Mi lista de blogs

miércoles, 18 de mayo de 2011

CUENTO ESCRITO POR EL ANGEL OSCURO



Este cuento lo escribio un amigo mio le decimos en este mundo El Angel Oscuro. Contiene Lemmon asi que quedas advertido en caso de que no te guste este tipo de material. No te quedes sin comentar al final, es su primer cuento y le hace mucha ilusion ver como le fue con respecto a los lectores del blog.

Elizabeth tenia tiempo tratando de dormir pero el calor no la dejaba, de nada serbia que la ventana estuviese abierta. Era una noche de esas calientes en donde no corre ni un poco de brisa.

Su camiseta gris de tirantes la cual usaba para dormir estaba totalmente ceñida al cuerpo por el sudor del que este brotaba, sus hermosos y juveniles pechos estaban totalmente remarcados y la verdad era que le incomodaba el tener que usar dicha prenda.

Se sentó en su cama y con un movimiento rápido se desprendió de su ropa totalmente empapada de sudor y se acostó nuevamente sobre sus cobijas, las cuales estaban todas desordenadas y desacomodadas por la vueltas que había estando dando durante toda la noche.

Una vez más se levanto de su cama, ya cansada de no poder dormir y se dirigió a la ventana de su cuarto en un segundo piso de su casa de madera estilo victoriana. ¡Que suerte!, una leve brisa lo suficientemente refrescante entro en ese momento por la ventana como para que sus botones se endurecieran, ese acontecimiento desató una sensación de éxtasis en todo su cuerpo.

Se quedo un rato viendo por la ventana, era una noche clara y totalmente estrellada, aunque una pequeña nube tapaba una luna preciosa.

Una sensación de frescura recorrió todo su cuerpo, ya que el sudor en su piel hacia que le recorriera mejor la leve brisa que corría por el aire.

¡Que diablos!- pensó- y acto seguido se despojo de su única protección; una calzoneta blanca.

El cuerpo blanco y completamente rasurado de Elizabeth quedo al descubierto, sus ojos verdes centellaban con la luz de las estrellas y su cabello rojo había tomado un tono que le hacia lucir mejor.

Se sentó al borde de la jardinera que había en la ventana para contemplar mejor la noche y tal vez para sentir un poco más de alivio al color que le sofocaba. El cabo de unos minutos ya no sentía tanto calor.

Pero empezó a sentir un calor que le recorría de forma diferente, se sentía diferente y se calmaba de forma diferente.

No sabe como ni cuando pero sus delicadas manos encontraron su más intima parte de su ser y la estaban empezando a dar placer. Un placer que ella conocía bien y que disfrutaba enormemente, aunque claro nada superaba la sensación de su compañero.

Elizabeth continúo despacio acariciando su intimidad con una mano mientras que con la otra se tocaba y frotaba sus senos excitados, duros y blandos a la vez. La respiración poco a poco pasaba a jadeos profundos y pausados.

Ya no le bastaba con tocarse si intimo ser, si no que ahora deseaba un poco más y esta vez poco a poco empezó a introducir un dedo en su húmedo ser. ¡Que calor sentía¡ ¡que refrescante sentía¡, ¡que rico sentía¡, y el frotarse más fuerte sus delicados bustos provocaba que la presión que estaba acumulándose en su interior estuviera a punto de salir sin ningún control, sus jadeos ahora eran cortos y rápidos al ritmo de sus caderas las cuales se contoneaban al mis ritmo de sus respiros.

Que curioso, ella que se había acercado a la ventana para ver la noche, ahora no podía mantener los ojos abiertos para apreciarla, solo le importaba calmar el calor, un calor que ya no era el mismo del comienzo, este era agradable a la vez que quemaba sus entrañas.

Ya no podía más, se reclino sobre el marco, un respiro profundo y ahogado se le avecino, al momento que un temblor recorría todo su ser, pequeñas compulsiones la dominaron, solo podía encogerse un poco para sostenerse.

Poco a poco se pudo ir recuperando de esa explosión que invadió su cuerpo. Que bien que se sentía en ese momento, cuando pudo abrir sus ojos y tomar conciencia de lo que había pasado se pudo dar cuenta que todo su cuerpo estaba totalmente relajado y una vez mas empapado de sudor y de otras cosas.

Antes de regresar a su cama decidió dar una ultima mirada al cielo nocturno pero la nube había tapado por completo la luna y ya las estrellas no tenias su resplandor, de repente se dio cuenta que había alguien en la parte de abajo, en la acera de la calle, alguien que no pudo reconocer, pero que había estado observando todo lo acontecido en esa ventana, pero ¿Por cuánto tiempo? Nunca lo sabría…

4 comentarios:

  1. Me gusto el erotismo del relato y lo intrigante del mismo. Tu amigo escribe muy bien. Me alegro que lo promocionaras en tu blog, te extrañado te mando un gran beso cuídate.

    ResponderEliminar
  2. Hola mi Lilyka...

    Muchísimas gracias por tus palabras en el blog... es una alegría sin par ver cuantos me apoyáis y entendéis lo mal que sentí con todo éso:D

    Espero verte por ahí a menudo, será un placer y un honor:D

    Me encanta el relato, tiene fuerza y es hermoso:D
    Me tendrás por aquí a menudo:D
    Te sigo y te he afiliado...

    kisses y feliz noche:D

    ResponderEliminar
  3. ¡Hola!
    El cuento estuvo realmente bien, me gustó mucho. Tiene un punto de misterio y el erotismo... Buenísimo.
    Espero leer pronto más de tu amigo, y de ti, lógicamente!
    Besitos ^^ Lady

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias por los comentarios, realmente lo agradesco desde el fondo de mi corazón.
    Pronto les estare publicando otro. :D

    ResponderEliminar