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miércoles, 11 de agosto de 2010

CAPITULOS 26 Y 27

XXVI

A la mañana siguiente cuando me levanté, ya Daniel no estaba. Me encontré encima de la mesa un hermoso arreglo floral con una tarjeta de Daniel; decía:

“Nos vemos en un par de días.
Te Amo.
Daniel”.

Recordé entonces lo que había pasado la noche anterior y que además de todo no podía ni contarle, ni decirle a Daniel, porque John amenazó con seguirnos y con hacer que toda la familia se opusiera con tal de separarnos, y conociendo a Andrés y a Lucy, no sería difícil hacer que todos me odiaran. Me puse a llorar de la rabia primero y de dolor después, porque aunque admito que Joel es mi amor platónico sé que solo es un imposible y de verdad quiero mucho a Daniel, se que no casarme con él lo va a destruir y que morirá cuando me case con John. Mi vida a su lado iba a ser feliz y me dolía mucho perderlo para atarme a alguien que no quería (menos ahora) por una imprudencia estúpida. Me alisté y salí del cuarto medio aturdida. Había mucho silencio en la casa. Vi a una de las chicas del servicio y le pregunté dónde estaban todos.

_ Los señores Andrés, Joel y Brandon se fueron con el señor John a ver el negocio de la familia también. Como usted sabrá las cosas no son fáciles desde que hay guerra. La señora Elizabeth, la tía abuela y la señorita Eliza fueron a visitar a una conocida de la tía abuela. Y las señoritas Lucy, Annie y Mary fueron a la casa de la señorita Sally Barton que es amiga de ellas y que vive en una ciudad cercana. Iban a ir a escoger el vestido de novia de la señorita Annie. ¿Hay algo en que la pueda servir?
_ ¡No, gracias! Voy a salir a caminar un rato. Cualquier cosa yo te aviso.

Caminé hasta llegar al jardín de rosas. Me senté en el columpio que estaba en el sauce y no pude evitar volver a llorar. En eso sentí que alguien se acercaba por detrás y sostenía el columpio. Del susto perdí el equilibrio y caí de frente.

_ ¡Joel! ¿Qué estás haciendo aquí? _ dije secándome las lágrimas_ ¡Me asustaste! ¿Tú no te ibas a ir con John y los otros?
_ No. No tenía ganas, la verdad es que no es lo mío y dije que ya un amigo me había invitado unos días a pasar con él y que ya había aceptado. ¿Por qué estás llorando?
_ Por nada ¡Olvídalo!
_ ¡Solo dime! ¡Yo se que no estás bien!
_ ¡No, no estoy bien! ¿Qué pasa con los hombres de esta familia? _ dije fuerte.
_ ¿Qué te hicieron? ¿Te dañaron? ¿Quién?
_ ¡Ay Joel! Si yo te pudiera contar… pero no se ni por dónde comenzar.
_ ¡Solo cuéntame!_ dijo tranquilo.
_ Me da pena… pero ¡En fin! Total después de lo que viste allá en el campo, seguro que no piensas igual de mí. Seguramente te preguntas por qué Lucy no se lleva conmigo. ¡Es porque me acosté con Brandon!
_ ¡Eso ya lo sabía! Ella me lo dijo_ expresó con tranquilidad.
_ Empecé a andar con Daniel para quitarme a Brandon de encima y de verdad llegó a gustarme estar con él. ¡Ahora se que eso no podrá ser nunca!
_ ¿Por qué?
_ Porque el día que fueron a buscar provisiones y que por cierto yo llegué tarde, fue porque estaba con un chico que me encontré en el bosque. ¡No creo que haga falta que te diga lo que estaba haciendo! Yo solo pensé: ¡Qué rayos, será tu última aventura! Resultó ser que el chico desconocido era John. Anoche, cuando estábamos solos según él para conocerme mejor, me dijo que yo le había gustado y que tendría que romper con Daniel y casarme con él. ¿Te lo imaginas? Y que si no lo hacía o intentaba contarle algo a Daniel o huir con él, me difamaría, me echaría de la casa y lograría separarnos para siempre. ¡Yo no puedo hacer eso! ¡No puedo! ¡Eso destruiría a Daniel!
_ ¿Lo amas mucho verdad? _ dijo con tristeza.
_ Lo bastante como para querer estar con él, pero eso no importa, porque como ya te dije ¡Nunca va a pasar! Siguiendo con el bonito relato, solo me queda una semana para terminar con Daniel y no se qué voy a hacer.
_ Jamás me hubiera imaginado que John pudiera llegar a un extremo como este. Él siempre gana, a la buena o a la mala; ¡Pero esto es el colmo!
_ ¡No! ¿Sabes qué es el colmo? ¡Cuando tu querido hermano Andrés me violó! ¡Sí, así como lo oyes! Aquel día en que dijiste que ni te saludé.
_ ¡No puede ser! ¿Cómo pasó? _dijo temblando.
_ Me pidió que le diera clases de teatro a escondidas, porque iba a ser una sorpresa. Cuando vi que me lastimaba en las escenas en que tenía que abrazarme o besarme le reclamé, y entonces dijo que yo podría darle algo que nunca tendría de Mary o de Lucy y me tomó por la fuerza, y me golpeó, y entonces, me arrancó la parte de arriba… de mi vestido… y…_ comencé a llorar.
_ ¡Es un maldito! ¿Cómo pudo? _ dijo furioso_ ¡Me las va a pagar! ¿Te dolió? ¿Daniel lo sabe?
_ No, él no lo sabe. Al principio me lastimó, pero me repuse rápido. Lo que no podía soportar era el sentimiento de asco, y ese temor. ¡Lo odio con todas mis fuerzas!
_ ¡Y tienes razón!_ dijo abrazándome.

Me miró a los ojos y preguntó:

_ ¿Qué hay sobre mí?
_ A ti no te odio, ¡No podría! Tú… me gustas demasiado, por eso fue que el día que besaste a Annie sentí que la odiaba. Pero ¿Ya que puedo hacer? Tú la amas y yo me eché a perder mi propia vida, y de seguro tú me odias ahora.
_ ¡Yo no podría odiarte nunca! ¡Yo te amo! Lo digo en serio, desde el primer momento en que te vi. Me caso con ella porque tú te casas con Daniel, y se que contigo no tengo esperanzas porque sí lo quieres. ¡Quisiera que todo fuera diferente! Y que tú me amaras…
_ ¡Pero Joel! ¡Es que sí te amo, es solo que fui muy estúpida como para darme cuenta antes!_ dije.

Y no me pude contener y lo besé. Sentí cómo temblaba él y cómo temblaba yo. Y me convencí entonces a mí misma de que aunque quisiera mucho a Daniel, estaba perdidamente enamorada de Joel.

_ ¿Qué va a pasar ahora con Daniel?_ dijo él_ ¡Necesito saber!
_ Con Daniel nada. Ya te dije que John me cortó toda opción con él. Joel ¿Estarías dispuesto a dejar a Annie por mí?
_ ¿Lo dices en serio? ¿Abandonarás a Daniel? Yo sí la dejaría, ¡El día que tú digas me voy contigo a dónde tú quieras!
_ Con Daniel no tengo opción ya. No se si pueda decírselo en persona, pero prefiero irme que quedarme aquí y casarme con John y ver cómo se le despedaza la vida.
_ ¿A dónde iríamos? John nos perseguiría hasta encontrarnos_ dijo Joel preocupado.
_ ¿Te daría miedo vivir conmigo en el futuro? Yo tengo dinero ahorrado, podemos buscar trabajo y estar juntos. Pero… nunca podríamos volver. ¡No volverías a ver a nadie de tu familia! ¿No te importa?
_ No, no me importa. Yo iré contigo a donde quieras. Una vez que hayamos cruzado a tu época, desmontaré el portal que comunica ambas épocas desde tu armario. Siempre he soñado con lo que la tecnología y la ciencia tienen en el futuro para nosotros. Todo será diferente, ¿Verdad?
_ Sí, de verdad diferente. ¿De verdad quieres ir conmigo?
_ Sí de hecho siempre he querido cosas diferentes. Un día pensé que me iría como voluntario a la guerra. No me fui porque cuando probé el portal funcionó y fue cuando te conocí. Pero días antes ya lo había decidido.

Fue un relámpago o la verdad no se que fue. Pero recordé de pronto: Joel Knox, uno de los hijos de la familia Miller; la de los libros de historia mercantil. Los Miller casi quiebran su empresa por la crudeza de la guerra, pero lo peor es que Joel uno de los jóvenes más prometedores de la familia, murió como voluntario en la guerra. ¿Cómo no me di cuenta antes?
No quería que ese futuro alcanzara a Joel. Si me lo llevaba conmigo, no moriría en la guerra. Cambiaría ese futuro tan nefasto.

_ ¡No quiero que vuelvas a mencionar nada de ir a la guerra! ¡No quiero!_ casi grité.
_ ¡Está bien, está bien! Voy a empacar mis cosas. Nos iremos hoy, antes de que vuelvan los otros mañana. ¡No puedo creer que vaya a vivir contigo, y en el futuro!_ dijo besándome_ ¡Te amo! ¡Esto es maravilloso!
_ No puedes dejar que nadie te vea. Yo… voy a escribirle una carta a Daniel. Le voy a decir que me voy. No quiero que me busque, será mejor así.
_ Yo dejaré una diciendo que me fui de voluntario a la guerra. ¡Yo se que no quieres oír hablar al respecto! Pero es la única forma de que acepten que me fui y que no volveré.

Fui a mi cuarto. Rápidamente empaqué todo y lo llevé al cuarto de Joel. Volví a mi habitación, recogí lo poco que quedaba en una maleta pequeña y crucé al cuarto donde había pasado mi última noche con Daniel. Todavía no lo habían arreglado. Recogí la tarjeta que me había dejado con las flores, el abanico que me había regalado y un poco de ropa que tenía en esa habitación.
Me miré en el espejo. Pese a todo, a que me iba con Joel, me sentía triste, porque sabía que Daniel iba a sufrir como loco, pero sabía que era lo mejor. Puse la valija a un lado y me puse a escribir la carta.

“Querido Daniel:

Quiero que primero que todo sepas cuanto te amo; moriría por ti y no soportaría hacerte daño. Es por eso que me voy.
No sabes el dolor que me causa esta decisión, porque te quiero demasiado.
Debo volver a casa. No me busques, no vas a poder encontrarme.
Cuando quieras sentirme cerca, solo cierra los ojos y yo estaré ahí para ti, besándote, amándote o riéndome contigo, paseando juntos o durmiendo a tu lado.
Se que hay personas que te van a hablar mal de mí y que van a intentar desvirtuar mi imagen ante tus ojos. No los oigas, mis sentimientos por ti son auténticos.
Aléjate de John, no es tan buena persona como todos creen. De hecho, espero que tú tengas la fuerza para superarlo y alejarlo de ti y hacerte cargo del futuro de la empresa y de tu familia.
Yo se que sí puedes. Siempre voy a confiar en ti. Siempre voy a amarte donde quiera que esté. Te agradezco por todo.
Despídeme de tu madre, de la tía abuela y de Eliza. Todas ellas fueron muy amables conmigo.
Desconfía de Andrés y de Lucy, son personas abominables que no merecen estar contigo.
Perdóname por irme así, pero es la única opción que tengo. Si te preguntas por qué, no fuiste tú y no fui yo. Pregúntale a John, solo el tiene la respuesta.
Dile a Andrés que lo maldigo por haberme violado y que nunca lo perdonaré, y que espero que arda en el infierno algún día.
Dile a Mary que deje a Andrés, ella merece a alguien mejor.
Gracias por todo Daniel, cambiaste mi vida marcándola de una forma tal que no tienes idea.
Siempre voy a amarte y a recordarte. Siempre seré tuya y en mi mente y en mi corazón siempre estarás conmigo.

Te amo.

Sarah.

PD: Mira a las estrellas, ahí estaré para ti.”

Me quité una de mis peinetas y la cambié por una de las flores del arreglo que él había dejado para mí. Tomé una de las cintas de mi cintura y me quité mi anillo de compromiso. Até la carta con la cinta y deslicé el anillo antes de hacer el lazo. ¡De verdad era un anillo precioso! Una lágrima se me vino de repente, pero sabía que era mejor así. Dejé la carta a la par del arreglo floral y voltee a ver el cuarto. Me dio nostalgia y sentí como un frío, un vacío. Cerré la puerta y salí con la maleta en la mano. Nunca más volvería a este lugar. No en esta época.
Fue un verano mágico que acabaría en dos semanas. El mejor verano de mi vida. Por la ventana pude ver el rosal, brillando como nunca al sol; el perfume de las rosas llegaba hasta la casa. El sonido del viento entre las ramas del sauce era dulce y armonioso. Pensar que en mi época todo eso ya no existía. Era solo un parque más de concreto como cualquier otro. Toda su magia había muerto, porque ninguno de los árboles que habían en él podrían siquiera compararse con los que habían ahora. Eran como sombras, fantasmas de los que veía ahora. Pero era mi mundo, y debía volver. Me topé con una de las muchachas del servicio.

_ ¿Se le ofrece algo señorita? ¿Va de viaje?
_ Voy a mi casa. Debo ir de emergencia.
_ ¿Algún mensaje para el señor si regresa primero?
_ Sí, dile que lo amo con toda mi alma.

Sin que se dieran cuenta fui al cuarto de Joel.

_ ¿Listo?_ le dije entrando.
_ Sí ya tengo todo lo que voy a llevarme. Lo estoy pasando a tu armario.
_ Temo que echaré de menos todo esto.
_ Yo también, pero prefiero echar esto de menos a echarte a ti de menos.
_ ¡Es hora! ¡Vámonos ya!

Entramos a mi armario y de ahí a mi cuarto. Desde el armario Joel desprendió con cuidado del marco el aparato para abrir el paso entre dimensiones.

_ ¡Ya está!_ dijo_ Ahora solo está la pared.
_ ¿De verdad no tienes miedo de vivir aquí?_ pregunté.
_ No si estoy contigo.

Cuando entró a mi cuarto se maravilló con todo; el televisor, la reproductora de cassettes de video, el DVD. En eso vio por la ventana. Los carros llenaban las calles. Se veían muchas luces de los comercios y teatros. Un ruido lo distrajo.

_ Es un avión_ le dije.
_ ¿De guerra?
_ No amor, de pasajeros.
_ ¿Qué queda hacia allá? _ dijo señalando la puerta que estaba a un lado del cuarto.
_ Es la sala comedor, por donde se entra al apartamento.

Entró al baño.
_ No puedo creerlo, es justo como el baño de mi habitación… ¡Oh por Dios, el agua sale caliente tanto en la bañera como en la regadera!
_ Joel, ven acá_ le dije y lo senté en la cama a mi lado_ El motivo por el que se parece tanto a tu cuarto es porque es el mismo. La Sala y el comedor eran el salón grande que estaba contiguo a tu cuarto. Es por eso que me encontraste. El portal se abrió en épocas diferentes, pero en el mismo lugar. Los cuartos fueron conectados entre sí y vendidos como departamentos hace muchos años. Creo que yo ni siquiera había nacido cuando eso.
_ No puedo creer que acabaran con el rosal de Gabriel_ dijo desanimado.
_ La gente de esta época vive muy aprisa y como que no le da importancia a este tipo de cosas. Lamento si te desilusiona.
_ No me importa. Estoy contigo ahora.
_ Si estuvieras en tu tiempo… y vivieras, tendrías más de noventa años.
_ ¿Puedo preguntarte algo? ¿Por qué te asustaste cuando mencioné lo de ir a la guerra? No me mientas. Tú sabes algo, ¿Verdad?
_ La verdad sí. Tú hubieras muerto. ¡No podía dejar que eso pasara!
_ ¡Dios! ¿Quién lo hubiera creído? … ¡Qué dicha que estoy aquí contigo! Te amo ¿Sabes?_ dijo sonriendo.
_ Y yo a ti. Ahora espera aquí. Quiero darte una sorpresa. No veas.

Salí al rato, usando la misma ropa que usaba el día que lo conocí, cuando me vio dormida en la cama. Vi que se sonrojó. Lo acosté despacio en mi cama y empecé a besarlo mientras lo desvestía.

_ ¡No sabes cuanto soñé esto!_ me dijo.
_ Yo también_ dije mientras me desvestía.
_ Tengo miedo de no gustarte. Nunca había hecho…
_ Shhh. No te preocupes_ le dije mientras apoyaba mis dedos en sus labios_ solo haz lo que quieras, yo te guiaré en el resto. Vas a ver que todo va a salir bien.
Y de hecho salió bien. Salió bien unas siete veces esa noche. Tengo que reconocerlo ahora, hubiera sido un error casarme con Daniel. Esta clase de vínculo, este ardor que sentía en mi pecho, que nublaba mi mente, este calor en mi pecho y un dolor delicioso en mis entrañas, no lo había sentido nunca. ¡Joel era el indicado! Fue una suerte el habernos encontrado. Nunca me separaría de él. Solo la muerte lograría separarnos.
Este fue un milagro para mí, una preciosa oportunidad que la vida me daba. Él era mi único. El que había esperado siempre.

_ Te amo_ dijo entre sueños.
_ Yo también te amo_ dije besando su frente.

Ahora todo era perfecto en mi mundo y mi fe en Dios y en la vida estaba renovada por fin.





XXVII

Al día siguiente cuando me desperté no podía creer que tuviera a Joel a mi lado. Era realmente bello, parecía un niño pequeño. Me levanté sin despertarlo y fui a la cocina, puse la máquina de hacer café y empecé a preparar el desayuno. La intención era sorprenderlo con el desayuno en la cama, pero se despertó antes y fue a buscarme. Lo primero que le llamó la atención fue la máquina de hacer café, luego ver cómo cocinaba algo en el horno de microondas. Todos los electrodomésticos le llamaban mucho la atención. Por fin nos sentamos a desayunar.

_ ¿Quieres oír música?_ le pregunté.

Y con el control remoto encendí el equipo de sonido y fui a poner uno de los discos, totalmente diferentes a uno de esos de fonógrafo que habían en su casa. Él estaba simplemente maravillado.

_ ¡Todo es tan fácil aquí! _ dijo _ Jamás me imaginé todo esto.
_ Hoy quiero llevarte al parque de diversiones. Se que va a gustarte.
_ Pero, no tengo ropa_ me dijo.
_ Tranquilo, usarás tus pantalones y tus zapatos y yo te prestaré una de mis camisetas deportivas. Te verás bien. Solo tengo que moldear tu cabello con un poco de gel. Confía en mí.

Me alisté rápido y me vestí con unos jeans ajustados a la cadera, una de mis blusas deportivas entalladas, zapatos tenis y unas gafas oscuras. Él comentó que le gustaba más verme vestida así.
Tomamos un autobús y llegamos al parque. Nos subimos en casi todos los juegos. Al igual que a mí el que más le gustó fue la montaña rusa, por lo alta y por los giros de 360 grados. Le gustó también la cámara de antigravedad, los juegos de realidad virtual y el acuario sumergido con paredes de vidrio.

_ Este lugar es maravilloso. Me alegra tanto el saber que viviré aquí. ¿Sabes que me llama poderosamente la atención? Lo abiertas que son las personas en esta época que no sienten pena o miedo en decir lo que creen y en demostrarlo. Aquí es fácil saber si dos personas se gustan o si son novios, porque andan de la mano o besándose delante de todo el mundo. Lo que no entiendo es algo. Vi a dos parejas, dos chicos y dos chicas que venían todos juntos, pensé que serían novios hasta que vi a los dos chicos abrazarse y a las dos chicas besarse entre ellas. ¿Por qué?
_ Porque en esta época, la gente tiene mucha suerte de encontrar a alguien a quien amar y tú sabes que aunque es inusual, es decir, uno no lo hace, esas cosas se han dado siempre. Es solo que ahora hay más tolerancia ¿Ves?
_ No, si eso está a la vista. Aquí hay gente de todas las razas juntas. ¿Es que en esta época no existen las guerras?
_ Joel me encantaría que fuera así, pero la humanidad no está tan avanzada. Lo que si es que muchos tomaron conciencia después de que estalló la bomba atómica, al final de la Segunda Guerra Mundial. La humanidad en sí, busca la paz, pero a veces la busca con medios que no son aptos. Todo está en nuestras manos, depende de todos y cada uno de nosotros. Tengo libros y videos de documentales en casa. Si quieres puedes verlos cuando lleguemos.
_ ¿La empresa de mi familia subsiste?
_ Creo que sí, pero ahora se llama Corporación Miller o algo así por el estilo. No estoy segura de qué es, pero se que entre todo, es una de las proveedoras del programa espacial en Estados Unidos.
_ ¿Es decir que el hombre fue al espacio?
_ Claro, hace más de 40 años. También tengo un video de eso por si lo quieres ver.
_ ¿Un video?
_ Sí, imágenes corridas por televisión, es como si lo estuvieras viviendo desde tu casa. Parecido a los aparatos de cine mudo, pero a colores, con sonido y más avanzados.

El resto del día, fuimos de compras y al cine a ver una película. Era increíble ver como todo le maravillaba.
Esa noche estábamos cansados, pero él estaba tan emocionado que casi no podía dormir. “_ Sí amor_ pensé_ el hombre fue al espacio, pero tú me haces ver estrellas”.


BUENO CHICAS PUBLICO HOY PORQUE MAÑANA ME ES IMPOSIBLE. PREPARENSE PORQUE LA PROXIMA SEMANA ES EL GRAN FINAL Y LA QUE SIGUE VAMOS CON CUENTO NUEVO.
ESPERO TUS COMENTARIOS CON GANAS.

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