ replicó él.
_ ¡No profesor, es en serio! Y estaba con Lucas, el que era novio de Alix, ¡Por suerte y no se cómo, no lo mató!_ dijo.
_ ¿Tú no los viste Alix, tú que estabas en el bosque buscando las flores níveas para esa cortada?
_ ¡No! De hecho, volví hace un rato. Ya tengo las flores en mi habitación.
Amarilis solo veía con odio a Alix.
_ ¡Tienen que hacer algo profesor!_ dijo Azalea.
_ ¡Tranquilas! Lo comunicaré al Consejo para que tomen medidas. Yo les creo, pero ahora cálmense, porque si alguien las oye, todos entrarán en un estado de histeria colectiva.
_ ¡Sí profesor! ¡Gracias por creernos!_ dijo Azalea.
Y se fueron. Pero Amarilis se quedó pensativa. El profesor sí se veía alterado, pero Alix no se veía ni por asomo preocupada. Había un detalle que tenía ella, no sabía de momento qué, que le había llamado la atención.
_ Adelántate Azalea_ dijo_ Se me olvidó preguntarle una duda que tenía en clases al profesor.
_ ¡Está bien! Te espero en el piso de abajo. ¡Ten cuidado con las escaleras! El otro día Laurell se tropezó con el tapete que las cubre y se torció el tobillo_ dijo Azalea y se fue.
Amarilis se devolvió al salón de clases. Mientras tanto Isaac hablaba con Alix de la reunión de emergencia del consejo.
_ ¡Es terrible! La hechicera oscura no fue encontrada en la dimensión neutra y para colmo de males, las chicas dicen que la vieron en el bosque… Ese chico Lucas tiene suerte de seguir con vida, ¿Sabes? Ella mató a su abuelo.
_ ¿Tan terrible es?_ dijo Alix pensativa.
_ ¡Sí! Pero no te preocupes, ya te dije que por mi vida juro que no te pasará nada malo_ dijo Isaac besándola.
En ese momento Amarilis abrió la puerta y los vio. Alix la volvió a ver retadora y Amarilis reconoció en ella la mirada de la hechicera oscura. Miró hacia la mano de ella y vio el vendaje que Lucas le hiciera a Neela hacía un rato. Entonces comprendió.
Alix por su parte la oía pensar en su cabeza.
“_ ¡Tú! ¡Tú eres la hechicera oscura! Lucas se fue porque tú le pediste, y porque… ¡Te estabas acostando con el profesor! ¡Él es a quien de verdad amas! ¡No lo puedo creer! Para que Lucas se fuera es porque algo en verdad malo iba a pasar. ¡Y él lo sabía! ¿Me pregunto qué será? ¿Me pregunto si él sabía que tú estabas con el profesor, y si el profesor sabe realmente quién eres?”
En eso Amarilis oyó una voz en su cabeza.
“_ ¿Sabes lo que la curiosidad le hizo al gato?
“_ ¡Nadie aquí sabe el peligro que todos corremos!”_ pensó Amarilis_ ¡Debo decirle a la rectora!_ dijo y echó a correr.
_ ¡Amarilis, no digas nada, por favor! ¡Por favor!_ dijo suplicante el profesor pensando que ella los delataría.
Y corrió para detenerla, pero iba muy lejos en el pasillo y se detuvo.
_ ¡Todo está acabado!_ dijo con desesperación.
Amarilis oyó una voz hablar en su cabeza.
“_ ¡Yo no te dejaré hablar más nunca! ¡Rata asquerosa!”
Acto seguido, sintió que algo la empujaba en su carrera y cayó de cabeza de la parte alta de la escalera. Abajo se oían los gritos de las alumnas. Amarilis estaba inconciente y sangraba por todos lados.
Isaac y Alix se acercaron al oír los gritos al barandal de la escalera y vieron cuando entre las compañeras, se llevaban a Amarilis a la enfermería en muy mal estado.
_ ¡Le dije que tuviera cuidado con las gradas!_ decía llorando Azalea.
_ ¡Es terrible!_ le dijo Isaac a Alix_ Yo no quería que ella nos delatara, pero tampoco quería verla en ese estado.
_ ¡Es una maldita! ¡Se lo buscó!_ dijo Alix.
_ ¡Alix! ¿Cómo puedes decir eso? … ¡Me das miedo!_ dijo viendo el brillo de placer en sus ojos_ No me gusta ver que te complace que ella sufra, sin importar lo mal que te lleves con ella.
_ Isaac… Creo que es tiempo de que hable contigo… Creo que ya estoy lista para contarte aquellos secretos que dije que me daba miedo decirte, por temor a perderte.
_ Está bien_ dijo inquieto_ ¡Hablemos!
_ ¡No! No ahora. Voy a ir a buscarte a tu habitación hoy en la noche. Ahí hablaremos y espero en Dios que lo que diga no te aleje de mí.
Y besándolo, y sin decir nada más, se alejó de él caminando sin prisa y dejándolo, temeroso, en un mar de dudas que lo ahogaban.
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